Finale

426 48 5
                                    

Jimin no dejaba de negar con la cabeza y retrocedió unos pasos. Era la única de la habitacion que no estaba a punto de llorar ya que se negaba de aceptar que esa chica era Kim Minjeong. Su esposa le prometió volver sana y salva.

— No es ella —susurró y enojada salió de la habitación.

Tiffany soltó un gran suspiro, pensando que reaccionaría igual si viera a Taecyeon en una camilla sin ningún rastro de vida. Miro a las otras chicas, Chaehyun estaba consolando a Giselle y a Chaewon, mientras que Yizhuo intentaba tranquilizar a Ryujin.

Ryujin junto a NingNing miraban el cuerpo de a lado, aunque de igual forma tenía la mayoría de la piel quemada, se podía ver un poco de cabello, del mismo color que el de Yeji. La menor no aguanto más y abrazo con fuerza a su amiga, llorando en su hombro.

— ¿Por qué te fuiste luego de enamorarme? —susurró con el corazón roto.

Chaehyun bajó la mirada, estaba entre enojada y triste, Minjeong había roto su promesa de volver. Las lágrimas comenzaron a caer al suelo una por una. Giselle no lo podía creer ¿Cómo es que un día están abrazadas juntas en el sillón de la casa de la menor y en el otro estaban viendo su posible cuerpo ya sin vida? Pensaba que sólo era una larga y dolorosa pesadilla.

La reina camino nuevamente por los pasillos del hospital, ya no le importaba mantener su imagen, sólo pensaba en encontrar a su esposa, riendo con Yeji, robándose algo de comida o simplemente viva. Porque esperaba desde su pecho volver a los dias donde solo se dedicaba a amar a Minjeong y revivir todas esas cálidas y emocionantes noches juntas.

Nadie sabía que, si Minjeong se lo pedía y rechazaba casarse con ella solo por ser la princesa de Naevis, ella era capaz de abandonar todo para así para vivir a su lado.

Jimin se negaba a vivir sin Minjeong.

Ya sufrió bastante en silencio en los dos años que estuvo sin ella y ni hablar de la vez que estuvo mas de 4 años separadas. Jimin nunca fue de hablar de esas cosas con sus amigas, así que luego de un largo día como heredera o como reina, no podía evitar sentir su corazón roto al no encontrar a Minjeong durmiendo en la cama o riendo por ahí, mas de una vez había llorado hasta dormir por ella.

¿Ahora cómo gobernará sin escuchar las burlas y risas de la menor?

Sólo queria volver al pasado, abrazar a Minjeong y rogarle a que no fuera a la guerra para así no estar buscándola tan desesperada entre miles de heridos. Además ¿Quién la animaría luego de una reunión? ¿Qué cuidara a Myeong y Myang? ¿Quién jugara con Beomgyu y Sakura? ¿Quién molestaría a los guardias? ¿Quién haría que los limpiadores trabajen?

¿Y si realmente es Minjeong esa chica quemada?

No solo su sonrisa se habría ido, si no también su perfecta piel y el cabello que tanto amaba presumir.

La gente al ver a la reina caminando por los pasillos del lugar, con una expresión sin vida. Se iban quedando callados con la idea de que Minjeong no había sobrevivido ¿la chica que había salvado cientos de vidas ha muerto? Nadie lo aceptaría.

Más de uno se encontraba sentado en la camilla gracias a Minjeong, salvándole la vida una o más veces. Más de uno le hablo pensando que serían sus últimas palabras y todos pensaban que le debían la vida a la menor.

— Permiso —alguien la empujó, pero en vez de decir algo, se quedó paralizada — Dos bolsas de sangre A+ —sólo había una persona que podria empujar sin darse cuenta que era la reina de Naevis — Por favor haga todo lo posible para que sobreviva —Jimin no reacciono al reconocer esa voz.

— Lamento decirle que no es posible —dijo un chico que Jimin no reconoció — Ya hemos hecho todo lo que nuestros conocimientos y habilidades nos permite.

— ¿Lo dejarán así? —alzo la voz — ¿No harán nada, aunque su reina se lo ordene? —gritó.

Jimin aún en shock se dio vuelta para encontrarse a una chica con el cabello negro, vestía con uniforme militar que estaba levemente roto. Corrió hacia ella y la agarró del hombro para que se diera vuelta. Encontrándose con una chica que tapaba uno de sus ojos con un paño ya rojo de sangre. Su cara estaba aún sucia y con heridas leves.

Pero eso no impidió que Jimin la abrazara con fuerza.

— Jimin, ordénales que revivan a Soobin —apuntó al chico que estaba en la camilla— Él es mi amigo y le ordené a que no muriera —se aparto de Jimin para hacerle RCP a Soobin — Nadie desobedece a una reina ¿no?

— Trajo a su amigo muerto —susurró el médico — Ya lo hemos intentado todo —bajo la mirada, triste de ver a Minjeong así.

Los soldados que habían estado cumpliendo su deber junto a la menor, sabían lo doloroso que era ver al chico en ese estado. Ellos lentamente se convirtieron en dos personas inseparables, Minjeong le contaba todo e iban al campo de batalla juntos para así devolverse al campamento con un par de risas, burlándose del otro por caerse o cosas así.

A pesar de que Minjeong tuvo a Jeno, Chaehyun, Ryujin, Yeji, Yizhuo, Giselle y Chaewon como amigos, nunca sintió esa comodidad ante una persona. No era amor como sentía con Jimin, pero sí era algo especial e inexplicable.

— ¿Por qué nadie me ayuda? —miro a Jimin que estaba dolida de ver a la menor sufriendo — Él necesita vivir para tener una cita en el autocine — agarró la mano de Jimin y la obligó a hacerle RCP al chico — Voy a ir a buscar otro médicos —se alejo pero Jimin le agarro la mano.

— Se ha ido —susurró y por primera vez Minjeong no siguió discutiendo.

— ¿Ha muerto? —sus ojos se llenaron de lágrimas rápidamente — ¿Se ha ido? —miro el cuerpo del chico que tenía más de una marca de disparo en su cuerpo, con quemaduras y rasguños, claramente no podía sobrevivir ante todo eso. Jimin la abrazó con fuerza y rompió en llanto — ¿Por qué dios es tan injusto? —susurro, transmitiendo dolor en cada una de las sílabas.

La habitacion entera estaba en silencio, sólo se escuchaba a ambas reinas llorar. Ambas extrañaban el calor y aroma de la otra y a pesar de estar en ese triste momento, al sentir la respiración de la otra sus cuerpos y almas se relajaron.

La guerra había terminado y volvían a estar juntas.

— No sabes cuánto te extrañe —gimió entre lágrimas — Te prohíbo de por vida alejarte más de un segundo de mi vida —se apartó levemente para besarla y luego verla a los ojos.

— ¡Hwang Yeji! —escuchó gritar a Ryujin que corrió hacia la camilla de al lado — Estás viva.

— Shhh, estás arruinando el ambiente —dijo entre lágrimas, se había emocionado al ver a sus amigas nuevamente juntas.

— No te hagas la idiota, Minjeong me contó como le llorabas a Ryujin por no tenerla a tu lado —rió levemente Jimin, haciendo sonrojar a Yeji quien se encontraba con un pie fracturado.

— ¿Y no te contó cómo ella te lloraba al ver tu foto? —ambas chicas empezaron a discutir y los doctores aprovecharon esa distracción para llevarse al chico a otro lugar.

Cuando llegó el resto, el ambiente fue convirtiéndose en uno más alegre para todos. Más de un soldado se había unido a la conversación para decir que vio a Minjeong y a Yeji llorando por extrañar a su amada.

Y ahí se dio cuenta.

Aunque ella vivió con el miedo constante de ser el león pintado en la ciudad, aunque vivió muchas noches en vela por pensar en que iba a sufrir lo de aquel león. Aunque hizo todo lo posible para no vivir la palabra de la artista.

Claramente Minjeong era el León.

Con su mirada y piel dañada. Se había sacrificado para que muriera la menos gente posible. El cruel mundo la había dañado de mil formas, pero nunca dejo de pelear y proteger lo suyo.

Ella es el León.

Ella es la Reina.

Y nadie lo podía negar.

FIN.



























[Finalmente llegamos al final! Espero que les haya gustado tanto esta historia como a mí, y nuevamente muchísimas gracias a Zombie_662 por dejarme realizar la adaptación. 🤍]

Like A LionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora