(M) [Si te incomoda este tipo de contenido puedes saltarte este capítulo]
Jimin cerró la puerta con fuerza, trague nerviosa y emocionada al verla así de enojada en mi habitación. Si, tal vez ese no era el momento para decirle que quería algo de acción, pero me sentía como un niño que por fin tendrá su dulce.
— ¿Qué tanto sonríes? —alzo su mentón para mostrarme el poder que tiene en mi — ¿Tanto quieres que te toque? —caminó a paso firme y sexy hasta mi cama para así sentarse — ¿Por qué tan callada? —me miro enojada — ¿Acaso no te he entrenado lo suficiente como para que me respondas cada vez que te pregunto algo? ¿Me estás diciendo que lo he hecho mal? —negué con la cabeza — Habla.
— No —dije más que asustada, completamente excitada.
— Te hice cuatro preguntas ¿no, qué? —mi corazón latía con fuerza, ahora que podía ver que era Jimin quien me hace todo esto, lo disfruto más que antes.
— No lo has hecho mal —levanto una ceja — No lo has hecho mal, mi reina.
— ¿También debo dar órdenes para todo? Desvístete —torpemente comencé sacándome los pantalones para luego la parte de arriba — Nunca te había visto tan húmeda —por la forma de cómo lo dijo sentí vergüenza por ello — ¿Tanto deseas que meta mis dedos? ¿Qué te haga venir?
— Sí, mi reina —Jimin soltó una leve risa burlona.
— Eres patética —susurró — Para tu desgracia, muñeca, todos los objetos los tengo en la cabaña así que no podre amarrarte como tanto te gusta —sin querer hice un puchero — Pero yo no te crié como una chica caprichosa, por lo que te conformarás con esto ¿queda claro?
— Sí, mi reina —Jimin estiró su mano, ofreciéndomela como si lo tuviera que besar.
— Hazlo como si tu vida dependiera de ello —tragué nerviosa — De rodillas —me puse en posición y saqué la lengua para luego colocar su dedo índice dentro de mi boca, después comencé a lamerlo como si fuera mi dulce favorito, me sentía tan patética que sentía que mi centro palpitaba — ¿Por qué no te estás tocando, eh? ¿Acaso no te gusta esta mierda?
— Pensé que-
— ¿Te he dado el derecho de pensar? eres mi perra y te tienes que comportar como tal —me interrumpió — Tócate como un animal, no te tengas piedad, siempre y cuando no te corras hasta que te lo ordene.
— Sí, mi reina —baje la mano derecha y gemí al sentirme, realmente estaba muy húmeda, más de lo que me gustaría admitir.
Sin dejar de lamer y chupar la mano de Jimin comencé a masturbarme sin un rastro de vergüenza, sentía que en cualquier momento me correría, estaba bastante sensible por estar tanto tiempo sin hacer nada.
— Vamos, gime para mí y demuéstrame que tan desesperada estás —mi voz salía vergonzosamente fuerte — Te ves tan patética —susurro con asco — ¿Crees poder ser más patética que esto?
— Sí, mi reina —Jimin abrió los ojos, sorprendida— Soy una patética inútil, chica de la ciudad, no soy nada comparada a ti, mi reina, me es un gran honor poder lamer sus dedos —decía entre lamidas y gemidos.
— Frótate contra el suelo, como la perra en celo que eres —nunca había escuchado a Jimin decir palabras así — ¿Eres una perra?
— Soy una perra en celo, mi reina —me sentía tan humillada haciendo esto — Soy su perra, no soy más que una mascota para usted, no tengo otro propósito mas que satisfacerte.
— Recuerda que no puedes correrte sin mi permiso —aparto su mano de mi boca y con fuerza coloco su pie en mi cabeza, haciendo que quedara en el suelo — Ruégame.
— ¡Mi reina, por favor tócame! —alce la voz — Por cógeme como siempre lo hacíamos, haz que me corra entre tus manos, haz que grite tu nombre, por favor, haz que todos sepan que solo soy tuya.
— La Minjeong del pasado tenía mejores ruegos —sacó su pie de mi cabeza — ¿Crees que lo hiciste bien? ¿que me haz convencido en tocarte? —sin dejarme responder se apartó de mi y camino por mi habitación — Acuéstate en tu cama —me levanté torpemente y me acosté como me lo ordenó.
Jimin saco unas camisetas de mi closet y las uso para amarrarme en los costados de mi cama. Con las piernas y brazos separados y sin poder moverme para nada, Jimin se sentó en mi abdomen, se quedó mirándome de una forma intensa que hacía que mi respiración se agitara, al igual que mi corazón.
Después de esa excitante momento sonrió y lentamente estiro su mano derecha para así, por fin, comenzar a tocarme.
— ¿Esto era lo que querías? —decía mientras me embestía con sus dedos, gemía fuerte por su agresividad — Respóndeme ¿esto es lo que querías?
— Sí, mi reina —gemía y lamentablemente ya sentía que me venía.
— ¿Quieres que te de permiso para que te liberes? —comenzó a acelerar, asentí con la cabeza desesperadamente, necesito ese permiso — Uhm, es una lástima —antes de poder llegar se detuvo y comenzó a besarme, ignorando completamente mi estado.
Sentía que, si Jimin no haría nada mas que besarme, yo misma la apartaría y comenzaría a tocarme sola, necesitaba ese clímax más que nada y ya no soportaba este sentimiento de estar cerca. Escuche como Jimin rió levemente entre mis labios.
— Veo que no aguantas más —fue bajando sus besos lentamente hasta mi intimidad — Cuenta hasta 20 en voz alta, y cuando termines, tienes permiso para correrte.
— Uno —empecé y Jimin comenzó a hacer su trabajo.
— Apúrense que pronto llegarán visitas importantes —escuché gritar a Yizhuo del otro lado de la puerta — Ambas tienen que recibirlos así que después se bañan.
Jimin acelero sus movimientos y como buena sumisa me corrí cuando llegué al numero veinte, llegué al preciado orgasmo después de tanto tiempo, sonreí y Jimin me dio un tierno beso, dejando completamente el papel.
— Esto fue mucho mejor que estar con los ojos vendados sin saber que eras tú —susurré y la bese nuevamente.
— Gracias a eso sé que hacer para que disfrutes en todo momento —se separó y se fue al baño — ¿Nos bañamos juntas? —se sacó la ropa, haciendo notar los tatuajes que no sabía que tenía.
— Sí, ya voy.
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Like A Lion
FanfictionMinjeong es elegida para casarse con la princesa pero la pregunta aquí es, ¿quién es la princesa? • Adaptación • » Creador/a Original: @Zombie_662 Esta historia contiene escenas +18, por lo que si te incomodan, te recomendaría saltarte los capítulos...