Myeong

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— Así que te enamoraste —dijo Baek mientras se sentaba a mi lado —Pensé que habías dicho que no querías.

— Éstas cosas no se pueden evitar —suspiré y escuche como se reía — Cállate.

— No me pienso callar ¿y cómo es? —se acomodo en la banca para escucharme — Con lo poco que sé de ti seguro es una chica tranquila, educada y con buenas notas, digna de ser princesa —mire mis dedos, avergonzada —No, no lo es, cuéntame.

— Es ella —miré a Minjeong que estaba en el patio corriendo con un cachorro en la mano mientras las profesoras la seguían.

— Me lo voy a quedar y se llamará Myeong —gritaba a todo pulmón.

— Ni siquiera lleva zapatos —musitó Baek — Es completamente diferente a lo que pensé que sería.

— Lo sé —susurré — Ni siquiera sé si pueda ayudarme a gobernar —dije mientras miraba como le sacaba la lengua a las profesoras que se habían cansado de correr.

— Si pudo conquistar tu frío corazón, podrán con un país —mire a Baek con la ceja alzada — La verdad sonaba mejor en mi cabeza.

— Pero igual sólo tengo 16 años, aun tengo 5 años para encontrar a otra persona más digna, mucha gente se enamora mas de una vez —miré como Minjeong entraba al edificio de las habitaciones con el cachorro.

— No seas tan mala como ella, seguramente será una buena princesa y reina, como Yuqi, ella no era educada como tus padres pero no fue una mala reina como tus abuelos, todo lo contrario, fue una magnífica Reina —él tenía un punto.

Yuqi, mi tatarabuela, ayudó con el turismo, abrió un colegio de música y danza e hizo distintas cosas que ayudaban a que la infelicidad del país disminuyera. También hizo que China fuera nuestro país aliado para luego ayudar a la tecnología del país. Según los libros y mi madre, ella era una chica imperativa y distraída, le iba mal en el colegio y no tenía educación para ser una reina, pero aún así fue grandiosa.

¿Minjeong será como Yuqi? A pesar de ser como es, se esforzaba en mejorar, como sus notas o su comportamiento, ya no pasaba tanto tiempo castigada como antes y ahora se sienta como una dama en la silla, pero solo en clases ¿Se esforzará en el entrenamiento para ser princesa? Son 6 meses de un intensivo entrenamiento, donde mi padre me dijo que era una tortura horrible.

— Mira se llama Myeong —dijo cuando entré a mi habitación. Estaba sentada en el piso y jugaba con su nueva mascota, NingNing también estaba jugando.

— ¿Cómo lo lograste? —me senté a su lado y acaricie al perro.

— Fácil, escondiéndome en tu habitación, ahora deberían estar buscándome por todo el colegio —solté al cachorro y la mire algo enojada.

— Vas a traerme problemas —me levanté y abrí la puerta — Sal de la habitación.

— No te preocupes, Jimin, tengo todo solucionado —dijo NingNing y Minjeong sonrió— Tengo mis contactos y estos harán que nos dejen quedarnos con este pobre bebé.

Luego de eso llegó Seulgi corriendo y nos contó el plan de Yizhuo, ella lo cuidará en su habitación a cambio de que Minjeong no hiciera ninguna estupidez que haga que la castiguen, sería un trato ya que las profesoras estaban hartas del comportamiento de la menor.

Milagrosamente no dudaron en aceptarlo, las profesoras junto con el director se fueron de la habitación con una sonrisa, feliz de que algo controlaría a Minjeong. Minjeong también estaba feliz, siempre quiso un perro y haría lo que fuera para quedárselo.

Nos contó que lo encontró atrapado en las rejas del internado, lo había visto desde la ventana de su habitación y fue corriendo a ayudarlo. Dijo que sentía que ese perro era perfecto para ella y harían un perfecto dúo, claramente nadie les creyó ya que sólo es un perro, esto es la vida real y los perros no hacen lo de las películas.

No voy a negar que me gustaba verla con Myeong, jugando y enseñándoles trucos pero también sentía algo de celos, hace ya dos semanas me había confesado y el perro recibía más amor que yo. Aún seguíamos siendo amigas así que no podía decir nada, pero aún así quería que Minjeong se divertirá conmigo, que me mimarara y todas esas cosas cursis.

— ¿Cómo lo haces, Myeong? —estaba en la habitación de Seulgi para entrenar pero ella comentó que tenía algo que hacer, cosa que alcancé a escuchar —¿Debo ser una perra para que Minjeong me mime? Eso sonó mal —susurre lo último y me aleje del cachorro — Aunque no es una mala idea —me dije a mi misma mientras caminaba hacia el saco de boxeo y empecé dándole tres golpes —¿Crees que le guste las cosas románticas, Myeong? —pregunté sin dejar de golpear el saco — Tienes razón, no pierdo nada en intentarlo.

— Porque la cordura ya la perdiste —escuché Seulgi —¿Qué haces pidiéndole consejos a un perro?

— Es el mejor amigo de Minjeong, seguro ella le pedira consejos a NingNing —me di vuelta para mirarla —No, tienes razón, es un perro, ya me estoy volviendo loca.

— Tú lo dijiste —se colocó detrás del saco para sujetármelo — Pero ya llegué ¿cuáles son tus dudas?

— Ya me confesé a Minjeong pero seguimos siendo amigas —suspiré — No quiero ser sólo su amiga, quiero ser algo más.

— Su novia, que no te avergüence decirlo —afirme con la cabeza y comencé a golpear — Dile eso, tengan una cita, sin Myeong, y pídele ser su novia, pronto el año escolar terminará y no la podrás ver en las vacaciones —dejé de golpear y mire el calendario. Quedaba un mes de clases y ella nunca obtuvo una visita de sus padres a pesar de ya tener las notas que le pidieron.

— ¿No la puedo invitar al Castillo? —me alejé del saco y me fui a cambiar de ropa para salir de la habitación.

— Si es tu novia, creo que tu madre te dejará invitarla —me coloqué rápidamente la otra ropa y me amarré el pelo.

— Ya vuelvo —dije al salir corriendo de la habitación.

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