Extra

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Minjeong bajó las escaleras del palacio lentamente, usaba un vestido negro elegante y tenía un poco de maquillaje, se veía hermosa, pero usaba un parche en la zona que lamentablemente había perdido el ojo, no se sentía segura mostrando el de vidrio que remplazaba su ojo real.

— ¡Otra vez! —gritó un niño de 3 años, Beomgyu.

— ¿Por qué es tan difícil bajar las escaleras? —gruño levemente mientras subía nuevamente.

Ya arriba cambio nuevamente su cara de enojo a una seria y tranquila, bajó la escalera lentamente. Vio como Jimin llegaba y se detuvo para verla con una sonrisa, no pudo evitar responder la sonrisa, para luego volver a su elegante bajada de escalera.

— ¡Otra vez! —gritaron ambos menores cuando terminó.

— Puta madre —agarró la falda del vestido y con pasos pesados volvió a subir.

— Por eso te dije que no usaras a los chicos como jueces —dijo entre risas Jimin que camino a su lado para darle un beso en los labios — Están jugando contigo, lo haces perfecto.

— Eran los únicos que estaban desocupados y alguien debía cuidarlos —suspiró, mirándolos con odio ya que llevaba más de una hora subiendo y bajando las escaleras — ¿Realmente crees que hago una gran entrada?

— Claro, mi amor —la beso nuevamente.

— ¡Mamá, están haciendo algo asqueroso! —gritó Sakura al ver a Ryujin.

— Que asco, no miren —tapo los ojos de sus hijos — Por su culpa tendrán pesadillas.

— Es una venganza —dijo Minjeong con una sonrisa, haciendo reir a los mayores del lugar.

El reino se estaba preparando para una fiesta grabada, la primera de Minjeong ya que se había dedicado a ir a terapias y en curar sus heridas. Quería hacer una gran entrada junto a su esposa y por eso no dejaba de practicar, debía de ser mejor que todos los invitados o eso pensaba Minjeong.

Desde que llego nuevamente al palacio las risas del lugar volvieron, aunque sólo estaba en su habitacion. Jimin con solo verla sonreía más en los pasillos y reuniones. Pero los primero días no fueron muy buenos que digamos.

Partiendo que más de una vez ambas chicas (Minjeong y Yeji) intentaron huir del lugar, no podían dormir ni estar mucho tiempo solas, también había veces que se asustaban mucho con los ladridos de Myeong y Myang, no se podía concentrar en nada y estaban mas que ansiosas en todo momento.

Yeji fue la primera en mostrar rasgos de ir mejorando al ser criada por un guardia y el padre de Ryujin que es soldado. Fue a cada una de las sesiones programadas con el psicólogo, pero Minjeong apenas podía salir de la habitacion.

Minjeong al acostarse con Jimin apenas la soltaba, la abrazaba con miedo de que no estuviese allí y que fuese un sueño el haber vuelto a casa. También al despertar le rogaba entre lagrimas que no la dejaran sola, así pasando la mayoría del tiempo con Chaehyun, Yeji y Ryujin.

— Quiero estudiar enfermería —dijo un día luego de haber visitado la tumba de Soobin. Alegrando a todos de que por fin diera una señal de querer mejorar.

Pero eso solo había sido hace un par de semanas.

— Sabes que no es necesario que vayas —Jimin la abrazo por la espalda mientras Minjeong miraba con miedo la puerta para salir de su habitacion compartida — Puedes acompañar a Chaehyun a cuidar a los mellizos.

— Los tres sólo se dedicarán a molestarme —dijo sin apartar la mirada de la puerta — Además, necesito ver a los invitados —Jimin la besó en el cuello.

— No te sobre esfuerces —susurró

Jimin recibió un mensaje en su celular por parte de Chaewon que le avisaba que la estaba esperando. Miro por un segundo a Minjeong y ella entendió el mensaje, agarró aire y ambas salieron de la habitación de la mano, la menor la agarraba con fuerza y la mayor la daba leves caricias con el pulgar.

— Silencio —gritó un guardia y Minjeong trago nerviosa — He aquí las reinas de Naevis —volvió a gritar — Yu Jimin y Kim Minjeong

— Yu Minjeong, estúpido —susurró para sí misma, pero hizo que Jimin riera levemente.

Antes de bajar las escaleras Jimin vio unas caras conocidas entre la gran cantidad de gente. Entre ellos se encontraban unos soldados que salvó y sus amigos del palacio, se tranquilizo levemente al ver que realmente estaban vivos. También estaban los ministros y algunas personas del extranjero.

Su entrada a la fiesta fue majestuosa, como la menor queria que fuera, pero no tanto como la de Tiffany y Taecyeon. Ambas sabían que eso se debía a sus años de práctica, pero de todos modos la menor hizo un corto puchero al verlos entrar. Esperaba algun día poder llegar a tener una precencia tan fuerte como la de ellos.

Era una reunión no formal donde las reinas se dedicarían a crear un lazo con el pueblo y el extranjero. Todo lo que pasaría entre esas paredes estaba siendo grabado y había millones de periodistas interrumpiendo la paz entre la gente. Minjeong bajó la mirada al sentir el flash de una cámara, aunque había sido prohibido usar esas luces en esa ocasión por respeto a todos los que fueron a la guerra, los periodistas querían tomar las mejores fotos de la gente y mostrarle al pueblo lo mal que estaba Minjeong.

La reina se quería retirar del lugar, no soportaba el ruido ni las luces y no era la única que estaba sufriendo por ello. Se dio cuenta de ello cuando un chico se oculto a sus espaldas, por lo que decidió tomar algo de fuerzas y soltar la mano de Jimin para así acercarse a la persona que estaba tomándole fotos.

— Creo que ha a sacado muchas fotos inadecuadas de su reina —dijo con una falsa amabilidad — Hemos puesto una buena iluminación en el lugar para que no sea necesario utilizar flash, más de una persona está siendo afectada por ello.

— Lo siento —dijo el hombre intimidado.

— Si quieren volver a ser convocados, es mejor que le avise a los demás invitados que están haciendo lo mismo que usted —el hombre afirmó —  Muchas gracias, Tontivano.

Jimin suspiró al verla así, sintiéndose mal por encantarle la nueva cara de Minjeong. En el pasado ella hubiera alzado la voz, insultado en silencio o hecho algo para que sufriera ese hombre pero mírenla ahora, comportándose de una forma tan elegante y protegiendo como una reina al resto.

— Majestad, no ha respondido la pregunta — volvió a mirar al periodista que le hablaba hace ya unos minutos atrás.

— Disculpe, ¿cuál era la pregunta?

— ¿Como lo hará para elegir al heredero?











































[Esta historia va a tener una segunda parte pero ahora enfocándose en los herederos, sí quieren leerla pueden ir al perfil de la escritora!]

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