Gründe zu leben 2

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Yizhuo salió de la sala de reunión con una cara ya cansada de tanto trabajar. Ahora entendía perfectamente a su padre que al salir se iba directo a su habitación para dormir o a seguir trabajando. Sus dias se basaban a eso.

Al entrar a su habitacion se encontró a Giselle cargando a Beomgyu. Ambas se sonrieron, sin decir ninguna palabra para no despertar al bebe. Antes de acostarse a descansar, se estiró levemente para darle un corto beso a su novia y otro al posible heredero.

— Ryujin termino con Mark —susurro Giselle.

— Lo sé —suspiró cansada — Chaewon propuso mantener eso en secreto hasta que Yeji vuelva.

— ¿Qué pasara con los niños? —dijo mirando al bebé.

— No lo sabemos aún, pero se quedarán aún bajo el reinado, serán siempre los únicos herederos —se acomodo para mirar a su novia — Seremos el reinado más gay de la historia.

— Reinas y primera ministra lesbianas —rió la mayor — Y el príncipe cambiado por otra lesbiana —ambas rieron y se quedaron en silencio. Yizhuo cerró los ojos y se acomodó para dormir.

— Alguien propuso que Jimin busque a otra pareja —comento y Giselle la miro rápidamente — Creen que Minjeong no sobrevivirá y una reina no puede gobernar sola —Beomgyu bostezó al despertar en los brazos de Giselle y sin molestar, se quedó mirándola — También ordenan que sea hombre, para así tener un heredero directo.

— No pueden hacer eso —alzo levemente la voz — ¿Cierto?

— Todo depende de Jimin —dijo ya media dormida — Y de que Minjeong sobreviva.

Giselle no dijo más. Miro al inocente niño que la miraba con alegría, inconsciente del caos que se estaba creando en su alrededor..

A Giselle le dolía pensar que no podrá ver nunca a sus padres como pareja, ella conocía perfectamente la quimica que tenían Ryujin y Mark y estaba segura de que iban a ser unos magníficos padres. Pero no pensaba que Yeji seria una mala madre, solo pensaba que no seria lo mismo.

También le dolía ver que Jimin podria tener otra pareja. Aunque no conocía el verdadero inicio de su relacion, le encantaba la historia que crearon al reencontrarse, aunque por unos momentos ella fue la mala del cuento.

Como le decía Yizhuo "ambas pelearon para enamorar a la otra y ambas lo lograron".

Pero lo que más le dolía (y todos los dias), era la idea de que Minjeong y/o Yeji no volvieran al castillo. A pesar de unirse despues al grupo de las chicas, le tenia mucho cariño a todas y ver que Yeji no sobrevive y Ryujin se sentirá mal toda su vida por no responder su confesión, sería horrible de ver. Al igual que todos con Minjeong, Tiffany y Chaewon se echarían la culpa por mandarla a la guerra y Jimin no podría vivir sin ella.

Ryujin entró lentamente por la puerta para ir a recoger a su hijo. Giselle la siguió al salir para así callar sus pensamientos. Ya afuera soltó un largo suspiro de cansancio, Ryujin la miro levemente preocupada.

— Así no es como me imagine una vida en un castillo —rió levemente — ¿Dónde esta mi jacuzzi y lindos vestidos?

— El jacuzzi esta camino al gimnasio y los vestidos los puedes pedir cuando quieras—respondió Ryujin, riendo por la reacción de la mayor — ¿Nunca te dieron el tour?

— Ni siquiera sabía que había gimnasio... —entraron a la habitacion de Ryujin donde se encontraba Chaehyun y Mark con Sakura.

— ¿Y cómo es que tienes esos músculos?

— Por el sexo y por llevar a un lado a otro los papeles de Yizhuo —Chaehyun y Mark la miraron con asco y las chicas rieron.

— ¿Cómo está Sakura? — Ryujin dejo a Beomgyu en su cuna.

— Tiene un leve resfriado —dijo su madre — Nada grave.

— Si vieras la cara que puso Ryujin al pensar que era algo grave —rió Mark.

— Pues era mejor que la tuya, llorón —respondió rápidamente Ryujin, haciendo reír a todos.

— Están igual que siempre —pensó en voz alta Giselle

— Volvimos a ser solo amigos —dijo Mark con una sonrisa — Igual que los viejos tiempos.

— Sólo que esta vez tengo una imagen mental de ti desnudo —rió Ryujin — Eso significa más insultos.

— No hay nada que insultar sobre mi cuerpo perfecto —sonrió con orgullo.

— Pero eso no lo sabe el resto, pequeñín —Mark se levantó, listo para pelear.

— ¿Es esto una pelea de pareja o de amigos? —pregunto Giselle.

— Ambas —respondió Chaehyun.

Mark se acerco a Ryujin, ambos se miraron con enojo. Si las chicas no los conocieran estarían preocupadas de que alguien quedara herido. Pero ya los conocía bastante bien, lo suficiente como para que Giselle se acostara al lado de Chaehyun y esperara el inicio de los golpes infantiles que se lanzaban.

Mark nunca llego a alzarle la mano a su esposa. Es incapaz de hacerlo a ella ni a nadie. Taecyeon dice porque lo heredo de su padre, Tiffany dice que es porque es un chico muy inocente y bueno, Jimin decía porque sabía que Ryujin tenía más fuerza que él.

Pero antes de iniciar la pelea, entró Jimin. Desde que comenzó a ser reina, apenas la han visto ya que se dedicaba todo el tiempo a trabajar o a descansar, tenía una rutina igual o más exigente que la de Yizhuo.

— Están vivas —dijo con una leve sonrisa.

— ¿Te llamo Minjeong? —dijo rápidamente Ryujin — ¿Te dijo algo de Yeji? —la reina la miro, dudando si decirle lo qué pasó.

— Ambas están bien, me informaron que tuvieron dificultades en encontrar celulares y señal.

— ¿Crees que me llame? —agarró su celular y miro si tenía una llamada perdida — Necesito con urgencia hablar con Yeji —de reojo miro como a su hermano se le iba su sonrisa.

— No lo sé —mintió, sabía perfectamente que no la llamaría hasta poder decirle sin miedo lo que paso. Yeji detestaba con todo su ser dañar a alguien y por eso siempre se ocultaba cosas e intentaba solucionarlo.

Como cuando una vez en el internado rompió sin querer el trabajo de Ryujin. Se había esforzado tanto en ello que no dejaba de presumir que seria el mejor del curso. Yeji mando a Minjeong a distraerla hasta que pudiera reparar esa parte con ayuda de Yizhuo. Lamentablemente fallo y se lo tuvo que decir, lo hizo de rodillas y rogándole que la perdonara. Recibiendo solamente unas risas y que sabía cómo arreglarlo facilmente.

— Lo bueno es que están vivas —comento Chaehyun, intentando alegrar el ambiente.

— Y sanas —dijo Jimin, sin saber el verdadero estado de Minjeong.

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