Like A Lion

Heißer Tag

— Minjeong, su familia llegará en dos horas, debe arreglarse —gruñí al escuchar la voz de Yeji, me dolía hasta la vida, no quería salir de mi cama.

— Cinco minutos más —susurré.

— La debí despertar hace 2 horas atrás, por favor despierte ahora señorita que estamos cortos de tiempo —grité derrotada y abrí los ojos, ahí estaba Yeji y a su lado se encontraba Jimin.

— ¿Tú que haces acá? — le pregunté a Jimin mientras me levantaba con ayuda de Yeji, los ejercicios de ayer hacían que me dolieran todos los músculos.

— Yeji me pidió ayuda para bañarte —miré a Yeji asustada ¿ayudarme a bañarme? ¿Me enjabonarán todo el cuerpo?

— Puedo hacerlo sola —dije ya levantada.

— Intenta llegar al baño sola —me retó Jimin y Yeji me soltó, mire a ambas y di mi primer paso.

Camine exageradamente lento, pero iba a la velocidad que hacía que no me doliera, mire a Jimin con orgullo cuando ya estaba dentro del baño y ella solo sonrió, mire a todos lados "ahora cómo me desvisto" pensé al cerrar la puerta. Comencé con la parte de arriba y solté un gran grito al intentarlo, al parecer Ryujin me dejó una herida en la espalda ya que aún me dolía los latigazos.

— ¿Se encuentra bien? —entró rápidamente Yeji, la mire con lágrimas en los ojos — ¿Qué pasó? —me ayudó a sacarme la camiseta — Jimin, trae el botiquín —las miré preocupada.

— ¿Tengo muy feo? —intenté verme en el espejo pero no podía girarme tanto ya que me dolía.

— Siéntate —me senté en una silla que trajo Jimin y ella empezó a limpiar mi herida — Ryujin te dejó quemaduras en la espalda con el látigo —me informó Jimin — Te dejará marca por mucho tiempo —hice un puchero, este infierno me seguira por mucho tiempo — Listo — se apartó de mí y dejó el botequin en el lavamanos.

— Ahora a bañarte —todas vimos la ducha, estaba muy lejos de mí y en solo pensarlo me dolía levantarme.

— Okay — suspiró la mayor — Ayúdame Yeji —ambas pusieron una mano en el respaldo de la silla y otra entremedio de mis piernas para así levantar la silla y dejarme bajo la ducha.

— Los pantalones —susurró la de ojos gatunos y se arrodilló ante mí. Jimin coloco sus manos en mi cintura y me levanto levemente para que Yeji lo pudiera sacar sin problemas.

— Eres muy liviana —dijo Jimin mientras llenaba un balde con agua — ¿Está bien la temperatura?-afirmé con la cabeza.

Y así comenzaron a bañarme, Yeji me levantaba los brazos y Jimin pasaba la esponja, ninguna hablaba, yo de vergüenza por lo inútil que parecía y el resto no sé, pero parecían muy concentradas en lo suyo. En la parte del pelo Jimin me dio unos relajante masajes, me sentía como una reina, o sea esto me estaba convenciendo de serlo, solo faltan las naranjas infinitas y me hago lo que quieran... "Recuerda que amas a Giselle" pensé luego de imaginarme comiendo unas deliciosas mandarinas.

— ¿Y qué vas a hacer con Giselle? —me preguntó Yeji mientras Jimin me pasaba la esponja en las piernas.

— Tengo planeado hacer que la princesa me odie y me deje ir con mi novia —les confesé.

— Ex-novia —me corrigió Yeji.

— ¿Por qué? —miré a Jimin remojando el paño — Hay muchas chicas que te envidiarían, hasta yo misma te envidio, no es fácil ser la cocinera de la princesa —empezó a sacarme el jabón de las piernas — La princesa está muy emocionada en conocerte, hasta le cuesta dormir y solo quiere escapar para venirte a ver, le dolerá mucho saber de tu plan.