Ferien

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— Te extrañaré mucho —Minjeong me abrazó con todas sus fuerzas — Cuida bien de Myeong ¿Okay?

— Claro que lo haré, es nuestro bebé —di un corto beso en su cabello.

Hoy empezaban las vacaciones y yo estaba muy preocupada por Minjeong, su autoestima está en el suelo por las marcas en su cara y me daba mucha pena verla así, ella solo tenía confianza en su belleza y ahora cree que no lo es. Lo peor de todo es que yo no podré acompañarla la primera semana de vacaciones.

Sus padres llegaron muy tarde y eso me sorprendió, de hecho le dije a Seulgi que nos fuéramos cuando Jeong se fuera, no quería dejarla sola y que se ponga a llorar como en la sala de espera.

— ¿Otra vez te metiste en problemas? —escuché una voz femenina gritar — Te trajimos aquí para corregirte y después de medio año que te veo apareces frente a mí como si te hubiesen dado una paliza —todas vimos a Minjeong y vi que ella trago del miedo — Este pequeño demonio les debió traer muchos problemas, ¿no es así? —su tono cambio completamente a uno mas amable al hablar con Irene.

— Es una muy buena chica —dijo la profesora con una leve sonrisa, apenas se notaba — Acá tiene las notas de todos sus materias.

— Ugh, no quiero ni verlas, seguro no llegan ni a un 40 —guardó rápidamente la carpeta en su cartera.

Cuando yo di un paso para defender a mi novia ella me agarró de la mano para detenerme y al verla me negó con la cabeza. Se notaba que le tenía mucho miedo a su madre, ya que ella siempre se defendía ante los profesores, nunca se guardaba nada.

Pero ahí estaba, firme ante su madre, con miedo de hacer algún movimiento que ella no le gustase. No sonreía ni nada, sólo estaba viendo y escuchando todo lo que decía su madre sobre ella, gracias a dios que solo estabamos nosotras.

Pero yo no quería dejarla así, quería despedirla con una sonrisa así que aprete su mano y avance para defenderla. Como heredera no me tenía que callar ante estas cosas.

— Disculpe baladi bedulaque —saludé con toda la educacion del mundo — ¿Ya terminó de hundir a su hija? —Minjeong rápidamente soltó mi mano y se oculto detras de Ryujin.

— ¿Quién se supone que eres tú? —se dio vuelta con enojo.

— Me presento, soy Jeon Jimin amiga de su increíble hija —estiré mi mano y antes de que la estrechara la quité.

— Veo que mi hija sólo se junta con gente igual a ella —me respondió y yo solo sonreí para luego mirar a mi tia que estaba completamente enojada, Yeji estaba mil veces peor.

— Claro, su hija no es una esbirra como usted —reí por dentro al ver que ella sonrió, no sabía que significa la palabra.

— Jeon Jimin es la mejor alumna que tenemos en este internado, ella se ha dedicado en hacer que la señorita Kim mejore las notas y sus modales —dijo Irene mientras intentaba calmar a su amiga.

— Así que después de todo mi hija si tenía arreglo —caminó hacia ella y la agarró con fuerza, pude ver la mueca de dolor en la cara de Minjeong.

— Claro señorita, su hija no es estulto como usted —Minjeong tenía la mirada baja.

— Muchas gracias por lo que hizo por mi hija, le debió costar mucho —hice una corta inclinacion— Mi esposo nos está esperando así que discúlpeme pero me retiraré.

— Jimin —Minjeong se separo de su madre para abrazarme— Me encanta cuando insultas así —me susurró y me dio un corto beso en la mejilla.

— ¿Ves que vale la pena leer? —nos separamos y me dio su tierna sonrisa.

— Te amo —murmuró pero antes de responder su madre se la llevo — Adiós, chicas —gritó mientras se iba con su maleta.

No dejé de sonreír hasta que entró al auto de sus padres, ya fuera de mi vista volteé a ver con miedo a Seulgi y NingNing, todas me abrazaron pero eso de nada sirvió.

— Nada malo le pasará —me consoló Yizhuo.

— Tus padres te están esperando —todas nos separamos y nos fuimos hasta el auto de Seulgi, ahora que estaba Irene, Yeji se tuvo que sentar encima de Ryujin y yo tenía a Myeong en mis piernas.

Durante el viaje en ningún momento escuché lo que las chicas hablaban, sino que me puse a pensar en todo lo que había pasado en el año, partió tan tranquilo y luego Minjeong lo mejoró. Ella era posible de alegrar a cualquier persona sin siquiera intentarlo. Al principio todos los profesores la odiaban y hoy hasta se despidieron de ella con cariño.

Miré el mural del león y luego a Myeong. En estas vacaciones me esforzaré todo lo posible para dejar de tenerle miedo a gobernar y mejoraré en todo mis debilidades. Me convertire en la mejor heredera de Naevis.

— Mi amor —escuché gritar a mi madre al entrar al castillo — Mi princesita, mi gatito, mi bebé —me daba múltiples besos en la cara — Te extrañé mucho.

— Yo igual, madre —la abracé con una sonrisa, no había nada mejor que un abrazo de una madre.

— Ay mi pequeña Ryujin, creciste —Yeji soltó una gran carcajada.

Todos nos fuimos a nuestras habitaciones para descansar y pasar el tiempo en nuestra cómoda cama. Yo saque una pequeña foto enmarcada de Minjeong y yo en nuestra cita para luego acostarme abrazando a Myeong.

Todo estaba muy tranquilo y eso me hacía extrañar el griterío de Minjeong y al parecer Myeong también así que puse un poco de musica en la radio de mi habitacion para así descansar.

— ¿Estás durmiendo? —escuché la voz de mi padre y negué con la cabeza sin cambiar mi posicion para dormir — Seulgi me contó sobre tu amiga, digo, novia —se sentó en la cama — No sabes lo feliz que me hace que encontraras a alguien con quien compartir el trono, no siempre es agradable amar a la fuerza.

— Mamá y tú tuvieron mucha suerte —susurre y abrí los ojos para verlo.

— Al principio fue muy dificil llevarnos bien —se acostó a mi lado y se quedo viendo el techo — Y según Seulgi tú también con ella —agarró la foto que deje en el velador — Es muy hermosa.

— Y ruidosa —abracé a papá y me quedé mirando la foto — Se llama Kim Minjeong.

— ¿Y el perro es de ella? —afirmé con la cabeza— ¿Se podria decir que es su bebé? —intentó bromear, pero pude notar que se estaba quedando dormido.

— Sí y se llama Yu Myeong —susurré con una sonrisa.

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