Vor Hochzeits

290 41 0
                                    

Ya lista para dormir me encontraba viendo el vestido que hizo Baekhyun que colgaba en mi habitación, mi corazón no dejaba de latir como loco, no podía creer que me casaría a los 20 años y menos con una chica como Jimin, una princesa perfecta.

Baek y sus amigas pasaron los tres días y noches organizando este día, al principio solo íbamos a tener invitados a personas muy cercanas pero Tiffany recomendó invitar a personas importantes de otros países, eso podía ayudar con la relación entre países.

Tengo miedo, mucho miedo, quiero llorar, vomitar o simplemente dejar de existir por un momento. No es que no ame a Jimin, la amo y sé que ella me ama, se ha esforzado en mostrármelo, pero, aunque fui entrenada por 6 meses sin parar, siento que no estoy lista para gobernar todo un país, si no podía soportar lo de estos 3 meses, menos iba a poder como una persona oficial.

— ¿Qué mierda? —susurré al sentir que algo golpeaba mi ventana, curiosa fui a ver qué pasaba — ¿Qué haces aquí, Giselle?

— Vine a salvarte —se encontraba en el patio lanzando pequeñas piedras a mi ventana, en otro contexto esto sería muy romántico.

— ¿Salvarme de qué? — intentaba no gritar tan fuerte para que nadie me escuchara — Ya terminamos Giselle, ya tienes a Yizhuo y yo me casaré mañana.

— No vengo como tu ex, idiota, vengo como tu mejor amiga —no pude evitar sonreír — Sé que tienes cuerdas en tu habitación, amárralo a tu cama y baja —hice lo que me dijo y con mucha dificultad y miedo logré llegar al piso.

— ¿De qué mierda me salvaras? —susurré ya en el suelo.

— De tus miedos, vamos a dar un paseo, princesa —agarró mi mano y comenzamos a caminar por el hermoso jardín del lugar — No puedo creer que mañana te cases.

— Yo tampoco —suspiré — Tengo mucho miedo.

— Lo sé, mi amor —nos sentamos en una de las bancas — Sé que eres una chica odia las responsabilidades y ahora tendrás una muy grande.

— No sé qué hacer —sentí como se me hacía un nudo en la garganta.

— Casarte con el amor de tu vida, princesa —me miró con una sonrisa — ¿Alguna vez Jimin te contó cómo era antes de conocerte?

— No mucho —la miré atenta.

— Era la chica más educada del colegio, todos los profesores la amaban, pero algunas alumnas la odiaban y otras la admiraban, era una chica sin emociones, como se muestra en las conferencias —era muy raro ver a Jimin así afuera de las reuniones, antes de la guerra reía y jugueteaba muy seguido.

— ¿Y que pasó? —dije con esperanzas de poder volver a ver esa Jimin.

— Se enamoró de ti, idiota —peinó mis mechones rebeldes — De la chica más rebelde del internado.

— ¿Tan desobediente era?

— No sabes cuánto, hasta yo sabía de tus travesuras y seguramente saldrán en el periódico luego de tu anuncio —me miro por unos segundos en silencio — Pero ahora haz cambiado tanto, pero al mismo tiempo no, estoy segura que aún serias capaz de hacer todas esas cosas sin dudarlo pero al mismo tiempo ya eres toda una dama, una princesa.

— ¿A dónde quieres llegar?

— El punto es que Jimin conoció tu peor lado, uno horrible pero aun así decidió recuperarte, entrenarte y casarse contigo, ella sabe que gobernarás bien por eso lucho por ti, ella confía en ti para que pases el resto de sus días juntas —sentí como una lagrima caía por mi mejilla — Así que no tengas miedo y no estarás sola, tienes a miles de personas que te aconsejaran y si fallas, Jimin seguirá a tu lado.

— Voy a llorar —grité llorando.

— Ya lo estás haciendo, Jeong —me intentó limpiar con su pulgar — Estarás en muy buenas manos así que no tengas miedo y deja de calentar tu cabeza con malos pensamientos.

— Gracias, Aeri —la abracé con fuerza.

— No me digas gracias a mí, tu prometida me mandó a verte, estaba muy preocupada por ti y Yizhuo no la dejaba verte —dijo entre risas —Mucha suerte, mañana —me dio un corto beso en la frente — Te quiero.

— Yo igual te quiero —dije mientras me limpiaba las lágrimas.

Ambas nos quedamos un rato mirando las estrellas, nadie sabía con claridad que pasaría después pero más que miedo ahora sentía ansiedad, quería ya saberlo y en mente de que Jimin siempre estará a mi lado mis miedos se fueron.

Ya a las 3:50 am me encontraba en mi cama, no podía encontrar la posición correcta y mucho menos podía dormir. Myeong y Myang se acomodaron a mi lado, dándome el calor necesario para sentirme acompañada.

Karina
¿Estás despierta, mi amor?

Winter
Los nervios no me dejan dormir... ;;;

Karina
Estamos igual
¿Te puedo llamar?

Winter
Yizhuo te deja?:D

— Cariño —susurró Jimin y yo sonreí al escuchar su voz — Te extraño.

— Yo igual, necesito un abrazo que me calme—hice puchero.

— ¿Myeong y Myang no lo están haciendo? —negué con la cabeza para luego hacerlo con un leve sonido — Pensé que tenías bien entrenados a tus hijos.

— Nuestros hijos, Jimin —ambas reímos — Recuerda que ellos serán los herederos de la corona.

— ¿Y qué haremos con el bebé de Ryujin? —miré hacia el techo para pensar — ¿Qué te gustaría que sea, hombre o mujer? —dijo al no recibir respuesta.

— El género es lo que menos importa, mi amor.

— Pero ¿qué esperas del bebé? El primero lo criaremos nosotras —negué con la cabeza.

— El bebé necesitará el amor de su madre en todo momento, no se lo puedo quitar a Ryujin —me quedé en silencio por un momento — El ministro nos dijo que lo criaremos, pero yo creo que eso le dolerá a Ryujin, será su primer hijo.

— ¿Qué haremos?

— Así como tu estuviste por mucho tiempo en el internado, él o la heredera podrá vivir con su familia, solo deberíamos verlo de vez en cuando, ser unas tías cercanas a él o ella, no lo sé —sonreí imaginándome cargando un bebé.

— Es una buena idea —nuevamente nos quedamos en silencio — Amo escuchar tu respiración —su voz se escuchaba más débil.

— ¿Te relaja? —hable suave para no despertarla.

— No sabes cuánto —sonreí más — Creo que debería tener una grabación de tu respiración para cuando este estresada.

— No creo que lo usarías, total nunca nos separaremos ¿no? Por eso nos casaremos mañana, para que nada nos pueda separar —Myeong se acomodó entre mis brazos — Prometo que cada vez que te sientas mal siempre estaré a tu lado —susurré al darme cuenta de que ya se había dormido.

No corte la llamada para también disfrutar su respiración, también me relajaba y con celular en la oreja me acomode para dormir con ese sonido de fondo.

Mañana será un gran día.

Like A LionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora