Die Samenvertreibung

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— Vamos, tú puedes hacerlo —me animé antes de tocar la puerta — Sólo serán un par de semanas, luego de eso la dejarás y vivirá felizmente en el palacio —susurré para calmarme.

— Buenos días ¿que se le ofrece? —levanté la cabeza y me encontré con una bella chica, parecía que acababa de despertar ya que tenía los ojos medio acuosos y el pelo desordenado, de veía hermosa.

— B-Buenos días, yo —tartamudeé y quise golpearme contra la pared para dejar de hacerlo, pero debía mantener mi imagen — S-Soy parte de la realeza y vengo a decirte que por favor-

— ¿Quieres pasar? Hace algo de frío —me interrumpió y me di cuenta que no tenía nada en los pies y los movía para calentarlo, afirme rápidamente y la seguí — ¿Quieres algo para beber? Tenemos jugo de naranja, bebida y agua—negué con la cabeza.

— Estoy bien —ella negó y salió a buscarme algo, esa acción me recordó mucho a la Reina Tiffany, no podías negarle nada ya que de igual forma lo traía — ¿Vives sola? —no pude evitar preguntar al verla llegar con dos tazas de té.

El hogar no era tan lujoso como el mío, que estaba lleno de adornos medievales y cuadros de todos los reyes, obviamente yo salía en algunos, junto la familia real. Pero este tenía lo justo y necesario, unos muebles por ahí y unas fotos por acá, no se notaba pobre pero de igual forma me di cuenta de la diferencia.

— Mi padre murió en la guerra civil contra los Reyes K y mi madre trabaja en la cocina del Reino, así que prácticamente vivo sola, ella se la pasa día y noche allá —afirmé con la cabeza y probé el delicioso té.

— Espere —deje la taza en la pequeña mesa que estaba entre nosotras— ¿Eso quiere decir que sabes quien es la princesa? —pregunte nerviosa, si sabía, eso explicaría su amabilidad.

— Mi madre solo cocina, no conoce a la princesa y solo ha visto a los reyes un par de veces —dijo con una hermosa sonrisa que me calmó por completo —¿A que se debe su visita, señorita de la realeza?

— NingNing, llamame NingNing —repitió mi nombre y nunca había escuchado mi nombre de una forma tan bella, ahora entendía porque Minjeong estaba con ella, es demasiado perfecta— Vine a que termines con la princesa Kim —dije más seria y ella rápidamente sacó su bella sonrisa.

— No puedo hacerlo, la amo —tenía una expresión tranquila pero su voz sonaba enojada, se notaba que se mantenía por yo ser de la realeza — Ahora la veo mucho menos pero le demostraré todo mi amor cada lunes de visitas, me dedicaré a enamorarla nuevamente cada Lunes para que se niegue en la boda —la miré confundida por lo ultimo — En la boda es el único lugar que se puede negar a toda esta horrible tradición, Jennie lo hizo con el Rey Taehyung hace cuatro generaciones atrás, no hicieron nada más que dejarla ir ya que todo el pueblo estaba ahí y debían mantener una buena imagen —afirme ante sus palabras, tenía razón.

Jennie no fue la primera persona que se negó a la realeza, había mucho en el pasado pero ella era la más actual en hacerlo. El Rey Taehyung quedó devastado por muchos meses, acababa de ser revelado a la gente y tenía que gobernar solo, sin su mano derecha que lo calmara o lo ayudara a pensar. Pero gracias a Jennie, Naevis se pudo expandir ya que mientras trabajaba con el gran reino Army se enamoró de la princesa Yoongi, era un amor mutuo así que no hubieron muchos problemas para que se casaran.

A pesar de que el reino MY era pequeño a comparación de Army, ambos decidieron no concervar el nombre de ninguno de los dos Reino y lo llamaron Naevis, con el significado de que nunca jamás el reino caerá. A pesar de que todo fue gracias al rechazo, ambos reyes decidieron borrarla de la historia, nadie podría saber que había un método para negarse a la tradición.

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