Bruder

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Generalmente se demoran una semana en dar los resultados del examen y yo estaba más ansiosa en ver los resultados de Minjeong que los míos, en esos podría saber que tan buena profesora era.

— Jeon Jimin, tiene visitas —habló Seulgi, mi guardaespaldas infiltrada e inspectora del colegio. Al entrar al salon de clases, todos quedamos confundidos, nadie antes había venido a verme. Con inseguridad salí para saber de quien se trataba.

— ¿Quién es? —pregunté fría, intentando no emocionarme ante el pensamiento de que podrían ser mis padres.

— Es tu hermano, viene a darte un mensaje por parte de tus padres —sonreí al saber quién era, mi hermano menor y yo siempre siempre tuvimos una buena relación, él era completamente diferente a mí pero me entendía y escuchaba, era el único que de la familia que me podía venir a ver.

— ¡Mark! —grité al verlo sentado en la habitación de visitas — Te extrañé mucho.

— Yo igual —me abrazó, pude notar que había crecido bastante— Y vine con buenas noticias —nos separamos para poder sentarnos.

— Cuéntame, hace mucho que no sé nada del mundo exterior.

— Tus padres estuvieron discutiendo por meses por la selección —me acomode emocionada, con lo romántica que había sido la historia de mis padres la idea de conocer a mi futuro esposo de esa misma forma me llegaba a emocionar de cierta manera — Dicen que lo suyo y lo de los abuelo fue suerte, así que quieren presentarte una serie de chicos por si no llegase a funcionar.

— ¿Elegir antes de la selección?

— Exactamente, no quieren que un cualquiera arruine lo que llevan todo su reinado intentando arreglar, tienen miedo que sea alguien como los abuelos o peor —afirmé con la cabeza, entendiendo completamente a mis padres, aunque supiera que eso era imposible, yo no dejaría que todo se arruinaría — Desde la próxima semana tendrás visita del primer chico, es alguien con buena educación, parece ser un chico educado y caballeroso, su nombre es Byun Baekhyun un poco mayor que tú.

— ¿Por cuánto tiempo estaré con él? —pregunté seria.

— Se verán una vez a la semana, los domingos para no interrumpir tus clases, estarán conociéndose por dos meses a menos de que quieras seguir en contacto o dejar de verlo antes —afirmé con la cabeza — Se verán por tres horas aproximadamente, así que ya ve preparando el tema de conversación, que te conozco, eres bastante tímida y fría.

— Sabes que por cosas del reino hago cualquier cosa, hasta dejar mi timidez —me sonrió con cariño

— No sabes lo aburrido que ha sido todo afuera sin ti —murmullo

— No sabes lo horrible que se ha hecho mi vida al llegar una chica nueva —y ese fue el inicio de un gran monólogo donde no hacía nada más que quejarme de la existencia de Minjeong.

Mi hermano solo reía y afirmaba con la cabeza mientras yo me enojaba cada vez más al recordar las cosas de Minjeong, como cuando no deja de chillar o cuando me enteraba de que les respondía a los adultos del lugar, pero luego del día de visitas mejoró un poco mi opinión sobre ella, al parecer realmente le dolia pensar que la abandonaron ya que no le tenían esperanzas.

Le dije todo lo que sabía de Minjeong, todo menos la vez que la encontré amarrada, le prometí no contárselo a nadie y yo cumplía siempre mi palabra, sin importar cuanto la odiara.

Luego de escuchar que mi clase habia terminado, nos despedimos para que yo no perdiera otra clase y Mark no perdiera mas tiempo en mí, él tenia muchas cosas que hacer en el castillo ante mi ausencia.

Camine hacia mi salón de clases, pasando por la de las menores ya que se encontraba en el ruta. Me sorprendió ver a Minjeong llorar en el pasillo, estaba sola mientras Yeji y Ryujin discutían que hacer con ella.

— ¿Qué pasó? —me senté a su lado y le hice unas señas a las chicas para que trajeran algo de agua.

— No logré sacarme una buena nota —susurró y me pasó la hoja de notas.

Ahí salían las anteriores y no voy a mentir, eran horrible y estaba segura que el poco puntaje que tenía era por el azar. Pero me di cuenta que las de ahora no eran como las anteriores, había subido pero no llegaban ni al 70 cuando yo esperaba que al menos tuviera un 80

— Te fue horrible —susurré.

— Gracias —se quejó — Creo que debería rendirme —murmuró — El colegio no es lo mío, nunca puedo hacer nada.

— Oh vamos, no te eches para atrás tan rápido, puedes subir las notas, estoy segura que a la próxima podrás lograr llegar al 80, antes no tenías ninguna base, ahora sí —le devolví su hoja de notas — Así que siguiremos estudiando juntas hasta que tengas un 90.

— ¿Por qué me ayudas tanto si me odias? —me miro con sus ojos acuosos.

— Porque me lo pediste.

— Bueno, no pensé que aceptarías.

— Bien, acepté porque es mi deber como tu amiga, por lo que aunque te odie debo estar a tu lado ¿no? —le di unas palmaditas en la espalda.

— No lo sé, nunca antes había tenido a alguien —susurró antes de que llegarán las chicas con una botella de agua y se pusieran a conversar animadamente.

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