Like A Lion

Im Palast

— No puedo creer que estoy en el palacio —susurro por milésima vez Minjeong.

Se encontraba caminando mientras observaba cada detalle del lugar. Al parecer sus náuseas ya habían pasado, pues parecía una niña de 5 que acababa de descubrir el mundo, tocaba todo lo que veía y su boca no se cerraba.

Myeong y yo caminábamos detrás de ella esperando a que saliera de su shock. Me gustaba verla así de curiosa, en el colegio también fue así, es algo que me gusta de ella.

Miré la hora de mi celular y supe que ya era hora de que comiéramos algo. Antes de que pudiera decir algo unos guardias se pararon al frente de Minjeong.

— Señorita Kim, le informamos que el almuerzo ya está listo —dijo el guardia.

Minjeong me miró y luego al guardia que estaba vestido con una armadura elegante y simple, a mi madre le gusta conservar las tradiciones antiguas del reino, debajo de eso tenían lo moderno para protegerse.

Agarré la mano de mi novia y Myeong ladró para luego guiarla hasta el comedor familiar. Minjeong no dejaba de ver los cuadros y adornos mientras caminaba pero cuando entró y vio a mi madre se comportó de una forma formal o eso parecía que intentaba ya que se veía bastante torpe.

— Buenos tardes Reina Tiffany, buenas tardes Rey Taecyeon —dijo mientras hacía una exagerada reverencia, Ryujin y Yeji soltaron una gran carcajada.

— Buenas tardes Señorita Kim ¿se encuentra bien? Supe que se sintió mal durante un momento —dijo mi madre.

— Me sorprendió la belleza del lugar, mi reina —respondió educada, tanto que me confundía si realmente era Minjeong la que había traído.

— No es necesario la formalidad, acá todos somos familia ahora —mi padre se levantó y camino hacia mi pequeña — Jimin me ha hablado mucho de ti, espero que seas como te describió ya que suenas perfecta para el trono.

— Oh dios —vi como Minjeong se tambaleó y se sujetó en mi hombro y yo de su cintura por si se desmayaba, no quería que se hiciera daño.

— No la presiones, mi amor —dijo mi madre al darse cuenta de la reacción de Minjeong — Chicas, tomen asiento

Minjeong me siguió con timidez para luego sentarse a mi lado. No habló en ningún momento en la mesa, ni siquiera se enojaba cuando Ryujin la provocaba. Le agarré la mano bajo la mesa pensando que eso la iba a tranquilizar, su mano estaba sudada y me di cuenta que se veía más pálida de lo normal.

Miré a mi hermanos y le hice unas señas que obviamente no entendió, a veces Mark podía ser muy idiota para ser parte de esta familia, en ocasos creo que es adoptado ya que ni siquiera se parece al resto.

Volví a mirar a Minjeong y luego a mi madre, ella sí entendió mis señas así que se levanto y se sentó al lado de Minjeong, pude ver que con disimulación le tomo la temperatura con la mano, y la analizo por un largo tiempo, después me guiño un ojo, se encontraba bien. Al parecer solo estaba nerviosa en estar acá.

— Perdón por retirarme así pero tenemos una reunión importante —anuncio mi madre mientras se limpiaba con un pañuelo — Mi amor, cuida bien de Minjeong mientras no estamos, sabes que cualquier cosa puedes ir a donde Seulgi y si es muy urgente, llamarnos —abrazó el brazo de mi padre — Disfruten el resto del almuerzo —se despidió.

— Tengo que ir a las clases de guardia —se levanto Yeji, como tradición familiar cuando se gradué del colegio sera mi guardia personal.

— Yo tengo que acompañar a mis padres al consejo —dijo mientras se levantaba Yizhuo.

— Yo no tengo nada que hacer pero al parecer es una retirada para dejarlas a solas —Ryujin agarró a Mark y se lo llevó con ella. Seulgi e Irene salieron detrás de ellos.

Miré al guardia y el miro a otro lado, seguramente fue mi madre la que planeo todo esto, siempre hacía este tipo de cosas, cuando conocí a NingNing ella siempre me dejaba a solas con ella, también pasó con los hijos de alguna persona importante que venía a visitarnos.

Minjeong soltó un gran suspiro y se recostó en mi hombro, parecía muy cansada. La observé para saber que es lo que pasaba, pensaba que si le preguntaba solo iba a decir que nada así que tenía que analizar la situación.

— Odio fingir ser una persona educada —susurró y yo me quedé sorprendida, generalmente una persona no suelta eso tan fácil — Odio mantenerme derecha, comer de a poco, mantener una sonrisa y mantenerme tranquila — se separó de mí y me miró a los ojos — ¿Tendré que hacer todo eso para estar contigo? —pude notar desagrado en su voz y negué con la cabeza.

— No sabía que esas cosas eran incomodas de hacer, a mi me criaron para hacer todas esas cosas sin esfuerzo pero Minjeong, acá nadie te juzgara por comer rápido, por reírte fuerte o por no ser tan respetuosa.

— Me estás haciendo parecer una mala persona —dijo con una sonrisa.

-— Lo que quiero decir es que mi familia es como cualquier otra, tiene sus fallas —miré la mesa — Mi padre a veces se duerme mientras come, mi madre aveces se pone a hablar muy fuerte cuando se emociona, a mi hermano se le cae la comida y yo tengo la mala costumbre de usar cualquier cosa para sacarme las cosas entremedio de los dientes —miré a las personas que retiraban cosas de la mesa, la mayoría afirmaba con la cabeza — Y si alguien te llega a criticar, yo misma te defenderé.

— ¿Lo harás? —hizo un puchero que hizo que mi corazón se derritiera.

— Claro, te amo y te protegeré con todas mis fuerzas —agarré su mano para así irnos del lugarh — Además no todo es malo en el palacio ¿te gustaría ponerte algún vestido antiguo o jugar con el arco?

— Quiero descansar —solté una leve sonrisa y negué con la cabeza.

— Vamos a montar un caballo —Minjeong intentó huir pero como yo tenía mucho más fuerza que ella la cargue hasta donde descansaban los caballos.

Quería mostrarle todo lo que me gustaba del palacio, todo lo que hacia para divertirme cuando yo era pequeña. Por primera vez en mucho tiempo sentía que era una niña y no una adulta responsable que debo ser para gobernar el país. Durante el camino le conté muchas historias sobre cada lugar, como cuando Ryujin intentó pintar los retratos familiares o cuando intenté meterme a una junta del consejo.

— Eso me separa mucho del piso —dijo al ver un gran caballo — No quiero morir tan joven Yuji —vi como intento escapar pero el guardia que estaba por ahí la agarro por mi — ¡Ayuda! —gritó mientras pataleaba en el hombro del señor.

— No te obligaré a subirte —recordé el truco que uso mi padre en mi — Sólo hagámosle algo de cariño a tiramisú —el guardia soltó a Minjeong — Mira, el es mi caballo favorito.

— Es muy grande —susurró con miedo.

— Pero es muy cariñoso, mira como Myeong se acuesta debajo de el, ni siquiera le molesta —Tiramisu, mi caballo era uno que estaba entrenado para ser tranquilo y para correr, mi tatarabuelo los tenía ya que los caballos eran mas fácil que usar que un auto, el padre de Ning dijo que conserváramos la tradición de tenerlos entrenados ya que así en caso de una emergencia, con ellos seria mas fácil escapar. Mi caballo es de un cafe medio rojizo y solo me hacia caso a mí, si alguien mas intentaba montarlo el rápidamente lo botaría, a menos que yo lo mantuviera tranquilo. Ryujin se ha caído dos veces de el.

— Si me mata, te mato —dijo mientras acercaba su mano muy lentamente a el.

Se notaba que le tenía mucho miedo pero su curiosidad era mayor. Entrecerró los ojos y se mordió el labio antes de tocarle la cabeza. Al ya tocarlo lo acaricio con miedo, mientras mas tiempo pasaba su cara de miedo se iba transformando en uno de felicidad.

— Es muy suave —dijo con una sonrisa — Quiero montarlo —cuando yo era chica me había demorado mucho mas en ceder.

— ¿En serio? —dije emocionada y fui a buscar la montura para así montarlo sin problema.