Flitterwochen (M)

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— ¿A dónde vamos? —dije mientras Jimin ponía algo de mi ropa en un bolso.

Recién había terminado la cena donde pasamos todo el momento coqueteándonos. Yo estaba más que caliente para acostarme con Jimin, pero al perecer algo le pasó a Jimin que ni si quiera me miraba desde que sacaron a su padre todo ebrio del salón donde comíamos.

— No soporto este lugar, nos escaparemos y tendremos una vida libre de miradas —dijo y cerró con fuerza el bolso.

— ¿Qué? —me acerque a ella para detenerla — No entrene un año para que me digas que no quieres ser princesa, no sabes cuánto tiempo pelee conmigo misma para no salir corriendo.

— Eres estúpida —dijo entre risas.

— Tú eres la estúpida, Mark no puede gobernar, no esta preparado para eso, Naevis caerá sin ti —alce la voz, enojada y ella sólo se acercó a besarme.

— Nos iremos a la cabaña, ahí tengo todo para lo que te quiero hacer ¿en serio crees que me acobardaría y escaparía? —me besó nuevamente y se alejó de mi.

— La verdad sí —susurré — Pero no hagas bromas cuando estoy caliente, mi cerebro no esta funcionando bien, solo tengo la palabra follar ahí —le grité y ella rió — Me asustas, imbécil.

— Acá la imbécil eres tú —me agarró de la mano y salimos de mi habitación — ¿No esperabas que dejara que todo el castillo te escuche gritar?

— ¿Por qué gritaría? —pregunté entre emocionada y asustada, ella rió suavemente.

Bajamos las escaleras y afuera vi que Giselle estaba en el auto, lista para manejar. Mire a Jimin nerviosa ya que yo no confiaba mucho en sus habilidades de manejo, pero ella solo me ordenó amablemente a que entrara.

Moriré en camino a tener sexo, si Giselle chocaba en este momento me iba a ir directamente al infierno por caliente. Rece antes de que encendiera el motor.

— Dejen de besarse que me empañan las ventanas —Jimin se separo de mi entre risas — Si choco es su culpa, hormonales.

— No diré nada —susurré al recordar que con Giselle éramos iguales o peor.

Reí mas fuerte de lo que quería al pensar que mi ex me estaba llevando despues de mi boda a coger con mi novia, estoy segura de que esto no le pasaba todo el mundo. No sabía que Jimin tenía la suficiente confianza como para pedirle a ella que nos lleve, no sabía que ella sí confiaba en sus habilidades de manejo.

— Por favor no dejes a Minjeong invalida —dijo cuando llegamos — Mañana tiene que ir a una reunión, no creo que quieras que todos los ministros vean como la ayudas a sentarse.

— No prometo nada —gritó de vuelta ya abajo del auto.

— Eso mi amor, sin piedad —le susurre.

Al entrar a la cabaña todo estaba cambiado nuevamente, parecía una casa de vacaciones, hogareña y hermosa. Pero eso no era lo que me importaba en el momento así que miré a Jimin en espera de que hiciera algo.

Ella me besó de tal forma que termine acorralada contra la pared, mas que calentura ella estaba siendo cariñosa con sus movimientos, haciendo que el momento fuera algo tierno.

— Ya cógeme —susurré cuando se separó de mí para respirar.

— ¿Por qué arruinas el momento?

— Porque estoy muy excitada, mi amor —la besé nuevamente, intentando de que ella supiera lo mal que estaba por su culpa.

— Tienes 15 minutos —susurró antes de separarse — A la habitación de entrenamiento.

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