Wirklichkeit

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Minjeong al despertar solo pudo ver a Hyewon ordenando la habitación lo más silencioso que podía. Hizo un puchero al ver que Jimin no se encontraba en el lugar, pero sabía perfectamente porque no estaba así que solo se acomodo en la cama para ocultarse entre las mantas, no quería volver a la realidad de que afuera de la cabaña el mundo estaba en un caos.

Hyewon al ver a Minjeong hacer eso solo suspiró, ella y todos en el país estaban estresado por la guerra, lo de ayer fue un recreo que ella igual disfruto con sus compañeros de trabajo. El palacio estaba lleno de alegría que por un segundo olvidó que su hermano estaba peleando por el reino.

En parte sentía envidia y enojo por Minjeong. Se la pasaba todo el día con sus amigas del palacio sin hacer nada mas que hablar y jugar con sus perros mientras todos buscaban una solución de poder acabar con eso.

— Hyewon —se sentó en la cama y miró a su trabajadora — ¿Cómo ha estado tu hermano? —su voz sonaba apagada.

— Espero que bien, hoy en la mañana recibí una llamada de él así que estoy feliz de que siga vivo—luego de eso el lugar volvió a estar en silencio y Hyewon se retiro del lugar para ir a buscar el desayuno para la princesa.

Era la primera vez que Hyewon veía tan apagada a Minjeong, al despertar siempre gruñía para luego empezar cada vez más a hablar. Hyewon pensó que tal vez Minjeong no era como ella pensaba, una rebelde y despreocupada persona.

— ¿Sabes usar un arma? —le preguntó cuando volvió a la habitación, seguía sentada en la cama con la mirada levemente perdida.

Por otro lado, Ryujin estaba en su habitación en el castillo, ya había comido y arreglado para tener un día productivo pero su novio no la dejo ayudar con nada en el lugar, ella se negó tanto que mandaron a Yeji a vigilarla.

— Esto es ridículo —murmulla enojada.

— Es cierto, el rosado y el amarillo no combina muy bien —Yeji miro el tazón que estaba pintando su menor — ¿Qué intentas hacer?

— Un paisaje —se lo mostró mejor y Yeji rió.

— No lo parece.

— Es que no había azul ni verde —murmullo y sus ojos se volvieron acuosos.

— ¿En serio? —revisó lo más rápido posible para que Ryujin no llorara, ella siempre fue sensible pero ahora con sus hormonas alterada era mil veces peor — Saldré ahora mismo a comprar —agarro su abrigo y corrió hacia la puerta — Vuelvo en 20 minutos ¿okay? No hagas ninguna locura, por favor.

— Mejor compra otra cosa que hacer, esta taza es un asco —sus lagrimas salieron y Yeji salió corriendo para buscar algo para su amiga, corrió más rápido de lo que sus piernas se lo permitían.

— Perdón, estoy apurada —dijo al chocar con alguien, ni siquiera se detuvo.

— La generación de ahora —susurro el Rey al ver que se iba Yeji — Ni un respeto —rió levemente y siguió caminando hacia su objetivo.

Taecyeon estaba sudando más de lo que debía y hacia lo posible para que su esposa no se diera cuenta, también había estado vomitando, por eso estaba en el pasillo y no en una reunión.

Mientras caminaba se apoyaba en la pared ya que también estaba con los pies dormidos y mareado, cada vez que veía a alguien en el pasillo hacia lo posible para verse bien, sabía que si lo veían así de mal le iban a contar inmediatamente a la reina y él no quería ocasionarle mas problemas por una estupidez, o eso pensaba el.

— Estúpido cuerpo —gruñó ya que le estaba costando demasiado en llegar a la sala de reunión.

— Diciendo eso se le nota más la edad, su majestad —asustado alzo la mirada para encontrarse con Giselle — ¿Quiere que lo ayude, abuelito?

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