Por momentos tenía la sensación de estar demente y perder el sentido de la realidad, simplemente no podía aceptar que Kai estuviera haciendo esto, que jugara en mi contra y no conmigo.
Me quedé en el bar de la galería, solo si estaba ebrio podría expresar mis sentimientos de forma correcta y sin recibir ningún tipo de crítica, en realidad creí que tendría las ganas de ir a Turín a partirle la cara, pero lo único que pude hacer fue llorar y sentirme tan vulnerable como nunca.
¿Cómo voy a vencer a alguien que es mucho mejor que yo en todo?
—Debo haber enloquecido, solo a mí se me ocurre buscarte en éste lugar como última opción —dijo Nicolás a una distancia prudente—, ya estás ebrio.
—¿Alguna vez alguien te ha odiado?
—Yo creo que sí.
—¿Y si esa persona es alguien a quien amas profundamente?
—Kai no te odia, está enojado con las circunstancias, tú no elegiste que las cosas sucedieran así, pudiste ser tú también, también pudiste morir.
—El problema es que estoy aquí, al parecer ¿Qué voy a hacer? No puedo pelear contra él, no puedo Nicolás, no voy a poder.
—Vas a tener que poder, si pierdes, vas a perderlo todo, no puedes dejarlo ganar, esto no es una pelea arriba de un ring, Karim, es la vida de tu familia.
—Él es mi familia.
—Vas a tener que fijar prioridades, Mariana y los niños o Kai.
—Debería morirme ahora mismo, prefiero eso a tener que elegir.
—Si mueres todos pierden, pierde Kai, porque no está enojado contigo, está enojado con lo que representas, no ha entendido que así como para él Quetzal es su prioridad, mi hermana ahora es la tuya, hiciste lo que estaba en tus manos en ese momento, no tenías el poder que tendrás al final del año...
—Si gano la pelea, claro está...
—Vas a tener que salir a ganar.
—¿Quieres que mate a mi hermano?
—¿Crees que él no lo hará si tiene la oportunidad? —sentí que mi pecho crujió, no podía borrar de mi mente su mirada, me odia, me odia profundamente y no hay nada que pueda hacer para cambiarlo.
—Quisiera no tener una respuesta para esa pregunta, pero creo que ambos sabemos que lo hará si es necesario —suspiré, me bebí el trago de un golpe, me estaba volviendo loco.
—Suficiente, vamos a casa.
—¿Quieres que vaya así a mi casa?
—Estás ebrio ¿Y qué? Mariana es buena lidiando con borrachos, vamos.
Tuvo que sostenerme, el piso se me movía tanto que el hijo de puta vibraba, si soy honesto, no sé cómo sentirme en realidad y eso vuelve mi duelo infinitamente doloroso.
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🇮🇹 𝐈𝐥 𝐌í𝐨 𝐂𝐚𝐩𝐨 𝟐: 𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚 𝐒𝐨𝐛𝐫𝐞 𝐈𝐭𝐚𝐥𝐢𝐚 🇮🇹
Teen FictionDespués de tener claro el poco prometedor panorama actual de la mafia, Kai Assanti está decidido a recuperar a su gran amor y protegerlo a toda costa, aunque eso signifique quitarle el trono de La Cosa Nostra a su propio hermano. "He sembrado odio...