CAPÍTULO XVIII "LA NUEVA SEDE: FRANCIA"

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Después de todo, no podíamos ignorar el cumpleaños del tío José Manuel y el aniversario de la muerte de la tía Jossie

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Después de todo, no podíamos ignorar el cumpleaños del tío José Manuel y el aniversario de la muerte de la tía Jossie. Kai Assanti no había escatimado en gastos para rendirle una ceremonia religiosa de alta alcurnia a su suegro, habían adornado la capilla con rosas rojas como tanto les gustaba a los Aragón y para mi sorpresa, me encontré con el mismo Kai mirando las fotos de sus suegros, quienes habían partido de este mundo aún muy jóvenes.

—¿Qué haces? —cuestioné.

—Estoy agradeciendo, sin ellos mi Quetzal no hubiera llegado al mundo y no tendría razón de existir.

—Qué dramático.

—No pudieron estar separados, no quisieron a tal grado que eligieron morir a quedarse uno sin el otro, solo espero que mi fiera sea tan fuerte para continuar sin mí, porque yo simplemente no podría.

—Ella sabe cuidarse bien, estará a salvo.

—He puesto toda mi fe y protección sobre ella, Will, no quiero nada para mí que no sea ella —dijo mientras dejaba una hermosa rosa roja cerca de la foto de la tía Jossie.

—Era preciosa.

—Se parece a su hija, le quedó preciosa, si pudiera agradecerle por tremendo monumento.

—La amas, creo que es la primera vez que te veo entregado totalmente a alguien, Kai.

—Estaba esperando por ella, se tardó un poco, pero quién soy yo para cuestionar los planes de Dios.

—¿Crees que esto es obra de Dios? Son un peligro para la humanidad juntos, dudo que esto tenga tintes religiosos, amigo.

—Si no fue él, no sé quién podría hacerlo, juntó agua salada y agua dulce.

—Tú eres el salado.

—Claro que sí, ella es dulce.

—No me digas.

—No me preguntes.

Sorpresivamente, y digo sorpresivamente dado que Kai está desafiando todo el sistema de los Assanti con el simple hecho de aferrarse a Quetzal, apareció la reina de los infiernos, esa que escribió la célebre frase en las puertas del infierno de Dante Alighieri.

—William —dijo sin mirarme.

—Señora —respondí, retrocedí un poco, pero necesitaría estar loco para irme y dejarlos solos, me mantuve a una distancia prudente.

—¿Vienes a mostrar respeto cuando no comprendes el significado de eso, Gretta?

—Kai, te amo, eres mi adorado nieto, pero debo aceptar que tus desafíos ya no tienen belleza, es suficiente.

—¿Qué es suficiente? Tengo muchos cabos sueltos, necesito averiguar quién provocó que perdiera a mi hijo y también necesito el trono del culpable.

🇮🇹 𝐈𝐥 𝐌í𝐨 𝐂𝐚𝐩𝐨 𝟐: 𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚 𝐒𝐨𝐛𝐫𝐞 𝐈𝐭𝐚𝐥𝐢𝐚 🇮🇹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora