CAPITULO XLV "VACUNA"

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Desde que era niño, por alguna extraña razón, tenía el gusto por ver el cielo y pensar en cosas que terminaba olvidando al instante, sin embargo, algo estaba diferente, solo podía pensar en la chinche y sonreír como un idiota, entonces me pregunté...

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Desde que era niño, por alguna extraña razón, tenía el gusto por ver el cielo y pensar en cosas que terminaba olvidando al instante, sin embargo, algo estaba diferente, solo podía pensar en la chinche y sonreír como un idiota, entonces me pregunté qué demonios me gustaba de ella.

Y no encontré una respuesta concreta, me gustaba hasta en tono espiritual, no había conocido a alguien que fuera tan congruente con mi personalidad y tan contraria a la vez.

—¿Amorcito? —sonreí una vez que escuché la voz de la abuela, me levanté del tejado y miré hacia abajo.

—Hola abuela.

—Oye ¿Qué haces ahí? Baja ahora mismo, si te ve tu abuelo se infartará.

—Él sigue creyendo que soy un bebé.

—Yo también lo creo —bajé de un salto, la abuela apenas me tuvo cerca me revisó el reloj, mi corazón está tan en paz como no debería.

—Estoy bien.

—Ya lo veo —suspiró—, he querido tener una sincera conversación contigo, desde el compromiso de Gabriela no has dicho mayor cosa.

—No la amo, abuela, creo que en los meses que estuve lejos de ella entendí mil cosas, una de ellas es que la aprecio pero que nunca llegué a amarla, me siento muy bien con Valentina, está loca y me molestó mucho cuando la conocí, incluso me lanzó un zapato a la cabeza…

—Dicen que es hija de Amílcar Puerto, solo quiero que lo sepas.

—Creo que no, creo que es hija de alguien más.

—¿De quién?

—Del tío Daniel —la abuela se quedó pensando, el papá de Valentina había muerto cuando ella era muy pequeña, tal vez, ni siquiera había nacido.

—Es probable, Daniel conocía a su madre, el que tendría más certeza es tu padre.

—Papá sabía muchas cosas.

—Era cosa seria tu padre.

—¿Ya me vas a contar qué pasó cuando le dijiste que la tía Eva era su hermana?

—No fue bonito, tu padre no se medía con nadie, era respetuoso con las mujeres, pero intimidaba, el que nunca distinguió mujeres de hombres fue Yordan, aunque jamás se puso contra mí, pero sí contra tu madre.

—¿En serio?

—Nunca pudo ganarle, tu padre la protegió incluso cuando hizo mal las cosas, era buena persona después de todo, tu carácter se parece mucho al de él, por cierto.

—¿A qué te refieres?

—Tu papá se iba a casar con Erika y se enamoró de tu madre en tres días, como Romeo, como tú de Valentina, te ves realmente enamorado de ella, Richi.

🇮🇹 𝐈𝐥 𝐌í𝐨 𝐂𝐚𝐩𝐨 𝟐: 𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚 𝐒𝐨𝐛𝐫𝐞 𝐈𝐭𝐚𝐥𝐢𝐚 🇮🇹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora