Después de tener claro el poco prometedor panorama actual de la mafia, Kai Assanti está decidido a recuperar a su gran amor y protegerlo a toda costa, aunque eso signifique quitarle el trono de La Cosa Nostra a su propio hermano.
"He sembrado odio...
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Estaba tan preocupado por otras cosas que no fui consciente de mis propios padecimientos, tenía destrozado el brazo y después del efecto del medicamento, me dolía hasta el alma.
Estaba medio sobrio cuando Corey apareció en mi recámara, taciturno y con el brazo inmovilizado.
—No hay funeral aquí, quita esa cara.
—¿Qué le hiciste a tu nariz?
—Hammani creyó que necesitaba rinoplastia.
—¿Cómo te sientes?
—Como si me hubieran dado una paliza ¿Qué tenemos?
—Adami te tiene coraje, bueno, a Karim, pero eres como una extensión de ese mocoso, así que te va a fastidiar, los indicios que tiene, son suficientes para llevarte a prisión.
—Lo imaginé, estuve en el lugar, a punto de morir ahogado, por cierto, mi auto… necesito saber quién me tendió la cama.
—Es uno de los nuestros, Kai, debemos tener cuidado, si eres objetivo, todos tienen una razón.
—¿Quieres que busque dentro de mi cocina? Es imposible.
—Mandé analizar la bala que encontraron en el cuerpo de tu hermano, corresponde a una de nuestras armas del almacén, sin huellas.
—Ay no puede ser, no puede ser.
—Kai, las pruebas de la inocencia de Karim ya se encuentran en la fiscalía, los voy a demandar por difamación y lo que se me ocurra, con el dinero que cobremos voy a construir un hospital con el nombre de tu hermano, porque eso le gustará cuando despierte.
—Es cierto, es muy egolatra, mi pobre hermano, está destrozado y no puedo pensar en él.
—Resolverás esto para que él pueda estar bien, estoy sospechando que los Molinari saben el estado de tu hermano, si tu vas a prisión no habría nadie estable para tomar el mando, pero me supongo que no esperaban la participación de Massimo Assanti, tu querido primo.
—Aunque lo digas en ese tono, es mi primo querido, a Cristiano también lo quiero, pero Massimo tiene un plus porque de las mismas bolas que salió, también el malnacido de Hammani, entonces tú comprendes.
—¿Por qué borraste las imágenes en donde aparecía Hammani en el video de tu hermano?
—No es propio que el cabrón vaya a prisión.
—¿Y tú si?
—Terminé en esto porque a veces la suerte se me acaba momentáneamente, pero se acumula, vuelve y ganaremos esto a como dé lugar.
—Claro que sí.
Alguien llamó a la puerta y abrió, aparecieron unas flores azules, fruncí los labios.
—Mi querido primo está despierto.
—Massimo, trajiste flores, hijo de puta, esas solo son para los muertos.
