Después de tener claro el poco prometedor panorama actual de la mafia, Kai Assanti está decidido a recuperar a su gran amor y protegerlo a toda costa, aunque eso signifique quitarle el trono de La Cosa Nostra a su propio hermano.
"He sembrado odio...
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Después de la boda de Massimo y Yordana tuve que volar directo a Sinaloa para arreglar unos pendientes.
Volé con mi preciosa ya que los viajes con ella suelen ser cortos, incluso le faltan horas al día, estar a su lado se ha vuelto mi placer favorito.
—¿No es peligroso que vayas solo? Debiste decirle a Mauricio.
—No te preocupes linda hermosa, lo solucionamos como diplomáticos o como plomaticos, eso lo deciden ellos, diplomacia o plomo.
—Pero qué audaz.
—Nomás tantito, además viene usted, es más pegrilosa que nadie, mamacita.
Llegamos a los límites de Sinaloa con Chihuahua, el olor del ambiente me puso un poco incómodo, mis hombres se alertaron, chingada madre, debí traerme al Polito.
Saqué mi arma y miré por la ventanilla, Valentina no necesitó mayor información, me sacó el otra arma de la cadera y le quitó el seguro.
—Tranqui Dragón, todo calmado —refirió Venegas, ya debería jubilarlo, pero no quiere. Cleo bajó de la camioneta con cautela, abrió la puerta para nosotros, tomé de la mano a mi princesa y descendimos, vaya vibra tan cortada.
—Amor, los de Juárez no son los más amables, por favor, si empieza una pelea, que no sea por ti.
—Usted tranquila y yo nerviudo, princesa, todo va a salir bien, ya verá.
Los Carrillo nos recibieron con un poco de nerviosismo que se disipó media vez notaron que venía aparentemente solo, Vicente y Rafa, los líderes del cártel, se miraban como si con eso pudieran decirse las cosas como van.
—Aragón, tus horizontes llegan más allá que España ¿Cierto?
—Depende de lo que estés hablando, Chente.
—Oye Ricardo, lo que pasó en Tijuana fue un error, la Malcorra se puso a la defensiva en lugar de decirnos que el trasiego estaba autorizado y dejarnos pasar.
—Lo que hayan hecho en Tijuana es bronca de mi hermano, yo vine aquí por lo que ustedes pretenden en Sinaloa, porque esa sí —encendí mi cigarrillo y le di tremenda calada—, esa sí me pertenece, compadre.
—¿Es necesario que la veracruzana esté aquí? —miró a mi Valiente, elevé las cejas.
—¿De qué me estás hablando padre santo? Ella viene conmigo.
—¿Pese a lo que hizo Ferrer? Después de todo los culos mueven el mundo ¿Verdad Junior?
—A ver papi —le lancé el humo en la cara—, la princesa de mi diestra viene conmigo, si tienes un problema con ella, tienes un problema conmigo y no te lo recomiendo, Chente —miré a Rafa—, amarra a tu hermano, por menos les he reventado el hocico, la señorita es mi dama.
—Disculpa, Richard, Chente ha estado bebiendo de más estos últimos días —Rafa le tiró una mirada violenta su hermano, prácticamente lo corrió con los ojos, Chente se levantó y salió de la zona sin decir más—, ahora sí ¿En qué estábamos?
