Calling || Doctor Strange

Cap 13 - en mis tiempos me invitaban a desayunar primero.

—¿Cuántos días llevamos bebiendo?

—¿A quién le importa? —preguntó desnudo, conservando su máscara. —Somos invencibles.

—¿Te hiciste popo? —la mitad de la cara de Eddi apareció arrugando la nariz, mientras Venom conservaba la otra mitad.

Wade iba a levantarse la máscara para hablar, pero justo al abrir la boca para responder, vomitó en sus pies.

—¡Que maldito asco! —gritó. —¡Carajo!

—Creo que si bebimos demasiado. —dijo, antes de caer dormido en su propio vomito.

Venom desapareció, dejando solo a Eddi, mirando la escena.

—No puedo creer que te vomitó en los pies. —Venom le dijo desde el interior. —Si nos hubiéramos quedado con May, no hubiera pasado esto.

—¿Ubicas qué el lagarto que casi nos come? —preguntó, saliendo por la puerta de la discoteca. —Y no quisiste salir ayudarme, tuve que escapar.

—No me apetecía comer iguana.

—Venom.

—Igual el hombre araña negro te ayudó.

—Vuelves hacer un comentario racista y juro que comeré aceitunas de por vida.

—No fue racista, fue la verdad. —respondió. —Su traje era negro, tú eres el racista por pensar que lo dije por su color de piel, aunque no tendría nada de malo, solo es su color de piel y ya.

—¡Está bien! —gritó mirando el cielo. —¡Perdón Michael B. Jordan por pensar así!

Las personas que venían caminando en su acera, cruzaron la calle para dejarlo solo y por miedo a que fuera algún tipo loco.

—Mira, la gente se aleja de ti. —se burló, riéndose. —Deja de hablar solito.

Eddi le iba a responder, cuando giró su cabeza a una televisión que había en la calle.

Trasmitían como la estatua de la libertad estaba un poco destrozada, con algún tipo escudo en el suelo.

La persona que daba el noticiero se le hizo un poco familiar, pero lo que llamó su atención fue que no dejaba de mencionar el nombre "Hombre araña".

—May... —susurró.

—Hay que ir con el anciano de la capa y los trucos diabólicos. —le dijo Venom. —Él tiene que saber algo de ella.

Dio la vuelta para mirar las calles, pensando en cuál debería ir para llegar a ese lugar, cuando su cuerpo comenzó a desaparecer.

—Me lleva la...

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—Lo siento. —Stephen la sentó en un sofá cama que tenía en el santuario. —Pero necesito que te quites el traje.

—Uy. —sonrió, apretando su cara por el dolor. —Al menos invítame un café.

—Graciosa. —le sonrió sarcásticamente, mientras sacaba un botiquín de primeros auxilios. —Mejor apresúrate.

Ella asintió con su cabeza y se levantó, agradeciendo ver su mochila ahí, aunque antes de lanzar su máscara al suelo, la miró.

—Eddi. —susurró.

—¿Quién? —preguntó Stephen, sin voltear a verla.

—E... —se detuvo, al darse cuenta lo que había sucedido. —No importa.