Cap 25 - mis brujillizas favoritas.

201 25 3
                                    

—Lo mejor será que olvides lo de hoy.

—¿Por qué?

—¿Sabes qué hay leyes en un viaje en el tiempo ¿No?

—Sí.

—Igual en el multiverso. —suspiró. —May.. solo sube a tu habitación y guarda tus cosas, tengo que hacer algo.

—No, no lo haré. —lo detuvo. —No estás tratando con las personas que anteriormente tratabas.

El agachó su cabeza para mirarla a los ojos.

—Estás hablando de mi vida y de mi destino... de mi universo. —negó con su cabeza. —¿Piensas qué solo subiré a mi habitación y negare lo que acaba de pasar? Eres un imbécil.

—Se que soy un imbécil, pero eso no quita que sea el hechicero supremo y sea yo quien controle mi realidad.

—Eso...

—Estas en mi universo, en mi santuario. —se acercó, tomándola del rostro. —No me perteneces a mí, pero estás bajo mi responsabilidad hasta que te vayas a casa.

May negó con su cabeza e iba a dar la vuelta, pero la detuvo.

—Me gusta que seas una mujer segura, pero créeme... cada día qué pasa estoy tratando de evitar que este universo colapse.

—Entonces déjame ayudarte.

—Tu área son las matemáticas... estoy consciente que, con tu inteligencia, Bruce y Stark juntos, podrías crear una máquina capaz de hacer eso, pero estás aquí por magia y por magia te tienes que ir.

—¿Te refieres a qué... Miles no vino aquí por tu hechizo?

—No, alguien más lo mandó.

—Él me contó sobre el colisionador, estaban en una pelea... pensé que lo había mandado por error, incluso les dije a.... a...

—Pero no fue así. —alzó la voz, tomándole los hombros. —May... dijiste que él se pixeleo, eso quiere decir que vivo aquí por una máquina que viaja por los universo.

Ella se alejó un poco y comenzó a dar vueltas, dándose cuenta de lo que estaba diciendo.

Tenía coherencia.

—Tal vez haya sido una coincidencia el hecho de haber caído juntos, pero no era el caso. —la tomó del brazo. —Alguien estaba buscando algo aquí y se dio cuenta del momento exacto para llegar.

May restregó sus ojos y después deslizó sus manos en el cabello, apretándolo.

Stephen trató de alejarse, pero se acercó rápido a tomarla en sus brazos.

Le iba a dar un ataque.

Ella se arrodillo junto a él, mientras Stephen no le permitió estar mucho tiempo de rodillas, ya que apareció en una tina.

Era una tina de baño.

Era su baño.

—May. —susurró, sacudiéndola. —Tranquila.

El guardó silencio y abrió las llaves del agua, haciendo que se llenara más rápido. May sintió mucha tranquilidad al sentirla, ya que estaba fría.

Se dio cuenta que su mochila ya no estaba, al igual que su ropa.

—Tranquila. —murmuró, viendo cómo sus tendones se relajaban, al igual que su respiración.

Las manos de May fueron soltando su cabello, hasta llegar a sus piernas, deslizándola suavemente al tocar el agua.

Ella no abrió sus ojos y siguió tomando aire.

—Cuando murieron mis padres. —comenzó hablar, haciendo que Stephen se sentara a un lado de la tina. —Pensé que me quedaría sola.

El no dejó de mirarla. Se veía cansada y su rostro cambiaba cuando se regresaba o lloraba de desesperado.

Sus rasgos eran llamativos, era expresiva, aunque se viera reservada.

Carismática con ese humor que no entendía.

—Pero vi una esperanza en mis tíos y.... en ser la mujer araña. —negó con su cabeza, dejando caer su cuerpo, cerrando los ojos. —Aunque aún me cuesta entender que un gran poder conlleva una gran responsabilidad.

El no respondió, sino le tomó el cuerpo para que no se sumergiera completamente, ya que se había quedado completamente dormida.

Sus párpados se notaron rojos rápidamente, suponía que su piel era muy delicada, así que dejó que sus tendones se relajaran más con el frío del agua y la cargó, llevándola a su habitación.

Tomó una toalla, enredándola.

La secó cuidadosamente y le puso ropa. No era la ropa que recién habían comprado, sino ropa cómoda de él.

—Descansa. —murmuró.

Salió de la habitación y con un movimiento de manos puso las bolsas en la habitación de May, ya que no había subido nada.

🕸️

—Se dará cuenta que le mentí. —Miles estaba sentado, a un lado de Gwen, en el universo 928.

—Pero no fue tu culpa, Miguel te lo pidió. —sonrió. —Y fue por su propio bien.

—¿Crees que Miguel no quiera hacer nada, por miedo?

—Yo creo que no quiere hacer nada, porqué confía en Strange 199999.

—¿Conociste al Strange siniestro? —preguntó, haciendo que las otras personas que pasaban cerca de ahí, se detuvieran para mirarlo.

Gwen les negó con su cabeza y siguieron caminando, mientras él se extrañaba por ese comportamiento.

—No digas eso aquí. —murmuró.

—¿Está prohibido?

—Solo evitamos decirlo, por respeto a los que ya no están.

Miles asintió con su cabeza y la miró. Estaba enamorado de Gwen, pero no sabía si estaba dispuesto hacer todo lo que hizo Stephen Strange 666 por May.

Tal vez tenían diferentes defunciones de "Moral" como lo dijo la tía May de la 199999.

Por otra parte, Miguel estaba pensando seriamente en entrar a ese universo y devolverla al suyo, para evitar una catástrofe.

—Ahora no es una opción. —dijo, mientras Lyla aparecía en su hombro. —Al menos en el 199999 podremos recibir ayuda de Stephen.

—Tienes razón... pero eso significa doble catástrofe.

—Un hechicero contra otro hechicero.

—Y anteriormente era 1 hechicero, 1 mutante y 1 de los cuatro fantásticos de 838 contra él.

—¿A quién piensas que llame ahora? —preguntó.

—Sería muy bajo para Miguel O'hara exigir ayuda. —se burló, haciendo que revirara los ojos. —Podrías llamar a Luna de la 616 y Wanda Maximoff de la 19999.

—¿Quieres que tenga al Fénix y a la Bruja Escarlata en un solo equipo?

—Sabes que eso ayudaría demasiado. —sonrió, desapareciendo. —Muy aparte... se verían muy bien juntas.

—Pensé que la bruja escarlata estaría en el 616.

—Y yo pensé que tú nunca pedirías ayuda, pero aquí estás.

Lyla ya no estaba presente, pero su voz sí. La inteligencia de Miguel O'hara lo acompañaba infinitamente.

—¿Cuándo empezamos?

—A mi señal.

Calling || Doctor StrangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora