Cap 30 - la escritora tiene un gran problema con los hombres enormes.

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—¿Te conozco?

—¿Disculpa? —le preguntó. —¿No sabes quién soy?

—No.

Stephen salió de su habitación, se veía agitado y preocupado.

—¿A qué vienes, Stark? —bajó las escaleras, para quedar frente a él. —Me fui de tu fiesta.

—Sí, lo sé. —sonrió. —Pero fuiste, muchas gracias por eso.

Stark señaló con una ceja a May, que estaba mirando la habitación donde había salido Stephen.

—Es una amiga.

—Sí, te creí. —chasqueó la boca, acercándose a él. —Puedes invitarla.

—¿A qué?

—A la fiesta que haré. —sonrió. —Halloween.

—¿En serio harás otra fiesta?

—Strange. —interrumpió, colocando su mano en el hombro. —Ganamos... aunque perdimos más de lo que pensamos, estamos aquí y tenemos que celebrarlo.

El no respondió y Tony dejó una invitación en la mesa, mientras daba la vuelta para salir.

—Los espero. —se despidió.

Stephen no tomó la invitación, sino la miró, después de ver a May entrar a su habitación.

Negó con su cabeza, por lo que iba hacer.

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Había un bonito bosque a las afueras de Moscú, lugar en donde algunas personas vivían alejadas de otras.

Strange abrió un portal hasta ahí, quedando en medio de cientos de árboles con algunos frutos peculiares.

—Me sorprende tu visita. —dijo, terminando de cortar algunos, colocándolos en una canasta que llevaba en sus brazos. —Pensé que te habías olvidado de nosotras.

—¿Nosotras? —preguntó, con una sonrisa. —¿A caso Natasha y tú siguen juntas?

—Siempre lo estuvimos.

Wanda lo miró y le dedicó una sonrisa muy cálida, dejando la canasta en el suelo para ir abrazarlo.

—¿Cómo te va? —le preguntó, alejándose de él. —Hace poco me enteré de lo que sucedió en New York.

—¿Te enteraste? —Strange comenzó a reírse. —Y no te dignaste aparecer.

—Tienen al hechicero supremo y a un hombre egocéntrico que usa un traje de hierro, no vi necesaria mi presencia.

—Stark no fue ayudar.

—¿No? —Wanda arqueó las cejas, empezando a caminar por un pequeño sendero que la llevaba a su cabaña. —Es raro, el hombre araña es su protegido.

—Todo se puso raro con el multiverso.

—El multiverso es... complicado.

—¿Qué sabes sobre él?

—Luna no paraba de decir que era peligroso.

—¿Solo ella?

—Bueno. —suspiró, dejando la canasta en un montón de cajas, ya casi llegando. —Visión también, pero hablé muy poco con él, así que no puedo decirte más.

Strange asintió con su cabeza y se detuvieron justo enfrente de la puerta, cuando esta se abrió dejando ver a Natasha con una trenza larga, que empezaba desde su frente y terminaba hasta su cintura.

—Miren nada más, quien se dignó a visitarnos.

Los 3 se rieron y entraron, sin antes sacudirse los pies.

Calling || Doctor StrangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora