Cap 42 - no me hagas matarte a chingadazos, pájarito.

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Luna sonrió al ver a ambas entrar. Sabía que eso pasaría y ahora había 2 Lunas, 2 Stephen y 1 Wanda.

May miró toda la sala y después agachó su cabeza. Se sentía culpable de que todos estuvieran ahí por ella. Incluso sintió que lo mejor era sacrificarse para que todo estuviera en orden.

Para que todo estuviera como antes de que Stephen perdiera a su May.

—¿Ya tienen los equipos?

—Luna 199999, la bruja y el Fénix irán a destruir a Stephen 666. —pausó. —Stephen 199999 y 606 se quedarán aquí por si las cosas salen mal.

—¿Dónde quedaremos nosotros? —Miles preguntó, deseando entrar. —Somos un equipo.

—Estoy consciente de eso. —Miguel tomó la palabra, mirando el vientre de Luna 199999. —Pero ahora solo debemos tener fe.

—¿En qué?

—En que no lo perderemos todo.

—Saben lo que pasará ¿No? —Hobie subió las piernas a la mesa, comiendo una paleta. —¿Por qué tanto caos?

May abrió los ojos y miró a Stephen. Se veía preocupado, cansado, irritado. Quería abrazarlo y decirle que todo estaría bien, pero ambos lo necesitaban.

Luna 616 giró su cabeza y miró la ventana, enfocándose en algo encima de la ciudad arácnida.

—¿Qué pasa?

—Ya está aquí.

Una alarma se escuchó en otro en cuartel y Miguel se colocó su traje por un holograma que activó en su brazalete.

May miró alterado a Stephen y la tomó, del brazo, llevándola a una habitación.

—Ellos pelearán con él y nosotros iremos a otro universo.

—No podemos saltar por universos toda nuestra vida. —negó con su cabeza. —Crearíamos una...

Sintió como algo la tomó de los pies y se la llevó, apareciendo en medio de la ciudad. Algo la estaba tomando de los brazos. Era Stephen 666.

—¿Por qué te vas de mí, querida? —le preguntó.

May abrió los ojos al mirarlo. Sus ojos de él estaban rojos, tenía colmillos perfilados cuando sonrió y ella sacó su máscara y la colocó.

—¿Sabes algo?

—¿Qué?

—Siempre debes mirar las manos.

Stephen arqueó las cejas y cuando miró las manos de May, salieron unas telarañas que cubrieron completamente sus ojos.

Se dejó caer, extendiendo su brazo, lista para columpiarse entre los edificios.

Wanda llegó a él en una bruma escarlata, lanzado ráfagas.

—Un privilegio y una hermosa oportunidad para mí, pelear con la bruja escarlata.

—Todos decían lo mismo, Stephen.

Luna 616 aterrizó en medio de la ciudad y alzó sus manos, trayendo una neblina que cubría a las arañas que aún estaban escapando de esa ciudad.

Luna 199999 miró eso como una señal e iba atacar, cuando sintió un mal presentimiento en su universo.

—Stephen. —se elevó hasta donde él estaba. —Necesito regresar.

—¿Qué pasa?

—Llévame.

Stephen 606 abrió un portal a la tierra 199999 e iba entrar detrás, pero ella lo detuvo.

—No es tan grave, pero tengo que ir con mi esposo. —suspiró. —Puedo detenerlo.

—Si necesitas ayuda, pídemelo.

—Lo haré. —sonrió. —Gracias.

—Antes de que te vayas. —interrumpió; tomándola del brazo. —Tendrás una linda niña.

—Siempre y cuando se parezca a mí. —se acercó para darle un beso en el cachete. —No te detengas con Castle... somos complicadas.

—Lo sé.

Desapareció por el portal y lo cerró, para girar su cabeza a Stephen 199999, que estaba en la orilla del edificio esperando a que Miguel dijera que hacer, pero Jessica y los demás estaban en zona de evacuación, para poder poner a salvo a todos.

—Solo nos quedamos nosotros. —Miguel la miró. —Ustedes váyanse, saquen a todos.

—Si necesitas ayuda, nos tienes a nosotros.

—Y quiero seguir teniéndolos, Jessica. —suspiró. —Por esa razón les pido que se mantengan alerta y cuídense uno al otro.

—Cuida a May.

—Ella regresara a casa. —asintió. —Me encargaré de que todos regresemos a casa.

Miguel se colocó su máscara y miró la ciudad.

Luna 616 estaba en los suelos creando una neblina que distraía a Stephen 666, pero no por mucho tiempo, lo estaba despistando para que no viera a ninguno de los hombres arañas que corrían e incluso mujeres.

Wanda se mantuvo en el cielo, abriendo el darkhold frente a ella. Era su libro. Era parte de su ser y más que nadie lo utilizaría a su favor.

Stephen 606 y 199999 miraron a May llegar a la parte más alta del edificio, quitándose su máscara para poder respirar. A pesar de tener su nariz descubierta, sabía que los ataques de ansiedad podían hacerla sentir con ahogamiento.

Cerró sus ojos y miró todo lo que estaba pasando, hasta que su mirada chocó la de Stephen. Su Stephen.

—¿Están listos para esto?

Stephen asintió con su cabeza y empezó a levitar, mientras Miguel comenzaba a lanzar sus látigos para poder llegar hasta donde Stephen 666 estaba.

Sonrió al ver la imagen, eran todos contra él y a pesar de saber que Stephen 606 podía destruirlo, no lo haría. No podía interferir.

Tener al Fénix peleando contra él lo haría temible, admiraba tener a las 2 mujeres más poderosas de los universos contra él, pero no sería una batalla fácil.

Ganaría.

Ganaría por May.

La iba a recuperar a cualquier costo, aun así, moría. Moriría junto con ella.

May miró a las últimas personas que quedaban de la ciudad.

Era Miles, Gwen, Peter y su hija entre sus brazos.

Colocó de nuevo su máscara y se puso de pie, apreciando la batalla que iba a continuar.

Que estaba empezando.

Stephen 199999 lanzó una Bandas Carmesí de Cyttorak para restringir que el pudiera moverse, pero a pesar de ser más fuertes que los látigos que normalmente usaban en las peleas, lo rompió.

Stephen 666 sonrió y comenzó a reírse, escuchando la risa por todo el lugar.

Por otro lado, Wanda se alejó y llegó al otro extremo de la ciudad, aun leyendo el Darkhold.

Pasó hoja por hoja, hasta que llegó a una hoja que ella utilizaría. Luna 616 lo sabía y no la iba a interrumpir.

Stephen 606 apareció frente a él.

—Deja de querer buscar problemas y ríndete.

—Dijiste qué hay una línea de tiempo que respetar. —sonrió. —¿No?

Negó con su cabeza y con una espada que generó, la lanzó, traspasando el cuerpo de Stephen 666.

Él se rió mientras caía al suelo, desapareciendo.

Pareció que el suelo lo había absorbido, pero unos ojos rojos aparecieron en el cielo oscuro. Era el tamaño gigante.

—Me recuerdas a Ultrón. —Luna sonrió, elevándose. —Algo me dice que eres más arrogante que mi Stephen.

—Y más grande. —guiñó el ojo. estaba provocándole y lo iba a lograr. —Mátenme de una vez... estoy cansado de esperar.

Calling || Doctor StrangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora