Cap 33 - compañera sinCONcompromiso.

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—¿Qué son? —preguntó.

Peter estaba en medio de la mesa, mientras May se recargaba de la barra. Stephen seguía en el marco de la puerta mirando a Peter mirarlos simultáneamente.

—¿Qué quieres decir? —May arqueó sus cejas, acercándose. —¿Qué para tener sexo hay que ser pareja antes?

Stephen se puso serio y reviró los ojos, dejando que ella tomara el control de la conversación y que dijera lo que se le complaciera. Si a May se le ocurría decir que eran amigos con beneficios, lo aceptaría. Si May decía que eran novios ¿podría decirlo?

—Solo... quiero saber que son. —suspiró. —May.... desde que te vi supe que serías una hermana para mí, me es incómodo.

—Qué lindo. —sonrió, para acariciarle el rostro. —Yo igual los consideré mis hermanos... y como su hermana mayor les pediré, en especial a ti, que no te metas en mi vida privada.

Entrecerró los ojos y no le quitó la mirada de encima, hasta que ella se sentó, subiendo las piernas a las mesas.

Stephen le creó un pantalón, tratando de ocultar las pocas marcas que tenía sobre ellas.

—¿A qué viniste?

—Vine a preguntar si... ¿vas a ir a la fiesta del señor Stark?

—Stark es el engreído con lentes. —afirmó para sí misma, en lo que Stephen respondía la pregunta.

—Recibí la invitación.

—¿Solo para ti?

—No, para ella también. —señaló, alzando un poco su cabeza. —Y.... aún no sabemos si iremos.

—¿Por qué?

—Planeaba celebrarlo aquí. —sonrió. —Los niños vendrán y seré yo quien los reciba.

—¿Desde cuándo te gustan los niños? —preguntó, mientras May se levantaba.

—¿No fuiste a trabajar?

—No, es mi descanso.

—¿Por qué no vamos al puente? —sonrió, mientras sacaba su máscara.

Sacudió sus manos, haciendo que Peter sonriera de igual manera, asintiendo. Peter activó su traje con un brazalete y sin despedirse, salió por la ventana.

—Regresaré en la noche. —May se acercó, para darle un beso en el cachete. —¿Estarás bien?

—Leeré otros libros. —guiñó el ojo. —Empieza a gustarme la idea de aprender nuevos hechizos y experimentarlos contigo.

Ella se sonrojó, haciendo que le diera ternura.

May subió de un brinco, hasta llegar a su habitación, sacando su traje. Escuchó como la ventana se azotó y supuso que se había ido, así que el salió, caminando las escaleras.

No estaba cansado, su cuerpo estaba relajado. Comparado con otros días, con otras ocasiones o con otros problemas. Los días se sentían muy bien.

Conforme daba pasos, no podía sacarse de la mente esa castaña, su universo y el de ella. Era prohibido enamorarse, había perdido.

Lo sabía.

—Stephen. —Wong habló, desesperado. —Tienes que venir conmigo.

Arqueó las cejas al escucharlo y tomó su capa, colocándola en su espalda. Era su mejor amigo y aunque le pidiera volver a la dimensión oscura, lo haría por él.

—¿A dónde?

—Al jurado.

Un portal se abrió, dejando ver a una jueza, era una persona de aproximadamente 70 años, que portaba un traje negro.

El entró sin pensarlo y se dirigió a donde Wong iba, sentándose.

Se confundió un poco al ver el escenario en donde se encontraba sentado, pero permaneció en silencio.

—¿A quién esperan? —Un golpe se escuchó, haciendo que prestara atención al lugar donde lo dirigían, esperando que hablara.

—Señor St...

—Doctor Strange. —corrigió.

Un carraspeó se escuchó del otro lado, aunque sonaba más como una risa de burla.

—Doctor Strange, el jurado lo llamaba para declarar a favor de...

—¿Me llamaba? —interrumpió. —A mí solo me llamó Wong.

—Déjeme continuar. —lo miró, arqueando sus cejas por la molestia. —Jen Walters es la abogada a favor de no arrestar a su amigo.

Stephen arqueó sus cejas preocupado y miró a Wong, que estaba sonriéndole.

—¿Cómo es el hechicero con usted, Doctor Strange? —preguntó.

—Wong es mi mejor amigo, me sorprende que no haya sabido nada de esto, pero sea lo que haya pasado, sé que no lo hizo con mala intención.

—Liberó a Abominación.

Jen estaba en la parte de enfrente, restregándose la cara. Estaba en su forma verde, "She-Hulk" en su porta gafete.

Se le hizo familiar, era obvio que no era Bruce Banner, ya que se había ido.

Muchas voces se escucharon en la sala, incluso fuera de ahí, haciendo que él se pusiera de pie, preocupado.

La jueza miró cada acción que Stephen tomó y abrió la puerta, dejando ver a las personas correr a una sola dirección. Los autos se detuvieron, salían de sumíamos para alzar sus vistas al puente.

Había telarañas, aunque podría decirse que eran más formas.

Era una mandala, de las que el hacía.

Sonrió ampliamente al darse cuenta que era May la que lo estaba terminando, mientras Peter estaba en el otro lado, solo columpiándose por todo el puente, dejando muchas telarañas.

"Halloween" estaba escrito igual, aunque recalcaba más las Tao Mandalas de Stephen.

El negó con su cabeza y dio la vuelta para irse, cuando escuchó a un chico.

—Es la mujer araña de la otra vez. —murmuró, a un lado de su amigo. —De la que casi se come una flema negra.

—¿Cómo dijiste? —le preguntó, dando la vuelta.

Los 2 chicos abrieron su boca, tratando de responder, pero se asombraron al ver al hechicero.

—¿De qué forma negra?

—Señor...

—Doctor. —alzó la voz, cerca de ellos.

Alzaron un poco su cabeza para verlo, notándose molesto.

—Hace un tiempo la vieron en el centro... pensaron que era la hermana del hombre araña.

—Una babosa negra se la estaba llevando. —dijo el otro, enseñándole unas fotos. —Pero fue de hace tiempo.

El cerró los ojos y no pudo pensar, más en darse la vuelta y dejar que la gente siguiera viendo como las arañas continuaban decorando la ciudad.

No iba hacer un hechizo para que olvidaran quien era May, pronto se iría y se quedaría como una leyenda a la cual casi se la come un simbionte que ya no había visto. Que ni siquiera podía encontrar en ese universo.

Entró nuevamente, haciendo que su capa se moviera conforme caminaba, para volver a su lugar.

—¿Podemos continuar? —preguntó, viéndolo entrar nuevamente.

—Por favor. —dijo, sentándose, quedando enfrente. —¿En qué me quedé?

Calling || Doctor StrangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora