Calling || Doctor Strange

Cap 29 - no era mi intención coquetear... con tu otro tú.

—¿De qué universo vienes?

—Al menos lo sabes. —sonrió, acercándose más a la orilla de las escaleras.

Stephen notó que no era su forma física y eso lo controló un poco, pero su semblante era siniestro. Su piel blanca brillaba y hacía recalque a sus ojeras.

Era él, pero sin ser él.

—¿Dónde está? —le preguntó.

—No sé de qué hablas. —dijo, subiendo lentamente.

Estaba mintiendo y ambos Stephen lo sabían.

—¿Duerme contigo? —dijo, recorriendo la mirada por el lugar. —¿La invitas a cenar?

—Aún no. —respondió. —¿Por qué tanto interés?

—Sabes perfectamente que esas preguntas te quedarían a ti. —sonrió. —A ambos.

—La mandaré a su universo.

—¿En verdad eso es lo que quieres? —alzó la voz. —¿Eso es todo lo que harás?

Stephen negó con su cabeza al escucharlo hablar y siguió subiendo. Era un poco más alto que él.

Stephen Strange de la 666 era más grande de lo que imaginó y peor aún, le causaba un revoltijo en el estómago, aun viéndolo en forma astral.

—Bueno... en ese caso, podrías dejarme el camino libre. —sonrió. —Demasiado abierto para mí.

Sus dientes eran completamente blancos, era una exageración. Su sonrisa era más amplia que la de él, estaba dañado.

—¿Qué te sucedió?

—¿Quieres saber que me pasó? —preguntó, empezando a girar alrededor de él. —May fue lo que me pasó.

Tragó en seco y no respondió, sino espero a que el continuara hablando. Le causaba intriga saberlo.

—El 6 de noviembre de hace 6 años... murió. —suspiró. —La perdimos, Stephen.

—La perdiste. —corrigió. —Como hechicero deberías entender que era algo que tenía que pasar en tu universo.

—La sagrada línea del tiempo. —burló, mientras alzaba un poco sus manos, jugando con el ojo de agamotto. —¿Vendrás con la misma mierda? Pensé que serías más inteligente.

—¿Para ti es inteligente, buscarla por el multiverso? —preguntó, riéndose. —¿Cómo lo haces?

—Haces buenas preguntas, igual ella lo hacía. —se sentó, cerca de la ventana del piso alto. —Te gustó ¿verdad?

—No tengo que responderte eso.

—Ya lo hiciste. —sonrió, mirándolo fijamente a los ojos. —No sabes el caos que he hecho en el multiverso por recuperarla, Stephen... estoy siendo considerado con tu insignificante universo, al venir en mi forma astral.

—¿Por qué no viniste en tu forma física?

—Porque es la última Elizabeth que queda en todo esto. —suspiró, levantándose. —No voy a perderla... no otra vez.

—Ella no será tu May.

El agachó su cabeza y pareció meditarlo, mientras Stephen comenzaba a desesperarse. Tenía el poder de viajar por el multiverso y sabía que lo hacía mediante el darkhold.

No quería acudir a ese libro, estaba corrompido.

Stephen igual.

—Aún no. —respondió. —Pero te daré un mes para que consideres mi oferta.