Luna abrió sus ojos y se dio cuenta que estaba en la dimensión espejo. Su lugar favorito.
—¿Sabes por qué me gusta esta dimensión? —preguntó, sabiendo que ambos Stephen la estaban escuchando. —Porque no importa lo que pase, yo siempre tengo el control.
—No soy tu Stephen.
—Eso tampoco importa. —sonrió, cerrando sus ojos. —Yo soy el maldito Fénix.
Una explosión se presenció, haciendo que ambos Stephen cayeran en el suelo de New York del universo 666.
—No me hagas interferir en lo que va a pasar.
Stephen 606 se puso de pie sin pensarlo y se acercó a Luna.
Ella cerró sus ojos y extendió sus manos, haciendo aparecer a Stephen 666 frente a ella. No se veía asustado, estaba sonriendo, mirando sus labios.
—Ya veo porque enamoraste a Stephen. —señaló. —Nuestro tipo.
Luna sonrió amablemente y se acercó, quedando en medio de ambos, ya que Stephen 606 igual se colocó detrás, pero no con amabilidad.
Lo mataría si llegara a decir algo más estúpido.
—Sabes lo que pasará ¿verdad?
—Es mi maldición. —negó con su cabeza. —Pero Ancestral dijo que puedo quitar eso.
—Veremos si es así.
Desapareció y se encontró en una habitación oscura y sin salida. Luna lo había encerrado en un universo de bolsillo. Lo dejó tirado a mitad de New York y Stephen abrió un portal que los dirigía a la ciudad arácnida, donde los estaban esperando.
—¿Cuánto tiempo durara?
—No mucho. —suspiró. —Vamos.
Ambos entraron, notando que la mesa estaba llena de algunas personas con sus respectivos trajes.
—¿Lo mataste? —Jessica le preguntó, abriendo sus ojos.
—Aún no.
—Miguel. —Luna lo miró, acercándose a él. —¿En dónde están?
No habló, sino con su mano señaló la ventana que dejaba ver a toda la ciudad arácnida. Había grandes edificios desde ahí. Si May pensaba que New York era moderno por Tony Stark, aquí aseguraba que todo eso se quedaba como un pequeño frijol en medio de un tazo de arroz.
—¿Pelearemos? —preguntó, mirando fijamente a Stephen 199999. —¿Verdad?
—Temo que sí. —suspiró, alzando su brazo para acariciarla. —¿Estás lista?
—Si estás conmigo, sí.
Le dio un cálido beso, trasmitiéndole paz. La paz que ambos necesitaban.
Luna sonrió al mirarlos juntos y miró a Miguel, que estaba fijamente sentado, apreciando un holograma del universo 666.
—¿Quién nos falta?
—Solo una persona. —alzó la voz. —Una mujer.
🕸️
Wanda estaba con Natasha en la cocina. Cocinaban un poco de pasta para el almuerzo de medio día.
El sol salió, aunque el clima fresco se mantuvo, utilizando pequeños suéteres para evitar resfriados, etcétera.
—¿Qué quieres de beber?
—Me gusta el agua de limón. —sonrió. —Aunque me conformaría sólo con tus besos, querida.
Wanda sonrió y se acercó a darle un beso en sus labios, saboreando lo bien que sabía su futura esposa.
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Calling || Doctor Strange
FanficDespués de la batalla final, Stephen Strange pensaba en un maravilloso y tranquilo plan de retiro. Eso hasta que un problema multiversal se presentó, dándose cuenta que esa teoría era cierta y no estaban completamente solos. ¿Qué tendría que hacer u...