Capítulo 34

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Luego de que aquel joven apuesto se presentara con su nombre, tendiendo su mano de polietileno hacia Jimin, este la estrechó con mucho cuidado con la suya, aceptando el saludo.

— Mucho gusto.— el rubio miró hacia abajo para ver sus manos juntas y no pudo evitar formar con sus labios una "o".— Tu mano es muy brillosa. ¿La lavas diario?—

Todos los trabajadores miraban a Jimin con ojos sorprendidos por comentar tales imprudencias.

Ellos jamás se atreverían a hablarle así al heredero e inclusive, Hoseok juraba que estaba a punto de desmayarse al igual que el gerente por el atrevimiento de Jimin.

Qué valor, joder.

— ¿Te costó muy cara? ¿Y para ir al ba...

— ¡Jimin!— se acercó inmediatamente el gerente.— Por favor, deja de hacerle ese tipo de preguntas a...

— Shhh. Está bien, está bien.— espetó Eunwoo con una sonrisa.— No me molesta.—

Todos lo miraron sorprendidos ante aquel comentario, no pudiendo creer lo que estaban oyendo y es que Eunwoo no toleraba que hablaran así con él.

El pelinegro le sonrió a Jimin sin despegar su mirada de su rostro antes de pronunciar.

— Regresen todos a sus trabajos, me quedo con Jimin, un segundo.— ordenó con voz firme.

El gerente asintió con nerviosismo y todos los trabajadores comenzaron a dispersarse, justo a la par que comenzaban a llegar un par de clientes.

El pelinegro carraspeó su garganta.— No está mal ser alguien curioso.— Eunwoo alzó una ceja.— Mucha gente me pregunta lo mismo... pero sólo a unos cuantos les respondo.—

Jimin solo se limitó a asentir, notando como Eunwoo no le quitaba la vista de su rostro.

— Pero... ¿no nos conocemos de algún lado? Tu rostro, tus facciones...— ladeó su cabeza.— Me resultas bastante familiar.—

Jimin negó con la cabeza.— No, para nada. Es la primera vez que lo conozco a usted.—

— Oh, háblame de tú. Por favor.—

El rubio solo asintió con la cabeza.

A lo lejos, Hoseok observaba a su amigo y al heredero platicar de manera casual, preguntándose cómo era posible aquello mientras se mordía las uñas de los nervios.

Eunwoo por alguna razón quería saber más del rubio por lo que no dudó en, ahora él, preguntarle más cosas, pero Jimin pudo observar cómo empezaban a llegar más clientes a la cafetería por lo que se dijo así mismo que lo mejor era continuar trabajando.

— Me encantaría seguir platicando pero... creo que debo de regresar a trabajar.— señaló a la puerta con su cabeza.

El más alto observó el lugar que, efectivamente, se comenzaba a llenar de clientes por lo que asintió.

— Que responsable eres... quieres dejar de hablar conmigo para trabajar...— sonrió mordiéndose el labio.— Bueno, espero verte pronto, Jimin.— comentó con voz suave.— Sé que eres nuevo porque no te había visto la última vez que vine, así que...— Eunwoo se inclinó un poco, como si estuviera haciendo una reverencia y tomó la mano de Jimin.— Te deseo lo mejor...—

Hoseok al ver aquella acción soltó un chillido, ahora emocionado.

— Hasta luego.— besó la mano de Jimin con cuidado antes de dedicarle una linda sonrisa y escanearlo de arriba hacia abajo una vez más y comenzar a caminar hacia la salida junto al hombre que lo acompañaba.

Títere - Kookmin (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora