Títere - Kookmin (+18)

Especial I

Especial I

7:15am.

La alarma del reloj que estaba en la mesita de noche sonó haciendo que uno de los cuerpos dentro de la cama se removiera soltando pequeños gruñidos en respuesta ante aquella melodía.

Un brazo salió de entre las sábanas y apagó la molesta alarma, el cuerpo se giró y se posicionó nuevamente sobre el otro, soltando un "buenos días" atrapado en la garganta, perezoso, recibiendo una respuesta con el mismo tono.

Jimin se talló los ojos tratando de acostumbrarse a la luz y soltó un bostezo, una vez que dejó de sentirse tan adormilado, subió su rostro para observar a su novio que continuaba con los ojos cerrados.

Con una sonrisita enamorada y socarrona, Jimin hizó que sus labios se extendieran sobre la piel del hombro de su novio y se deshizo de la sabana que rodeaba sus cuerpos, recibiendo un pequeño gruñido gustoso.

Eran a penas las siete de la mañana, pero el rubio ya sentía en su cuerpo la necesidad de hacer algo divertido con su novio.

No pueden culparlo, en lo absoluto.

— Buenos días, precioso.— pronunció Jungkook aún con los ojos cerrados y la voz ronca.

Jimin sonrió y se acercó al cuello del sastre, dejándole un par de besos ahí mientras acariciaba el desnudo pecho del contrario provocando un resoplido en Jungkook al reconocer las intenciones del más bajo, pero de igual forma dejándose hacer.

El rubio sintió como el pelinegro acercó uno de sus brazos para acariciarle la cintura, Jimin se mordió el labio pensando que Jungkook había abierto los ojos, pero al dejar de besarle su cuello se dio cuenta de que todavía los mantenía cerrados.

Jimin observó aquel atractivo rostro sintiendo como su corazón se hinchaba dentro de su pecho, como si fuera a estallar de amor, simplemente encantado con lo lindo que se veía Jungkook descansando mientras lo acariciaba.

— Me encanta mirarte...— susurró Jimin regresando sus labios a su cuello para después pasear sus manos sobre la curva de los músculos de los brazos ajenos, las yemas de sus dedos trazando las venas que más destacaban. — ¿Puedo seguir tocándote?— preguntó viendo el estado todavía un poco adormilado de su novio.

— No tienes que preguntar...— respondió Jungkook.— Yo soy todo tuyo.

Jimin sonrió orgulloso ante ese comentario.

Se alejó un poco de Jungkook para acomodarse encima de él y presionar suaves besos en el abdomen trabajado del sastre y olisqueando el aroma varonil de su piel.

El rubio no pudo evitar llevar su mano hacia el miembro de su novio, agradeciendo que ambos estuvieran desnudos desde ya, esto debido a que habían dormido así. Jimin comenzó a acariciarlo lentamente un par de veces mientras alzaba su mirada y observaba las cejas fruncidas del pelinegro.

— Sí que son buenos días...— pronunció Jungkook tomando aire.

Con un rostro travieso, Jimin se bajó un poco más dejándole un casto beso en la cabeza del miembro de Jungkook para después tomarlo en su boca, bajando y girando lánguidamente su lengua alrededor de su eje. Jimin movió sus caderas lentamente, frotando su propia erección contra el colchón mientras el calor se acumulaba en su vientre ante el sabor y la textura tan perfecta del pelinegro, y más cuando sintió unos dedos deslizándose suavemente por su cuero cabelludo, entretejiéndose en su cabello.