Capítulo 35

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El rubio miraba hacia la derecha y hacia la izquierda, confundido por el repentino silencio y tensión que se creó en el ambiente.

Ni Jungkook ni Eunwoo pronunciaban ninguna palabra, simplemente se veían uno al otro con ojos rencorosos y llenos de inquina.

— ¿Pasa algo?— se atrevió a preguntar Jimin.

Pero no hubo respuesta alguna.

— ¿Todo bien?— volvió a preguntar.

Eunwoo fue el primero en romper el contacto visual, suavizando su rostro y negando con la cabeza mientras sonreía, acercándose a Jimin.

Jungkook no reaccionaba, solo seguía viendo al pelinegro determinadamente, bloqueado totalmente por los recuerdos y palabras pronunciadas de hace muchos años.

¿Cómo podría olvidar aquello?

"Aww pero sí es Jungkook jugando con su Barbie."

"¿Ves?, es tu culpa Jungkook. Ahora tu Barbie es coja."

No, definitivamente nunca podría olvidar aquello.

Ni mucho menos lo que ese idiota provocó en Jimin.

Él pudiera caminar bien de no ser por su culpa.

— Si, todo bien, Jimin. No hay nada de qué preocuparse.— pronunció poniendo una mano sobre el hombro del rubio.

Y aquel simple toque fue más que suficiente para lograr que el pelinegro reaccionara.

— ¡ALÉJATE DE ÉL, HIJO DE PERRA!

Jungkook dio largas zancadas hasta llegar a Eunwoo, empujándolo con fuerza y logrando que este se tambaleara.

— ¡Te prohíbo que te acerques a Jimin, mal nacido!— espetó con la quijada tensa y no dudó en soltar el primer golpe.

Jungkook le propinó un puñetazo en la cara logrando que Eunwoo cayera al suelo debido a la fuerza.

Jimin se echó para atrás por las acciones tan repentinas y puso su mano en su pecho, en claro signo de desconcierto.

— ¡Jungkook!

Eunwoo se incorporó lentamente y tocó su labio con sus dedos, dándose cuenta que este había sido roto por la sangre que manchó sus dedos y el repentino sabor metálico que probó.

Jimin hizo ademán de agacharse y ayudar al pelinegro, pero Jungkook fue más veloz; tomó a Eunwoo por la camisa y lo jaló, levantándolo y pegando su nariz con la de él.

Furioso.

Ojos inyectados de sangre por la rabia.

Parecía que no podía controlarse.

— ¡Jungkook, suéltalo! ¿¡Qué pasa!?— el rubio sujetó su brazo, alarmado.

— ¡Por tu puta culpa, Jimin no puede caminar bien! ¿Crees que se me ha olvidado, pedazo de escoria?— gruñó. Eunwoo solo bajó su mirada, sin decir nada.— ¡Di algo idiota! ¿¡No lo recuerdas!?—

Jimin frunció el ceño, completamente confundido por el comentario.

El pelinegro parecía un toro salvaje por su respiración agitada, demasiado enfrascado en su sentir del momento que no dudó en soltarle otro puñetazo, haciendo que el heredero cayera al suelo, nuevamente.

Mierda.

¿Por qué no se estaba defendiendo?

— ¡Detente! ¡Alto!— Jimin se acercó a Eunwoo, ayudándolo y tomándolo de los hombros para que el pelinegro se recargara en él.

Títere - Kookmin (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora