Capítulo 42

8.8K 1.4K 609
                                    




1090 días antes del reencuentro.




Tétrico, frío y oscuro.

Así describía Jimin aquel lugar.

No sabía con exactitud cómo había llegado hasta ahí por lo que se encontraba en un estado lleno de confusión.

Lo último que lograba recordar era que el señor Kwan le pidió una malteada y alguien lo sujetó fuertemente poniéndole algo en la nariz y después de eso, todo se volvió negro para él.

Cuando despertó, Jimin solo pudo observar en aquella habitación una puerta pequeña y con muchos estantes sucios y viejos alrededor, además de que las paredes se veían muy sucias y en las esquinas había telarañas.

Era demasiado... horrible.

¿Cómo había llegado hasta ahí?

¿Por qué estaba ahí?

Jimin se encontraba sentado en el suelo, su espalda apoyada en la pared, se abrazó así mismo con sus rodillas pegadas al pecho, no sabía si sentir miedo o incertidumbre porque realmente no estaba entiendo nada, estaba completamente confundido.

Pasaron unos cuantos minutos para que lograra escuchar el rechinido de la puerta, retiró sus brazos de las rodillas mirando expectante hacia esa dirección.

Sus ojos cafés se ampliaron en una sonrisa cuando observó a la persona que había abierto la puerta, sintiéndose aliviado de ver un rostro familiar en aquel sitio y de saber que podría salir de ahí o pedir ayuda de algún modo.

— ¡Eunwoo!— Jimin se levantó de su lugar, aliviado.— ¡Qué bueno que estás aquí! ¿Dónde estoy? ¿Por qué tú y yo estamos aquí?— preguntó acercándose a él, estando a menos de un metro de distancia.— ¿Sabes algo?

El pelinegro solo ladeó su cabeza y lo miró.

— Eres tan lindo, Jimin.— sonrió mostrándole todos sus dientes.

Pero su sonrisa se apagó y cambió de repente a una cara seria y enojada, alzó su mano y golpeó a Jimin con toda su fuerza, haciendo que este cayera al suelo por la fuerza.

Jimin gimió de dolor, poniendo sus dedos sobre su labio y descubriendo que se lo había partido, debido a la sangre que comenzó a brotar.

El rubio se giró lentamente, viéndolo con ojos lagrimosos y con una sensación de miedo que le comenzó a recorrer todo el cuerpo.

— Me... me pegaste...

Eunwoo bufó, rodando los ojos.— Eso es obvio.— se inclinó hacia su dirección.— Y me siento mal por tener que hacer esto pero alguien tiene que pagar los platos rotos, ¿no lo crees?

— ¿Platos rotos?— preguntó, sin entender.— ¿Cuáles? Yo no he roto ninguno, en Nascita quedó todo en ord...

El más alto se agachó bruscamente y lo tomó del cabello, jalándolo con fuerza.

— Veo que eres un poquito tarado, también.

— ¡Ah! ¡Su-suéltame!— Eunwoo lo soltó.— No sé de qué estás hablando.

Jimin no sabía exactamente qué hacer o cómo reaccionar, estaba demasiado desorientado, adolorido y confundido.

— Bueno, creo que tienes derecho a saberlo, ¿verdad?

Títere - Kookmin (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora