Capítulo 43

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Jimin se pegó más hacia la pared sintiéndose un poco temeroso cuando escuchó que la puerta se abría lentamente, dándole paso al señor Kwan quién entraba a la habitación con una charola de comida que consistía en un vaso con jugo de naranja y un pedazo sándwich de jamón.

Aquel hombre se acercó al rubio y se quedó mirándolo por unos segundos, sonriéndole.

— Te traje algo de tragar, mocoso.

Los ojos del rubio brillaron un poco cuando escuchó aquello y es que realmente se sentía con mucha hambre, no sabía exactamente cuánto tiempo llevaba ahí metido por lo que estaba un poco agradecido de tener algún alimento.

Cuando Jimin hizo ademán de levantarse para tomar la charola, Kwan aventó la charola a un lado y toda la comida cayó al suelo, provocando que el más bajo se asustara y volviera a su posición anterior.

El acompañante de Eunwoo se agachó hacia Jimin y le tomó el cabello con fuerza.

— Lo siento, bonito.— se acercó a su rostro.— ¿No te apetece comer algo... diferente?

Jimin no entendió muy bien a que se refería hasta que el señor Kwan se enderezó y comenzó a desabrochar su cinturón.

El rubio abrió los ojos de golpe y comenzó a negar con la cabeza una y otra vez.

— ¡No! ¡Déjame en paz!— gritó sintiendo sus labios temblar.

— Anda lindo, prometo que no seré brusco...

Pero cuando este se acercó más al rubio e hizo ademán de desabrocharse sus pantalones, Jimin le pateó la ingle provocando un grito agudo y el enojo de Kwan por lo que no dudó en soltarle una cachetada mientras tocaba su entrepierna debido al dolor.

— ¡Maldito, imbécil! ¡Me dolió! Me las vas a pagar...— gruñó con dolor y se agachó hacia Jimin y lo jaló del brazo para llevarlo hacia los estantes que se encontraban cerca de la puerta, pero justo en ese instante, Eunwoo entró al lugar y observó la acción.

— ¡Kwan! ¡Déjalo!

Su acompañante intentó explicarle la situación, pero el pelinegro lo ignoró, diciéndole que él no tenía ningún derecho de tocar a Jimin y que debería solo obedecer exactamente las órdenes indicadas, no más.

El señor Kwan asintió con la cabeza y se retiró de la habitación para buscar algo de hielo para su entrepierna.

Eunwoo espero a que este se retirara mientras observaba a Jimin correr nuevamente hacia el lugar que estaba antes, sentándose en el suelo y abrazándose a sí mismo, suplicando mentalmente que todo terminara ya, quería regresar a su trabajo, quería regresar con su amigo Hoseok...

Quería...

Quería ver a Jungkook.

Dios.

Deseaba tanto que Jungkook lo abrazara en estos momentos.

El pelinegro se acercó al rubio y se puso de cuclillas, quedando cara a cara.

La sonrió de forma amable y le explicó que todos en Nascita sabían que no iba a regresar, Jimin frunció el ceño pidiendo una explicación, pero lo único que obtuvo fue que Eunwoo había anunciado su renuncia.

El más bajo solo pudo pensar en Hobi y que muy probablemente se sentía mal porque Jimin no le avisó nada al respecto de aquello que inventó el pelinegro.

Títere - Kookmin (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora