Capítulo 8

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Amar es dejar ir.

¿Cuántas veces se ha escuchado esa frase?

¿Qué tan cierta puede ser?

La verdad es que tiene muchos significados.

Depende mucho de la perspectiva personal.

Dejar ir no es que te vayas y te aísles...

Es darte cuenta de que no puedes controlar al otro.

Dejar ir no es indiferencia...

Es reconocer las capacidades de la otra persona para sobrevivir.

Dejar ir no es buscar culpables...

Es sacar lo mejor de ti mismo para esa persona.

Dejar ir es brindar independencia, valor, confianza, voluntad...

Dejar ir no es ser cobarde.

Dejar ir es dejar de ser egoísta.

Amar es dejar ir...

¿Pero...?

Siempre hay un pero.

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Años atrás.

La pequeña casita era testigo de unas desagradables carcajadas provenientes de una mujer rubia de vestido rojo apoyada en una de las paredes mientras era tomada de la cintura con suavidad.

— ¡Juwon! Eres demasiado divertido. Joder, ¿no se supone que sólo veníamos aquí para tener sexo?— preguntó mientras le daba una calada a su cigarro y detenía su risa.

Juwon tomó el cigarro de los dedos de la mujer para darle una calada.— Sólo quería que estuvieras cómoda antes de comenzar.— soltó el humo por la boca.

— Mmmm... pues lo has logrado.— sonrió de forma coqueta y se acercó al hombre pelinegro para comenzar a besarlo de forma sucia tomando su cabello entre sus dedos y dejándose hacer.

Era sábado de noche y Jeon Juwon había terminado fastidiado del trabajo debido a que la plaza donde trabajaba había estado repleta de coches parqueados por lo que tuvo que estar de pie por mucho tiempo vigilando.

Había valido la pena por supuesto, porque gracias a esa innumerable cantidad de autos pudo recibir una muy buena propina y se sentía feliz por ello.

Llegando a casa se encontró con su esposa que preparaba unos cuantos huevitos revueltos con papas, quería sacar todo el estrés acumulado por lo que al verla, no dudo ni un segundo en acercarse a ella, tomándola de la cintura mientras se restregaba en su trasero.

Misuk se tensó de inmediato al sentir el toque repentino, se sintió claramente incómoda así que le pidió a Juwon que se detuviera, quitándole las manos de su cintura, el contrario simplemente la ignoró y volvió a su agarre mientras comenzaba a besar su cuello.

Misuk seguía insistiendo que no quería hacer nada, mencionando además de que Jungkook estaba en su habitación y no era apropiado, esperando que eso lo hiciera entrar en razón.

Lo único que provocó fue que Juwon se molestara y le jalara el cabello con fuerza.

Le soltó unas cuantas malas palabras y la llevó hasta su habitación donde la aventó a la cama y la encerró con llave.

Títere - Kookmin (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora