Oportunidad

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Llegaron al lugar sin contratiempos.

Era un enorme salón que combinaba lo divino y lo mortal.

Telas de seda en las paredes caían hacia el suelo como en los palacios orientales.
Todo estaba iluminado por antorchas y luces eléctricas sutiles pero suficientes para ver el lugar y la comida. Uno podía caminar alrededor la fuentes y estatuas griegas, o detenerse a cerca de los bailarines ubicados al final y en el centro de la pista.

En las paredes lucían los colores azules, bordó y púrpura, símbolos en distintos reinos de poder. Con adornos de oro y plata, muestra de lujos que solo los dioses estaban acostumbrados.

Habían mesas con diversos platillos conocidos y desconocidos para los hombres. Sin mencionar a los sirvientes, dioses inferiores o semidioses, que ofrecían una gran variedad de bebidas desde un buen sake hasta el vino más añejo.

Por último, una terraza espaciosa se encontraba en el costado este del lugar. En sus ventanales como recordatorio de las batallas, estaban adornados con escenas del Ragnarok, específicamente, las victorias humanas y divinas.

-Todo está en orden, Brunilda - dijo Hermes junto a la valkiria.

-Bien, iré a recibir a los ganadores. Avísame si hay un problema - dijo alejándose del dios.

Todas las valkirias habían contribuido no solo en la decoración sino también en la vigilancia.

-"Está será una noche memorable. Ningún dios tendría la oportunidad de arruinarla" - pensó Brunilda.

Hermes asintió ante la orden de la valkiria. Aunque no tuviera ningún beneficio, no deseaba perjudicar a los humanos. Era uno de los pocos dioses neutrales. Luego de irse Brunilda, Hermes se quedó junto a Heimdall dándole indicaciones sobre la música mientras que la primera de las valkirias se acercaba al grupo que acaba de llegar.

Aunque no era la única que miraba con atención a los recién llegados.

Algunos dioses fijaron su vista en dirección a la entrada.

-Ya llegaron los humanos - dijo Afrodita mirando con interés.

-Supongo que les gusta llamar la atención - dijo Ares. Aún seguía enojado por haber sido derrotados durante el Ragnarok.

-Ya basta, Ares. Solo disfruta de la velada - dijo Apolo dando un leve empujón a su medio hermano. Aunque también le molestará, planeaba disfrutar al máximo la fiesta.

-Iré a saludar, los veré luego - dijo Hércules caminando hacia los humanos.

De los dioses griegos, los únicos presentes eran Ares, Apolo, Afrodita, Hypnos y el semidios Hércules.

Otro de los invitados era Budha, el sexto luchador por la humanidad, quien estaba cerca de las mesas de dulces acompañado por Zero.

El quinto luchador por los dioses, el dios Shiva estaba junto a sus tres esposas tocando un instrumento al compás del movimiento de los bailarines. Incluso sus esposas se unieron en el baile.

Por último, en otra parte del salón, los únicos dioses del panteón nórdico presentes eran Thor y Loki. Este último no paraba de sobrevolar el lugar buscando a su "mini" mortal, como le gustaba llamar a su rival.

-Oh, ya llegó. Ahora podré divertirme - dijo cuando sus ojos se encontraron con un par de ojos cafés que lo miraban con odio.

-Mierda, es ese tipo de nuevo - dijo Okita Soji.

-¿Te refieres al dios del engaño, ese tal Loki? - dijo Sasaki que estaba junto a él.

-Acabo de terminar con Raiden y ya tengo que aguantar al loco - dijo frustrado Okita.

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