Hypnos

59 12 1
                                    

El Olimpo.

Símbolo del poder divino griego.

Hogar de los doce dioses más poderosos de la mitología griega.

Lugar sagrado y al mismo tiempo temido.

En las profundidades de aquel yacía un dios. Inferior a los doce olímpicos pese a sus poderes divinos. Poderes que hacían sucumbir hasta al más poderoso humano en el reino mortal.

-¡Despiértalo!- ordenó la voz fríamente a ese mismo dios prisionero.

Encerrado en aquella fortaleza, el inmortal temblaba ante su presencia. Era una agonía sumada a otra.

-Me... temo que ...no puedo - trató de responder el prisionero frente al de mayor rango. Tenía demasiado miedo. Su rechazo era igual que aceptar la muerte en las manos del tirano... pero ¿qué más podía hacer?.

Algo lo detenía.

Adentro de la celda era imposible ayudar al humano. Debía salir para poder utilizar sus poderes restringidos por aquellos barrotes.

Era la única manera de mantener a raya a cualquier enjuiciado.

-Lo harás - afirmó con gravedad el dios marino mientras con su tridente tocaba aquellas rejas divinas.

Rápidamente, su poder fue consumiendo la entrada. En unos instantes, cada una se había desvanecido por completo.

El otro inmortal miró perplejo al tirano de los mares. Conocía a todos los dioses de su panteón. Había servido durante muchos años a todos.

-Mi señor, estoy condenado....El mismo Zeus me ha.... encerrado aquí. Sabe que no puedo desobedecerlo - dijo arrojándose al suelo sin verlo, pegando su rostro a la fría piedra. Aunque estuviera libre del lugar, aún estaba sería perseguido por los guardias e incluso los dioses - no puedo hacerlo.

-¿Prefieres tu castigo a mí ayuda, escoria? - regañó Poseidón acercando su arma al dios rendido -Los dioses no olvidan, Hypnos.

-Los Einherjar tampoco, mí señor. Ellos me matarán, pueden hacerlo. Los dioses como yo no somos rivales para ellos.

-Tanto les temes - comentó - si tienes miedo no eres digno de ser un Dios - Poseidón levantó su mano para atacarlo.

-No por favor ..... Lo haré... Lo haré pero no me mate - respondió desesperado -"¿Poseidón o Zeus? De todas formas voy a morir" - pensó el dios del sueño mientras se levantaba sin dejar de temblar.

Caminó hasta acercarse al tirano de los mares. Bajó la vista y pudo ver al humano siendo sostenido por el dios. Respiraba agitadamente así que decidió levantar su mano para tocar su rostro.

-No te excedas, escoria - amenazó Poseidón tomando su brazo de golpe ante su atrevimiento. Hypnos sentía que estaba a un paso de arrancarlo.

-Debo tocarlo, mi señor Poseidón. Solo asi podré ver qué está sucediendo con él....mi señor - repetía - Realmente no lo haría si hubiera otra forma para revisarlo - expresó tratando de no trabarse y ser breve.

A regañadientes, el dios marino lo soltó.

El dios del sueño trató de ignorar la mirada amenazante y tocó la sien del samurái. Lentamente cerró sus ojos.

Debía ingresar en la mente del mortal y tomaría la forma humana para hacerlo. Tal como su hijo Morfeo.

Una luz cubrió todo a su alrededor.
Al abrir sus ojos, el mundo de los sueños estaba frente a él.

Rápidamente pudo ver lo que sucedía.

Golpe tres goles, las siluetas eran impresionantes.

Unos segundo después, abrió sus ojos.
Quitó su mano bruscamente siendo observado fijamente por Poseidón.

-Puedo salvarlo pero... Necesito de su ayuda - dijo el hijo de Nix.

- ¡Crees que puedes exigirme algo! - exclamó con furia Poseidón.

-No, mi señor. Pero si necesito protección. Si salgo del Olimpo seré uno de los más buscados. La condición del humano es algo favorable ahora pero debo intervenir de inmediato. Si él muere no podrá... - Hypnos calló de golpe.

No quería dar tantos detalles. No debía.

-¿A qué te refieres con si él muere? Solo está dormido - declaró efusivo casi al borde del atacarlo de nuevo el tirano.

Hypnos tragó saliva. Realmente estaba dudando si había tomado la mejor decisión. Ese humano era importante para Poseidón y podría matarlo si sabía que estaba en peligro.

-Él humano ... Es particular... No puedo decir más que esto. Es casi una maldición, una mezcla entre alucinación y sueño.

Poseidón apretó su tridente con fuerza. Algunos leves temblores empezaron a adorar la tierra.

-Él está luchando en su sueño... Me temo que de alguna manera su espíritu está perdiéndose en ese mundo y si pierde antes de que pueda sacarlo de ahí, morirá también aquí.

Poseidón abrió los ojos con sorpresa. ¿Morir?

¿Sasaki estaba luchando?

¿Contra quién?

Todas eran dudas que necesitaba disipar.

-Haz lo que tengas que hacer, Hypnos - declaró el tirano - si algo le sucede a mí humano. Tú morirás también - amenazó para darse la vuelta.

-Lo entiendo - respondió sumiso - será mejor que vamos a mi templo. Allí será más fácil para mí usar mis poderes.

Poseidón sostuvo con más fuerza a Kojiro. Alguien debía haber hecho algo en contra de Sasaki.

- "¿Quién quería destruirlo? Su humano era bastante sociable con el resto de los humanos y dioses. Era casi imposible que alguien quisiera lastimarlo." - pensaba en su interior.

- Sasaki, no mueras - dijo casi como un pedido el dios de los mares mientras seguía al dios del sueño.

¿Por qué?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora