Loki

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Aunque sabía que su esfuerzo inútil, debía intentarlo, por ello hacía rato que esperaba en aquel lugar.

Repitiendo una y otra vez los recuerdos en su mente.

-Soy un completo idiota - se dijo burlándose así mismo mientras llevaba una de sus manos a sus sienes.

Cuántas veces había causado un dolor semejante, una tortura lenta y eterna que doblegaba hasta al guerrero más bestial.

Ahora sentía el desastre en carne propia.

-No puedo evitar seguir esperando, esperándolo .... - comentó el dios con cierta nostalgia que le causaba al mismo tiempo cierta repulsión.

Sin darse cuenta, la noche había llegado y la arena de batalla tomó un aspecto bastante lúgubre.

-Tiene cierto encanto- se dijo en un intento de despejar su mente.

De pronto sintió una presencia acercarse a él a toda velocidad.

-Esto es sorprendente - habló en voz alta para ser escuchado - Nunca pensé que viviría para ver al dios de los mares con ese tipo de expresión - dijo al ver al recién llegado con toda la intención de provocarlo.

Desde la fiesta, Poseidón se había vuelto más susceptible y nada le agradaba más que el peligro. Un tirano de los mares enfurecido era un buen entretenimiento.

-Supongo que vienes por mí. Así que dime, Poseidón ¿Qué quieres que haga por ti? - preguntó el dios nórdico del engaño.

El tirano de los mares miró con frialdad al dios. La única manera de llevar a cabo su plan era con su ayuda. Solo debía soportarlo hasta terminar con todo, luego podría deshacerse fácilmente de aquella escoria.

-Necesito de tus hechizos, Loki- dijo sin ningún tipo de emoción.

-Al parecer esos humanos nos han vuelto vulnerables. Pero debo preguntar qué planeas con mis poderes, Poseídon? - preguntó sin esperar una respuesta - Me pregunto si tendrá algo que ver con tu hermano Hades.... - Loki se acercó a él - qué pudo haber hecho tu hermano para que desees acabar con él- señaló mordaz.

-No quiero acabarlo. Al menos no aún- respondió con una sonrisa ladina el griego.

Ese gesto sorprendió al nórdico. Era una sonrisa similar a la hizo durante la tercera ronda del Ragnarok. Definitivamente eso significaba que lo peor estaba por llegar.

-Bien... lo haré...pero ya me conoces Posei... Necesito saber qué es lo que ganaría con todo esto.

-Tú quieres a ese einherjar que luchó contra ti. Puedo darte la oportunidad de estar con él nuevamente y escapar del Valhalla- dijo el griego sin mirar al nórdico. No quería seguir perdiendo el tiempo con una basura como él.

-Tentador, pero .... no lo necesito - dijo levantando sus hombros en un gesto despreocupado Loki - yo solo puedo arreglarme para verlo, así que deberías buscar a alguien más.

En ese momento, Loki vió directamente hacia los ojos marinos. La furia que crecía en ellos, le preocupó por un instante.

-No me dejas alternativa, escoria - sentenció el dios griego mientras que velozmente como depredador a su presa golpeaba al otro y lo forzaba a ingerir una pequeña semilla que guardaba en su mano.

El nórdico tosió ante aquel alimento intruso deslizándose por su garganta. Casi sin sabor pero pequeño era bastante incómodo.

-¿Qué me diste? - logró apenas articular Loki.

Lentamente sentía cómo aquella semilla empezaba a expandirse en el interior de su cuerpo. Era como un puñal que se abría paso.

-No te preocupes. No tienes mucho tiempo así que si quieres salvarte, debes darle esta misma semilla a Hades - expresó con frialdad Poseidón.

-¿Cómo quieres que lo haga? ¿Acaso olvidas que tu y yo estamos en la mira de todo el Valahalla? - Poseidón ignoraba la réplica del inmortal - Vamos, Posei... - dijo mientras el griego empezaba a alejarse

-Utiliza tus poderes. Finge y lo conseguirás. Yo haré lo mismo... - de pronto el dios se detuvo y regresó su rostro sobre su hombro - cuando lo hagas llévalo al templo de Troya. Y no te demores si quieres seguir viviendo.

El dios del engaño apretó con fuerza su mandíbula. Odiaba someterse a otros dioses, sin embargo, desconocía lo que el tirano le había dado.

Seguramente no tendría el tiempo suficiente para averiguarlo por si sólo. La mejor opción era, para su desgracia, obedecer.

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Al mismo tiempo, Hrist y el emperador Qin llegaban a la entrada de ma Mansión del Eden. Por pedido de Sasaki, se adelantaron para dejarles algo de privacidad al dios y al espadachin.

-Tranquila, Hrist. Seguramente debe ser algo importante para ellos

La guerrera asintió. Por un instante recordó como Sasaki se detuvo bruscamente dejando a todos sorprendidos.

-¿Sucede algo, Sasaki? - dijo la guerrera.

-...¿Pueden adelantarse Qin y Hrist?. Necesito hablar con Hades-san un momento - comentó con seriedad.

Hrist miró al samurái. Pudo ver el peso de ese pedido en los ojos de su compañero.

-Bien estaremos adentro con los demás - dijo el emperador que también se había dado cuenta con el tono expresado por su hermano.

Tanto humano como valkiria no les quedó más opción que retirarse y para llegar a la residencia poco tiempo después.
-Sí, supongo que debe serlo - comentó mientras le seguía el paso al humano delante de ella.

A unos metros de distancia de la entrada, espadachin y dios estaban hablando entre sí.

-Sasaki, no puedo permitirlo - habló con cierto enojo el dios - es demasiado arriesgado para tí.

Kojiro suspiró un momento. No era nada sencillo lo que debía decir aunque tampoco tan complicado como su declaración. Sin embargo, eso no quitaba la preocupación por la posible reacción del dios.

-Hades-san... yo quiero buscar a Poseidón.

-Él puede lastimarte.... -Hades acortó la distancia colocando sus manos en los hombros del Einherjar - No puedes verlo, su obsesión lo tiene cegado y...

-Debo hacerlo -Interrumpió el humano - soy la razón de su comportamiento. Y el es mí amigo aunque se niegue a ello. Lo menos que debo hacer es hablar otra vez con él. Debo aclarar todo o al menos detenerlo antes que cause algo peor que lo sucedido en la fiesta.

Hades no pudo responder. La mirada determinada de Sasaki lo dejaba completamente en desventaja. Cómo odiaba y amaba esa mirada al mismo tiempo.

-Si vas a verlo...¿qué le dirás cuando lo encuentres? - dijo mientras Kojiro mantenía aún la misma determinación - conozco a mí hermano y estarás en peligro.

-Entonces ven conmigo - habló sin dudar Sasaki - busquemos a Poseidón juntos...Sí te preocupa lo que pueda sucederme... - dijo tratando de esquivar la mirada de aquellos ojos lilas que no dejaban de estremecerlo.

Hades se acercó para robarle un beso al mortal, quien le correspondió con sorpresa.

-Siempre me preocupé por ti. Antes y ahora... siempre

-Estaremos bien, Hades -san - comentó con una sonrisa el humano- ahora será mejor que regresemos. Aunque sabemos lo que se decidió en el juicio, aún debemos saber qué es lo que harán los demás.

El dios aceptó. Aunque internamente no estaba seguro, sabía con certeza que protegería al Einherjar con todas sus fuerzas.

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