No regresarás

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-Sasaki... - dijo suavemente al entrar en la habitación.

Lo que vió, era imposible de describir para él.

Su humano era sumamente perfecto.

La misma adrenalina lo estremecía.

Al fin era hora de empezar.

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-¿Puedes verlo? - dijo el señor de las moscas mostrando unas fotografías a su amigo.

Ambos ya estaban en el estudio reservado para los dioses infernales en el Olimpo. No sé alejarían demasiado y ese lugar era la mejor opción.

Ambos dioses fueron recibidos por uno de sus sirvientes. Este llevaba en su manos una especie de grabación que habían sido grabado a orilla del río Aqueronte.

-Esto.... esto es obra de él- sentenció Hades devolviendo las imágenes a Belzeebub.

En ellas se mostraba a un ser divino encapuchado. Aunque no podían reconocer su rostro, en varias de las tomas se lo veía revisando su alrededor. Sin embargo, una de ellas llamó la atención de los dioses. Llevaba una especie de rama en sus manos.

- Seguramente debe ser uno de sus sirvientes más fieles. Y el único con el poder de metamorfosis es Proteo. Fácilmente podría infiltrarse.... aunque... el mayor problema es lo que se robó del Inframundo -dijo el señor de las moscas.

El demonio miró con atención el rostro de su amigo. Sabía que lo robado era parte de su pasado con la diosa Perséfone y era parte de las leyes del reino Helheim.

Caronte no podía rehusarse a transportar a ningún alma si pagaban su viaje. Él se había encargado de enviar a uno de los dioses inferiores para informar sobre el sospechoso.

Belzeebub esperaba los resultados de aquel aviso cuando fue convocado a la reunión en el Olimpo.
Lo que más le preocupaba era que aquel individuo había ingresado a territorio prohibido. Ni siquiera él podía entrar libremente por aquel lugar.

Solamente Hades.

¿Cuál era la razón?

Allí se encontraba aquel árbol donde se despidió de su primer amor y donde habían ella lo había aceptado.

-¿Qué es lo que planea hacer tu hermano? ¿Acaso está arriesgando su propia vida por su enfermiza obsesión? - comentó con enojo el demonio.

- Poseidón sabe todo de ese lugar. Ningún dios perteneciente al panteón griego ignora la importancia de ese árbol. Definitivamente, Poseídon planea apostar a todo - dijo Hades con cierta enojo.

Siempre quiso proteger a sus hermanos. Había dado su vida por Poseidon, pero esto era también infringir las leyes del Inframundo.

-¿Apostar a todo? ¿Incluso matarse? - preguntó con cierta frialdad Belzeebub. Le parecía demasiado estúpido la decisión del tirano de los mares -Aunque Sasaki lo haya rechazado, no es motivo suficiente para llevarse aquella semilla.

-Esa no es la única razón.

El demonio miró a su amigo dirigirse hacia los ventanales. Desde aquella sala podía verse el templo donde antes vivía Poseidón en el Olimpo.

-¿A qué te refieres?

-Para Poseidón, el rechazo solo fue el detonador. Lo que lo preocupa es que lastimó a Sasaki de una manera que es imperdonable. Ante sus ojos, Kojiro no quiere volver a verlo y el ansía estar con él.... Al menos, eso es lo que Poseídon piensa.

-¿Y qué es lo que realmente piensa, el humano? - comentó mientras se sentaba uno de aquellos sillones.

-Sasaki quiere verlo. Quiere hablar. Él..... siente que debe aclarar todo y ayudar al menos en parte a mí hermano. Lo considera su amigo- sentenció sintiendo cierto orgullo por el humano. A pesar de todo, tenía la capacidad de buscar una solución pacífica ante alguien que quería lastimarlo.

-Es peligroso - dijo casi en un grito. Ya estaba empezando a impacientarse con el tirano de los mares y la confianza ingenia del humano.

- Por eso iré con él

-Creo que ambos están cometiendo un error. Prácticamente Poseidon está a la defensiva y si tiene esa semilla en sus manos, ninguno de ustedes estará a salvo. Hades ...

-Lo sé. Sin embargo, quiero confiar en que todo estará bien. Debo darle una oportunidad aunque no la merezca. Una última oportunidad.

-Bien, si es lo que quieren no los detendré- ya no tenía caso seguir insistiendo - ¿Alguien más sabe de esto?

-Solo nosotros tres. No le diremos nada al resto de los humanos ni a Brunildha.

-Yo sé lo diré - Hades miró rápidamente hacia su amigo - Tranquilo, se lo diré el día que ustedes lo encuentren. Les daré la oportunidad de verlo solos pero luego un ejército estará esperándolo para encerrarlo.

-No esperaba menos de ti - dijo cerrando sus ojos y con una pequeña sonrisa. Belzeebub lograba asustarlo algunas veces.

-Iré a ver si hay más evidencia. Necesitamos saber con seguridad si Proteo se ha llevado esa semilla.

Hades asintió.

El señor de las moscas salió del lugar cerrando la puerta tras él.

El griego volvió su mirada hacia delante. Belzeebub tenía razón pero, Poseidón era su hermano. Lo protegería, aún lo protegería.

En ese instante una pequeña explosión detrás de él lo hizo girar.

Vió a Belzeebub siendo tomado de su cuello por otro dios.

-Hola, hermano - dijo Poseidón sosteniendo con fuerza al demonio.

-¿Poseidón, que estás haciendo aquí? - gritó Hades

-Vengo por ti. Así que si quieres que tu amigo siga respirando, vendrás conmigo - Poseidon ejerció más fuerza. aunque Belzeebub no mostrara signos de dolor, podía ver cómo empezaba a quedarse sin aliento.

-Poseidón sé lo que planeas. Deja libre a Belzeebub - amenazó con gravedad

-Si ya lo sabes, entonces no tengo que explicarte lo que debes hacer - dijo con frialdad el tirano de los mares mientras le lanzaba una pequeña bolsa a su hermano mayor.

Hades la atrapó. Cuando vió el interior, sus peores sospechas estaban ahí.

-Ya no queremos seguir con los mismo reclamos. Ninguno de lo dos va a ceder y quiero que terminemos con esto. Así que... - Belzebub fue golpeado por una especie de lazo de agua que lo estrelló contra la pared - come una semilla, Hades - dijo finalmente viendo cómo el dios mayor apretaba sus puños con fuerza.

Hades no tenía opción. No solo Belzebub estaba en peligro y era consciente de lo que sucedería si comía de aquella semilla.

Tomó una de ellas.

Lentamente sintió como el alimento se deslizaba por su garganta.

Nunca podría olvidar su sabor. Ni antes, no ahora.

-Ahora, vámonos. Hay alguien más que está esperándonos - dijo Poseidón para marcharse de aquel lugar seguido por su hermano.

Antes de salir, Hades vió a su amigo inconciente. Otra vez, alguien había sido herido por culpa suya.

Poseidón vió que el griego se demoraba. Entonces decidió incentivarlo un poco

-No lo lastimé demasiado. Deberías preocuparte por ti, después de todo... no regresarás - sentenció para salir de aquella sala sin mirar atrás.

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