Amor y Sexo, Eros Urano y Eros Pandemo. Parte tres y fin del primer arco.
Capítulo 6.
3:37, lo único que podía escuchar eran los grillos que cantaban a pocos metros de donde estaba. Mi cabeza daba vueltas como un carrusel.
No tenía idea dónde estaba, a duras penas podía ser consciente de mi existencia pero no tenía noción de mi espacio tiempo. Lo único en lo que podía pensar era en la maldita fiesta, en mi encuentro con méxico, en el vodka que tomé, en que si mis padres me vieran en aquel estado me castigarian por meses y en que me encontraba solo, no tenía idea dónde podría estar argentina, en ese momento me di cuenta que esta no era una historia de amor, nadie me vendría a rescatar, solo quedaba ser Perú y nada más que perú.
―Perú, Perú ¿me escuchas?
Cuando había aceptado mi destino y mi posible muerte escuché la voz de argentina, no me había dado cuenta que se había acercado donde me encontraba. El sonido retumbaba en mi cabeza las palabras no me salían de la boca lo único que podía hacer como señal de vida era abrir un poco los ojos y mirarlo.
―mgh ¿argentina?...―dije con dificultad, por suerte no me había ido tan lejos de la casa de méxico de esta forma a argentina le resultó fácil encontrarme.
―¿estás herido? ¿Alguien te hizo algo?―preguntaba argentina, se lo notaba muy preocupado, era lógico, había roto su promesa.
No respondí a sus preguntas, estaba incapasitado pero además si pudiera tampoco lo haría, me sentía ofendido con Argentina. Argentina me levantó del suelo y me ayudó a caminar, juntos fuimos a su casa, argentina no podía dejarme en mi casa, si mis padres me vieran en este estado se llevarían una gran decepción.
Al llegar a la casa de argentina, tratamos de no hacer ruido para no despertar a su madre, no había agarrado mi celular en toda la noche pero estaba consiente que eran más de las 3 AM, yo seguía sin emitir sonido alguno y argentina se dio cuenta de que si yo no hablaba era porque no quería interactuar con el. En ese momento me senti tonto, ¿como pude confiar en alguien que recien conozco?, lo único que podía pensar era en como pudieron ser distintas las cosas si le hubiese hecho caso a Bolivia. Argentina me ayudó a subir las escaleras con cuidado de no hacer ruido y juntos entramos en la habitación. Argentina me dejó en su cama, yo me encontraba consciente, estaba más despierto que nunca. al llegar al dormitorio argentina se sacó su camisa dejando al descubierto su espalda ancha, verlo de esta manera me tomó de imprevisto, y lo unico que pude hacer fue apartar la mirada, él fisico de argentina era algo para impresionarse, argentina se puso su pijama y finalmente se acostó en su cama, por suerte la cama era grande y los dos entrabamos con gran comodidad.
―¿quieres que te preste algo de ropa para dormir?―preguntó argentina, no respondí, seguía molesto―Perú…perdón…― seguí sin responder pero escuchaba atentamente a sus palabras ― te deje solo en la fiesta cuando te dije que estaría contigo, lo siento.
―me dejaste solo para tener sexo―dije enfadado.
―lo siento… no tuve que hacerle caso a mexico, tuve que ser un mejor amigo contigo, lo siento―argentina se escuchaba muy arrepentido, yo por más que estuviera enojado y molesto lo iba a perdonar de todos modos, es difícil estar molesto con argentina.
―gracias por regresar por mi y no dejame tirado en la calle, por lo menos te preocupaste en buscarme.
―cuando me di cuenta que te habia dejado solo, me dio miedo que algo te hubiese pasado, perdón―dijo argentina.
por alguna razón me invadieron las ganas de llorar, lo que rondaba en mi cabeza en esos momentos era en Eros Pandemo y en Eros Urano, en el amor a la superficialidad humana, el como amamos los cuerpos y también pensaba en el amor que supera la superficialidad y traza a lo sincero, amando al alma y a la persona en sí, me di cuenta que estaba empezando a amar a argentina, quizás no de una manera romántica, pero lo amaba y me dolía que de mi amor Urano recibiera un amor Pandemo, que yo sintiera un amor sincero y que de él recibiera solo superficialidad, tenía que aceptar que argentina nunca me amaría de la forma que yo necesitaba, ya era hora de dejar de esperar algo de él.
Los dos quienes nos encontrábamos uno al lado del otro acostados nos dimos vuelta para vernos a la cara pese a la oscuridad de aquella habitación, la luz de la luna y las luces de la calle traspasaba la ventana de la habitación, nos miramos fijamente, nos miramos el alma, por segundos sentía amor de verdad un amor Urano, sentí su mirada curiosa ver cada aspecto que me conformaba, aunque estaba todo oscuro podía visualizar los ojos celestes de argentina, estábamos tan cerca, en ese justo momento me invadieron ganas de besar a argentina, me encontraba tan borracho que hubiese sido capaz de hacerlo si no fuera porque argentina se quedó completamente dormido. Me dí vuelta, no podía creer que era lo que sentían, estaba confundido, angustiado un poco enfadado y a su vez me sentía enamorado de aquel joven de cabellos despeinados, con una mandíbula marcada y unas mejillas cinceladas. Me encontraba inmerso en un espiral de emociones, preferí dormir para de esta forma poder escapar de aquellos pensamientos que me abrumaba.
―Perú… perú ¿no tienes frío?―no habían pasado ni 40 minutos y argentina ya molestaba a Perú.
―argentina duerme… es tarde―dijo entre dormido.
―¿estabas dormido? lo siento―dijo apenado argentina.
Pasaron solo 5 minutos y argentina volvió a hablar.
―Perú ¿me perdonas?
―…Argentina es tarde, mañana hablamos.
―perdón, es que… soñé que me quedaba completamente solo, se que merezco tu enojo, pero aun así no quiero perderte como amigo.
―…―Perú quedó en silencio, estaba cansado, había tenido un día largo ―sabes, hoy fue un día muy particular para mi, salí de mi zona de confort he hice algo que nunca me hubiese atrevido, todo lo hice por ti, porque yo… t-te q-quiero, como amigo… tú no estás solo― Argentina no estaba solo porque desde el primer momento que mi energía se entrelazo en la existencia de aquel muchacho yo lo seguiría a donde fuera.
―es irónico pero yo siempre me rodeé de gente, y aun así nunca pude escapar del eterno vacío en el que estoy inmerso.
―me tienes a mi―dijo Perú mirando a Argentina.
En aquellos días no podía distinguirlo con claridad, pero apesar de que argentina se rodeará de amigos y de gente en general su constante era aquel sentimiento de soledad y vacío, aquella noche no lo note pero sus ojos se cristalizaron al escuchar que no estaba solo, y su corazón reposo aquella noche.
―argentina… tengo que confesarte algo…
―Perú… dime ―el corazón de argentina latía con gran impulso.
―yo… yo…― Me quedé en silencio unos segundos― yo vi a tu amigo mexico besando a tu ex novia cuando tu te fuiste con la chica…
Argentina no dijo nada, pero yo se que aquella noticia lo impactó muchísimo, su mejor amigo fue capaz de besar a la ex novia de argentina aun sabiendo que él seguía sintiendo algo por ella.
No sabía cómo reaccionar en ese momento, ¿debía llorar? ¿enojarse? ¿llenarse de furia? lo único que le salía en ese momento era pensar en la mierda de vida que se habia transformado aquel verano escandaloso.
―no sabía si era buena idea contártelo, pero siendo tu amigo pensé que sería lo mejor, lo siento.
―estaba bien, hiciste bien en contármelo. ¿sabes? es doloroso lo que diré, pero realmente no me sorprende, en el fondo sabía que cuando México le decía a su novia que la amaba estaba mintiendo, el amor no queda solo en palabras, se tiene que demostrar y méxico nunca mostró una gota de amor y respeto por las personas que dice amar, incluso yo su mejor amigo de toda la vida no supo respetar algo tan simple… es decepcionante.
―¿qué piensas hacer?
―no lo sé, es mucha información que procesar, mi miedo es quedarme solo y ahora veo que tarde o temprano aquella pesadilla se volverá realidad…
―yo soy tu amigo y como tu amigo lo único que puedo decirte es que te alejes de personas así, la calidad es mejor que cantidad.
Yo sabía que dijera lo que dijera, no lograría levantar los ánimos de argentina. Eran las 4 AM y los dos nos encontrabamos acostados uno al lado del otro, cuestionando la vida y sus sentimientos, uno de ellos se había percatado que empezaba a sentir algo por su amigo y el otro joven se sentía traicionado y herido por su mejor amigo y por la mujer a la que amaba.
―desde que comencé a leer aquel libro del "Amor" todos los dramas me persiguen. Ese libro debe estar maldito― dijo argentina.
―desde que comencé a prestarle más atención al amor me di cuenta que es este sentimiento el que está maldito, no creo que sea el libro en sí, desde que nace el amor hasta que muere solo es una condena a el dolor, estás condenado a ser vulnerable, porque cuando amas te haces pequeño pierdes el poder que antes tenias, ahora ya no eres soberano de nada cuando hay alguien que es dueño de tu felicidad― argentina no lo sabia pero aquella descripción nihilista del amor era una conclusión llevada por la situación que estaba atravesando.
―yo no creo que sea una maldición amar, es cierto que duele, pero es hermoso cuando eres amado por la persona que amas. Cuando amas a alguien el mundo se torna más brillante, y todo parece que está bien.
―pero tu mismo lo dices "parece", aquello es solo una ilusión… Todo parece que esta bien pero nada está bien, solo hay corazones rotos…
―hay corazones rotos pero también hay corazones que sanan.
―¿cómo puedes ser tan optimista? literalmente tu amigo te traicionó y la persona que amas te hizo daño, ¿como lo haces?
―en momentos así lo único que queda es ser optimista porque si no lo fuera caería en una depresión segura, tengo la seguridad que alguien alguna vez será capaz de amarme.
Al escucharlo sólo me quedé en silencio, hubo una pequeña pausa en el universo y sólo éramos yo y argentina.
―estoy seguro que alguien te amara tanto que explotara de amor por ti―dije mientras mi corazón se cristalizaba, me había vuelto vidrio y ahora estaba condenado a romperme bajo cualquier impacto.
De pronto, unos claros se asomaron por la ventana de la alcoba, ya estaba amaneciendo, eran las 6:15.
Argentina se levantó de la cama y abrió la cortina de la ventana, el cielo estaba naranja con tintes rosas, y el poderoso sol recién se asomaba, todavía se podían ver algunas estrellas, yo solo me senté en la cama mientras veía de espalda a argentina, se dio vuelta y me miró con una sonrisa.
―ojalá alguien me ame como tu dices.
―te aseguro que llegara aquel día.
Realmente amaba a argentina, era un amor sincero, quería tocar su alma y conocer todos sus misterios, mi amor Urano me propulsaba a amar cada aspecto que conformaba a argentina pese a que sus sentimientos serían rechazados, pero aquello no importaba en ese momento, el tiempo se había detenido y sólo éramos yo y argentina, y lo único que podía hacer era adorarlo desde la distancia............................................................
Hola, hace dos semanas que no actualizo, este es el fin del primer arco de Eros, ahora me tomaré un descanso para continuar con los demás capítulos y volveré con todo. Espero que les haya gustado el capitulo, me tarde en publicarlo porque la historia va a tomar otro rumbo diferente a lo que había planeado en primer momento, quizás vuelva a fines del próximo mes.
me gustaría que escucharan esta canción, siento que Perú se la dedicaría a Argentina.
Sin más que decir, Bye.
Mate cocido
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Eros, Argentina x Perú
Romance¿Qué es el amor?, antes yo solo era un tonto abandonado a la deriva del porvenir, ahora soy un enamorado que sufre por su amor, un amor prohibido por los demás, ¿Qué es el amor? esa pregunta la pude responder cuando te conocí, porque fue en tu mirad...