Amor es Amor, Capítulo 28.

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Capítulo 28.

10 años atrás...

El niño quien se encontraba a la orilla de la pileta pública observaba con desconfianza el agua. Metió sus dedos del pie y los sacó rápidamente, decidió no meterse sentía que no era seguro hacerlo a pesar de que sus primos estaban disfrutando de aquel día de piscina en ese día caluroso.

―¿tienes miedo?― preguntó un niño desconocido que había visto toda la escena.

― ¡Y-yo no tengo miedo!― exclamó avergonzado, no quería que nadie pensara que él era alguna clase de cobarde― no te entrometas en lo que no te incumbe.

― lo siento... si necesitas ayuda para meterte a la piscina puedo darte la mano y nos meteremos al mismo tiempo.

― ¿qué? ¿estás loco? no soy tu novio como para darte la mano― dijo el niño hostilmente.

― está bien... 

Bolivia observó como aquel niño amable quien le había ofrecido ayuda se alejaba de él luego de su pésimo trato, se sintió arrepentido, hacía poco tiempo que se había mudado a aquel pueblo y no había hecho ni un solo amigo, quiso disculparse con aquel niño pero sintió que quedaría como un tonto sentimental.

Se sentó en la sombra de una sombrilla mientras miraba como sus primos, niños de su edad y más grandes disfrutaban de las refrescantes aguas. 

En ese momento no lo pensó bien y tuvo el impulso de tirarse de un chapuzón a la piscina pese a que le daba miedo, así que se levantó de su cómoda sombra y corrió determinado, pero justo antes de saltar se arrepintió y terminó resbalando y cayendo al agua de la manera más peligrosa y ridícula posible.

En ese momento pensó que era su fin, que inevitablemente iba a morir, todo por culpa de querer probar que él no era un miedoso, pero en el fondo sí lo era. Podía sentir cómo el agua entraba a su boca y como poco a poco se iba ahogando, tenía tanto miedo que ni siquiera se esforzó en tratar de flotar simplemente se dejó. No fue hasta que sintió como alguien lo sujetaba del brazo y lo llevaba a la orilla de la piscina. Al salir del agua se aferro fuerte a la orilla, escupió toda el agua con sabor a cloro, tenía ganas de vomitar y llorar. Cuando se estabilizó miró a la persona que lo había rescatado, era el mismo chico con quien había hablado hace unos minutos. 

―¿te encuentras bien? ― preguntó el niño con una dulce voz.

Bolivia se lo quedó mirando por unos minutos mientras seguía tosiendo. no podía creer como él lo rescato pese a que lo había tratado mal.

―¡no me estaba ahogando! ¡lo tenía todo bajo control! ― dijo Bolivia saliendo de la piscina para niños.

El niño no dijo nada ni trató de detenerlo, Bolivia dio unos pasos y se detuvo antes de alejarse por completo y desaprovechar aquella oportunidad de tener un amigo. suspiro y se dio la vuelta, todavía el niño se encontraba mirándolo mientras se sujetaba a la orilla de la piscina con sus tiernas manitas.

―aunque gracias de todos modos... aunque no me estaba ahogando te agradezco que hayas querido ayudarme...

El niño sonrió y salió de la piscina encontrándose así cara a cara con Bolivia.

Extendió su mano y Bolivia la agarró.

―mucho gusto, mi nombre es Perú―dijo Perú tiernamente.

― mi nombre es Bolivia, ¿Qui-quieres ser mi amigo? 

― emm... ¡Está bien!

Bolivia sonrió, por fin había hecho un amigo.

―¡Perú! ¡Ven aquí, es hora de irnos! ― gritó una mujer a lo lejos.

Eros, Argentina x PerúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora