Novios, Capítulo 26.

286 37 19
                                    

Capítulo 26.

Fueron cerca de 2 meses que se hicieron amigos argentina y Perú, aquel tiempo se sintió como toda una vida para ellos.
Se habían conocido desde los 15 años, habían compartido 2 años de escuela juntos, nunca se habían imaginado que se enamoraría tan profundamente el uno del otro. Creo que los mejores amores son aquellos menos imaginados, cuando el porvenir arrastra a las personas a situaciones inesperadas significan un antes y un después, argentina había cambiado al igual que perú desde el momento que sus vidas se habían entrelazado, ya nada sería igual que antes.

Perú quería que aquel abrazo durará para siempre, después de haber verbalizado sus sentimientos ante argentina se sentía agotado, le era difícil exponer su mundo interno pero sabía que tenía que hacerlo para no perder a Argentina.
Por otro lado, Argentina se sentía tan bien al abrazar a Perú, podía sentir cómo sus corazones se sincronizaban, par a par.

Argentina acariciaba la espalda de perú tratando de tranquilizar su respiración entrecortada luego de su llanto. Perú hacia el esfuerzo de tranquilizarse, se encontraba muy conmovido por toda la situación. Estaban tan ensimismados en su mundo que no se percataron que Italia los estaba llamando.
Rápidamente al escuchar a Italia acercarse a la habitación de argentina se separaron de aquel abrazo y limpiándose las lagrimas de sus rostros.
―es hora de cenar―dijo Italia alegremente abriendo la puerta de la habitación de argentina.

Los dos habían sido rápidos y estaban actuando lo más normal posible, fingían que argentina le estaba enseñando algún videojuego en su computadora como si no hubiera pasado nada en aquellos minutos.
―¿Perú quieres quedarte a cenar? Hoy hice mi especialidad, spaguetti con pesto, te va a encantar― dijo Italia entusiasmada.

Argentina miró a Perú, el quería que se quedara a comer, incluso a dormir.
―Muchas gracias señora por invitarme, pero no creo que mi madre me deje quedarme…

Perú todavía estaba castigado por lo que había pasado la otra noche que había desaparecido sin dejar rastro.
―no te preocupes, yo hablaré con ella―dijo Italia con aquel tono positivo que siempre llevaba.
―incluso se podría quedar a dormir ¿no?―planteó argentina, perú lo miró sorprendido, sentía que abusaba de la confianza de su madre y de la madre de argentina.
―¡claro!, adoro la idea, Perú dime el número de tu madre y le hablaré, trataré de convencerla― dijo guiñando un ojo.

Argentina y Perú se miraron y sonrieron, aunque Perú no creía que su madre lo dejara.
Italia habló con ella por teléfono unos minutos, la convenció de que Perú se quedará a cenar y a dormir, y es que la madre de Perú lo había notado desanimado y triste aquellos días, si bien no tenía una buena comunicación con su hijo y no sabía el porqué de su tristeza pensó que lo animaría si se quedara por una noche en la casa de algún amigo.
La familia de argentina era muy animada y feliz, si bien solo eran Italia y argentina nunca se habían sentido solos, argentina era lo único que le quedaba a Italia, era su más grande tesoro, por ello era tan amorosa y comprensiva, no quería perderlo.
argentina y Perú se sentaron en la mesa del comedor mientras italia servía los platos de comida, para ser una casa habitada por 2 personas aquella mesa era demasiado grande. De fondo se escuchaba música para ambientar la cena, era una pequeña costumbre que tenían en esa casa. Perú pensó en ese momento que si algún día se fueran a vivir juntos, quería mantener aquella costumbre de poner música en la hora de la cena, le resultaba encantador.

“Non ti fidar
Di un bacio a mezzanotte
Se c'è la luna non ti fidar
Perché perché
La luna a mezzanotte
Riesce sempre a farti innamorar…”

Aquella canción sonaba desde el megáfono, Perú nunca había visto uno en persona, le resultaba excéntrico que todavía haya gente que tuviera aquellas antigüedades.
Perú y argentina se sentaron juntos, argentina le sonreía con aquella sonrisa infantil, Perú hecho un vistazo a la mesa, tenían elegantes platos y cubiertos. La casa olía a flores y a comida casera, eso a Perú le encantaba.
Estaba feliz de estar allí con Argentina, definitivamente quería que el resto de su vida fuera así.

Eros, Argentina x PerúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora