Comienzos De Febrero, Capítulo 32.

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*Antes de empezar con el capítulo, quería darles las gracias por todo el amor que recibí en mi último comunicado. Al final del capítulo habrá un mensaje para ustedes. Nuevamente muchas gracias.

La leyenda de Eros y Psique.

En los albores del mundo vivían en Grecia, tres hermosas princesas. 
La belleza de las hijas del rey era alabada por el pueblo entero. Las 
hermanas mayores no tardaron en casarse y se fueron a vivir con sus 
esposos. Psique, la hija menor, no tenía pretendientes. Era bella como el 
amanecer, sin embargo, ningún hombre se atrevía a seducirla. Todos se 
admiraban al ver a la bella princesa y empezaron a alabar a Psique como 
si fuese una diosa. Tanto fue su admiración por aquella princesa que la compararon con la mismísima diosa de la belleza, Afrodita. 
La diosa al escuchar como simples mortales la habían dejado de lado por aquella princesa y comparaban la gracia divina con la mortal, se enfureció. Mando a su hijo Eros, el dios del amor, a clavar una flecha de amor invisible en su corazón cuando la noche calma le permitirá escurrirse por las sombras. Pero justo cuando la princesa dormía un rayo de luna, iluminó su rostro. Asombrado ante tanta belleza, su rostro cincelado, la textura suave de su piel, su cabello radiante al igual que el sol, aquel lunar en su mejilla, la forma delicada de sus manos, Eros quedó enamorado de la joven. Desobedeciendo, él guardó la flecha y se marchó.

Con el transcurso del tiempo, el Rey, padre de Psiquis, decidió consultar al Oráculo para indagar sobre el futuro de su hija. Éste le dijo que ella está destinada a contraer matrimonio con un monstruo que la llevará a su cueva. El rey angustiado, se negaba a aceptar tan horrible destino.

El día de la boda organizó la más triste ceremonia fúnebre. Psique abrazó a sus padres que lloraban desconsoladamente. Y luego, se sentó en una roca en la cima de un monte a esperar que se cumpliera el horrible pronóstico del Oráculo. De pronto, se sintió levantada por una suave brisa y se quedó profundamente dormida, flotando en el aire. Al llegar la tarde, Psique despertó en un viejo bosque. De pronto divisó entre los árboles, un palacio de ensueño. Fascinada, se aproximó, la puerta se abrió en forma misteriosa y la joven se encontró en un hermoso patio. 

No se veía a nadie, pero escuchó la voz de un ser invisible que le murmuró al oído:

― Aquí tienes a tu esposo, bella princesa, este palacio será tu hogar, espero que te guste. Te amo y te prometo que te haré feliz, pero nunca podrás verme. Por eso, me reuniré contigo sólo de noche. No trates de contrariar esto, pues me podrías perder para siempre― murmuró Eros desde la lejanía para que Psique no lo pudiera ver.

Psique confundida acepto aquellas condiciones, había pensado que su destino sería cruel y ruin, sin embargo había terminado en un palacio bello como un paraíso y con un marido que decía amarla.

De día la princesa se paseaba por su palacio recorriendo los jardines, no le tenía miedo a la soledad ya que a la noche, cuando el sol se había escondido por completo y la luna era el astro del cielo, cuando las velas eran apagadas y se encontraba ya es su lecho de sueño podía sentir cómo su marido misterioso entraba al cuarto y se acostaba junto a ella; la princesa no le tenía miedo a la soledad de día, ya que a la noche sentía el calor del amor.

Cierto día, llegaron sus hermanas de visita con el rostro descompuesto al ver que su hermana no vivía en una cueva como había indicado el Oráculo, si no que vivía es un palacio de jardines de rosas y torres de marfil, impulsadas un poco por la envidia le exigieron a Psique que develara el rostro de su marido para verificar si era o no un monstruo. Le dijeron que su marido era peligroso y que lo mejor para su seguridad sería desobedecer la orden que aquel marido misterioso le había dado. Psique asustada por las palabras de sus hermanas, ya no sentía seguridad en las noches en que era rodeada del calor de su marido. En su corazón ya no había amor, si no temor.

Eros, Argentina x PerúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora