Eros, Argentina x Perú

No Es Amor, Capitulo 17

Capítulo 17.

Estaba aturdida, hacía ya mucho tiempo que nada le resultaba importante, estaba sumergida en un letargo de indiferencia, capaz generado por su inmadurez emocional o por su miedo a la vulnerabilidad.

Brasil se encontraba manejando su auto, en el asiento trasero estaba su mejor amiga Paraguay, esta le estaba hablando pero brasil no podía prestarle atención, en lo único que podía pensar era en el comportamiento raro de argentina, hacia una semana que había comenzado a comportarse extraño. De un momento al otro era extremadamente cariñoso, no se quería separar ni un minuto de ella, y luego simplemente desapareció, ya no le respondía sus mensajes ni sus llamadas, estaba claro para ella que argentina se sentia arrepentido por todo el drama que había generado en año nuevo y por eso actuaba de una manera tan bipolar, pero en el fondo podía especular que también se estaba cansando de ella, aquello le llenaba de amargura.

Brasil no recorbada muy bien cuales fueron sus palabras cuando se reconciliaron, aquella vez actuó de una manera impulsiva guiada por el arrepentimiento de haberse besado con el mejor amigo de su ex novio. Brasil realmente apreciaba a argentina, por ello esa tarde lo busco para hablar las cosas.

Esa día estaba meditando si era buena idea buscar a su ex, hacia mucho tiempo que no se veían y mucho menos hablaban. Esa tarde en especial hacia mucho calor y aunque Brasil usará una falda estar afuera de la casa de argentina esperándolo le seguía afectando el clima. Al ver que se tardaba pensó en irse, cada cierto tiempo miraba la hora en su reloj, ella estaba nerviosa. Cuando estaba por irse escucho la voz de argentina y de otra persona más a lo lejos, pronto logro divisarlos. Era argentina, estaba muy guapo con su camisa blanca desabrochada los 2 primeros botones, junto a él un chico que nunca había visto, tenía un aspecto muy limpio y prolijo, era lindo.

cuando sus miradas se cruzaron el mundo se detuvo para los dos, Brasil estaba determinada pero aquellos instantes fueron intimidantes. Argentina retrocedió unos pasos, Brasil no quería que se fuera.

―¿argentina?―la voz de Brasil era un poco temblorosa por los nervios―¿podemos hablar?... se que no me quieres ver pero…por favor, necesito hablar contigo.

La mirada de argentina fue uno de los sucesos que quedó plasmada en los recuerdos de brasil, había algo en ella que era conmovedora, vacía y sofocante.
Argentina aceptó dejando atrás a aquel amigo que brasil desconocía.

Cuando brasil entró a la casa de argentina fue cuando se dio cuenta que no sabía que decir exactamente, sabía que algo estaba mal y que tenía que hacerse cargo de su error, pero no sabía comunicar de forma coherente lo que su cerebro procesaba.
―ven, vamos a mi habitación, allí podremos hablar cómodamente―dijo argentina.
Brasil siguió sus indicaciones, ¿hacia cuanto tiempo no estaba en aquella casa? había olvidado como se sentía la presencia de argentina, había olvidado las vibras que daba y el mundo que lo rodeaba, alguna vez ella había formado parte de este, se sentía cómodo, familiar, nostálgico, el sentimentalismo ablando su corazón y por un momento se dejó llevar por el cariño del pasado y se olvidó por completo la verdadera razón por la que estaba allí.
Al entrar los dos a la habitación, argentina cerró la puerta y se sentó en la silla de su escritorio en completo silencio, estaba expectante, sus ojos eran iguales a los de un ciervo en medio del camino viendo como un auto se aproxima hacia el para tener un violento encuentro.
Brasil suspiro, las palabras se le escapaban y las ideas se volvían abstractas, lo único que cargaba con ella era la nostalgia de un pasado.
―yo... se que te enteraste lo que paso en la fiesta de fin de año, se que sabes lo que paso entre yo y méxico, el me lo ha dicho―argentina seguía observando en silencio, aquello ponía nerviosa a brasil, trago saliva y siguió con su monólogo― vine aquí porque no quería que lo que paso esa noche cause problemas entre tu y méxico, fue inmaduro de parte de los dos y me arrepiento.
―¿te arrepientes?―preguntó argentina con un tono sorprendido.
―si argentina, aquella noche estaba muy borracha y no pensaba bien lo que hacía, tomé pésimas decisiones, lo último que quiero es herirte, yo te sigo guardando cariño y se que lo que hicimos te lastimó.