Afrontar, Capítulo 29.

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Cuando Italia estaba embarazada de argentina solía caminar por la playa en la noche después de la cena. En ocasiones caminaba acompañada de su esposo, pero usualmente caminaba solo de la compañía de argentina.

Argentina no fue su primer embarazo, ella a los 21 años se había embarazada de su primer bebé. Fue una enorme alegría para Italia y su esposo. Italia desde pequeña había soñado con tener hijos, solía cuidar a sus hermanos pequeños y prácticamente los crió a cada uno de ellos, amaba aquel sentimiento de entregar todo de sí para una pequeña vida, pero tristemente perdió a su bebé cuando tenía 4 meses de gestación.

Cuando se enteró que estaba embarazada de argentina su alegría fue inmensa, su esposo también compartía aquel sentimiento pero para Italia significaba algo más que engendrar una vida, significaba esperanza. 

Cuando caminaba en las oscuras noches por la playa solía tocarse la panza para sentir a argentina, sentir cuando se movía o pateaba, era mágico para ella, ese momento del día significa un diálogo profundo con su hijo, solía cantarle canciones o hablarle y decirle lo mucho que lo amaba y lo ansiosa que estaba por verlo crecer.  Aquel momento del día solo eran ella y él.

Cuando argentina estaba por nacer, Italia tuvo complicaciones en el parto, tuvieron que llevarla a urgencias y por un momento todo parecía perdido, hasta que un milagro pasó y nació aquel bebé de 3.7 kg, cabello castaño y ojos celestes. 

Ahora con un niño en brazos italia siguió sosteniendo aquella costumbre de caminar bajo la luz de la luna las noches de verano. Caminaba de un extremo al otro en la playa de aquel pueblo costero. Era tan poético que no hay tales palabras para describir aquel escenario, solo eran Italia y argentina bebé, de testigo eran la luna y las estrellas. 

Sólo eran Italia y Argentina.

Capítulo 29.

Perú se encontraba recostado en la cama. Se estaba empezando a sentir un poco mejor, aquel día había cocinado panquesillos como una forma de distraerse de toda la situación de la foto, pero aun así la situación lo perseguía. 

No le decía a nadie pero a escondidas veía sus redes sociales y veía los nuevos comentarios que la gente del pueblo hacia a la publicación, sabía que no tenía que hacerlo y que lo único que lograba era sentirse peor, pero la curiosidad le ganaba y le hacía actuar impulsivamente.

La publicación había ganado 87 likes y 94 reacciones; para algunos les puede parecer poco pero teniendo en cuenta que solo gente de aquel pueblo interactuavan con la foto era un número preocupante. 

Muchos incluso se encargaron de difundirla más, quien sabe cuántas personas vieron la foto, no había un contador de visitas pero se podía estimar que toda su generación la había visto. 

Perú se sentía bien al tener a argentina a su lado en esa situación, ya no le daba disgusto ser quien era pero aun así los comentarios de la gente le preocupaban, faltaban pocos días para terminar enero y cada vez se acercaba más la hora de volver a clases, no sabía cómo iba a enfrentar la mirada de todo su colegio, no sabía cómo controlar la situación…

Las lágrimas nuevamente recorrían su rostro y Perú las limpiaba con una mano, le causaba disgustos que la opinión ajena tuviera tanta repercusión en el. 

A los minutos argentina llamó a su teléfono, Perú se tomó un tiempo antes de contestar para poder calmarse y actuar como si nada hubiera pasado.

― Hola Arge…―saludo Perú.

―Hola amor ¿estás ocupado?

―no, no, estoy leyendo un libro pero puedo dejar la lectura de lado.

Eros, Argentina x PerúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora