Forty three

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Jimin observaba fijamente las puertas del ascensor, su trasero dolía un poco por el tiempo que Ievaba ahí, pero no se movería hasta que su alfa llegara.

En algún momento Yoongi despertó. lo sabía porque escuchaba a Hoseok hablar y no creia que estuviera lo suficientemente loco como para hablar solo e igual aveces escuchaba al gamma decir alguna cosa

De todas formas no les dio mayor importancia ya que estaba más atento a las puertas, tanto así que dio un saltito asustado cuando escuchó el timbre del ascensor, se levantó de inmediato, pero su emoción inicial cambió a una de desconcierto.

Si fuera su alfa, él no habría tocado el timbre, simplemente hubiera digitado la contraseña y entrado.

Hizo un puchero y caminó la poca distancia del botón al lado derecho del ascensor y lo presionó haciendo que las puertas metálicas se abrieran

La alfa a la que había conocido como Seulgi apareció frente a él acomodando su flequillo mientras se observaba en un pequeño espejo redondo en su mano derecha, estaba vestida con un jeans azul claro con roturas en las rodillas y una camisa sin mangas de color rojo al igual que sus botines.

Esta le miró mientras limpiaba las esquinas de sus rojizos labios y Jimin se distrajo con algo que vio en su dedo medio.

-¿Qué hay azulito? ¿Y mi bebé?-preguntó con desinterés la alfa guardando el espejo dentro de su bolsillo.-¿Qué pasa con tus ojos? ¿Andas combinando?

Jimin no dijo nada y sus ojos siguieron la mano de la alfa hasta que se posicionaron en su cadera, entonces alzó su mirada y la vio directamente a los ojos.

-Tu anillo es muy bonito ¿Es de Harry Winston, ¿no?-pregunto curioso el omega.

Seulgi alzó su mano de nuevo para ver el anillo con un gran rubi en el centro y  rodeado de diamantes blancos, regresó su mirada al peliazul y alzó una ceja, anteriormente Jimin ya había visto sus joyas y nunca había comentado nada sobre ellas, ahora parecía genuinamente interesado por su anillo.

Ante la acción para nada habitual de él, otra duda apareció ¿Por qué todavía no había hecho algún comentario sarcástico o sacado su lengua? ¿Qué le pasaba? ¿Qué tramaba?

-Hmm si...-murmuró desconfiada Seulgi.-¡Y antes de que digas que son falsas te digo que..!

Seulgi se interrumpió, su mano alzada y su dedo índice apuntando al omega se vieron atrapados por la pequeña y suave mano de Jimin.

-¡Yo también tengo colecciones de anillos y collares! Aunque Jiminie prefiere aritos, pero tengo mucha joyería ¿Quieres verlo?-preguntó emocionado Jimin aunque no esperó una respuesta en sí, él ya estaba arrastrando a la alfa asustada y desconcertada.

Las puertas del ascensor se estaban abriendo cuando Jungkook vio a un bonito omega de cabello azul corretear escalones abajo y apresurarse hacia él.

Lo sostuvo apenas Jimin chocó contra su cuerpo y rió al sentirlo frotar su pequeña naricita contra su pecho.

-¡Alfa! Jiminie te extrañó, tardaste mucho.-murmuró de forma amortiguada el omega sin despegar su rostro de la zona.

-Lo lamento, Jiminie.-murmuró de igual forma acariciando su cabello.-Te dije que estaría libre hasta las cinco.

Jimin refunfuñó e inhaló profundo el aroma de su alfa.

La verdad era que cada vez le estaba costando más el tomar el cuerpo de Jimin para ser libre un rato, para estar con Jungkook y recibir cariño, no entendía muy bien el motivo pero no le dio mayor importancia ya que su lado humano por fin se estaba permitiendo experimentar algo nuevo, ante su condición no creyó realmente que encontrarían a un alfa que los quisiera, pero lo habían hecho, lo habían encontrado.

No, fue al revés, Jungkook los encontró.

Sus pensamientos cambiaban un poco ahora que estaba entre los brazos de Jungkook, siendo abrazado y mimado, fue consciente entonces de lo mucho que lo extrañó físicamente y sintió miedo de que en algún momento dejara de sentirlo o lo peor, que desapareciera para él.

Los brazos de Jungkook le envolvieron con más fuerza y Jimin gimoteó.

-¿Qué pasa? Huelo tu miedo.-susurró Jungkook contra su oreja y Jimin tembló.

Se negó a confesar su temor porque no quería parecer estúpido, el hecho de que ya no apareciera con tanta frecuencia no tenía porque alarmarlo, simplemente mostraba lo mucho que su lado humano luchaba por mantenerse consciente y ser el que manda cuando usualmente le dejaba hacer lo que quisiera.

Solo tenía que encontrar un equilibrio entre ambos y tiempo equitativo, eso lo podría hablar con su lado humano luego.

Suspiró debilmente y alzó su mirada.

-So-Solo te extrañé alfa, no vuelvas a irte por favor.-pidió el omega haciendo un puchero.

Jungkook soltó una corta risa aunque la respuesta no le convenció, no insistiría y esperaría a que el omega quiera comentarle lo que pasaba

- Veré que puedo hacer respecto al trabajo, cariño.-aseguró y dejó un lento y suave beso sobre los esponjosos labios de Jimin.

El omega suspiró cerrando los ojos y dejando que Jungkook le besara como guste, los besitos lentos eran una muestra de puro amor para él y le derretían por completo.

Si tan solo estuvieran solos.

Se quejó cuando uno minuto después Jungkook separó sus labios por unas cuantas pulgadas, abrió los ojos sintiendo sus cachetitos calientes y volvió a hacer un puchero.

Jungkook sonrió enternecido, encantado de la imagen tierna y brillante del omega y cerró de nuevo el espacio entre ambos para besarle con mayor profundidad.

Jimin podía hechizarlo muy fácilmente, lograba acelerar su corazón con una sola mirada, ya sea que se trate de unos ojos azulados que le pedían protección o unos ojos castaños que le retaban por cualquier cosa.

De cualquiera de las formas lo ponia en alerta y protector, como en ese momento que no sabia que era lo que molestaba al omega y él solo deseaba hacerlo sentir mejor.

-Oigan ya se está poniendo oloroso aquí, calmen sus feromonas.

Jungkook se alejó y miró mal a Seulgi quien les observaba desde los escalones con una mueca de disgusto

Aunque tenía razón, ellos no podían dejarse llevar cuando habían más personas en el lugar.  Aún así le molestó la interrupción

Para sorpresa de Jungkook, Jimin soltó una risita.

-Lo siento.-murmuró el omega apoyando su mejilla de nuevo en el pecho de su alfa. Nos portaremos bien.

Jungkook frunció las cejas al ver que Seulgi suavizaba su expresión y una sonrisa apareció en su rostro

-De acuerdo bebecito, te espero arriba para que me sigas enseñando tus pendientes.

Jungkook se tensó ¿Le había llamado
bebecito a Jimin?

No lo diría en voz alta pero, eso no le había gustado en lo absoluto.

Los labios de Jimin empujándose contra los suyos le hicieron darse cuenta que había estado gruñendo en voz baja y que su mirada lanzaba advertencias a la alfa que le ignoró olímpicamente mientras subía los escalones.

Mientras correspondía el beso una extrañada y desconocida sensación le consumía ahora ante su reacción, se había sentido celoso por algo tonto y realmente se avergonzaba

Jimin le dejó ir unos segundos después y luego le dio una brillante sonrisa que le borró los pensamientos al instante.

Estaba cayendo, estaba cayendo muy fácil y profundo.

Daiyō -Kookmin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora