Thirty eight

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Seulgi caminaba haciendo muecas de vez en cuando ya que sus tacones se hundían un poco en el pasto húmedo, su vestimenta negra estaba cubierta casi por completo por su abrigo del mismo color y esperaba que sus gafas oscuras ocultaran un poco su identidad.

Se detuvo al llegar a su destino y se cruzó de brazos.

-Ha pasado ya más de dos horas, Jeon, sería bueno regresar ya, hemos dejado solo a Yoongi.

Jungkook alzó la mirada hacia la alfa y le dio una sonrisa triste para luego mirar de nuevo aquella placa negra con letras grabadas.

-Perdón se me fue el tiempo.-se disculpó y luego suspiró.

Seulgi no dijo nada, de cierta forma se sentía mal de venirlo a traer, pero ya empezaba a nevar y la carretera se ponia insufrible.

Eran contadas las veces en las que Jungkook le pidió que lo llevara al cementerio, aunque ella no conoció a su omega en persona el alfa le contó sobre él de a poco.

Algo debia de estar rondando en la cabeza del castaño o le estaba preocupando como para que le pidiera que lo trajera tan de repente.

Jungkook se levantó con las flores marchitas que había tenido la pequeña tumba de Eunwoo y que reemplazó con rosas blancas las que fueron por mucho tiempo sus favoritas.

Luego se giró y sonrió un poco para luego empezar a caminar al estacionamiento, Seulgi le siguió de inmediato

-¿Estás bien?-preguntó Seulgi.

Jungkook asintió.

-Solo quería venir a verlo.-murmuró.

Seulgi suspiró, parecía no creerle y no le culpaba, la verdad era que se sentía demasiado ansioso.

Desde hace tres semanas lleva "una relación sin nombre" con Park Jimin para él que sus sentimientos siempre fueron dirigidos a Eunwoo aun cuando murió, era sumamente extraño el que ahora empezaba a sentir lo mismo por alguien más.

Estando con Jimin todo salía tan natural, tal vez porque el omega igual es espontáneo y fácil de llevar, pero cuando estaba solo lidiaba por el temor de dejar atrás a Eunwoo.

"Yo no vengo a reemplazarlo, vengo a ganarme mi lugar, Eunwoo es muy especial para ti y en ningún momento te pediré que dejes de quererlo".

Fue lo que Jimin le dijo la última vez que le vio inseguro al visitarlo, aunque se lo agradecía, tampoco era justo para él ¿Cómo iba a quererlo a medias? No se lo merecía.

Jungkook quería avanzar, volver a enamorarse, volver a amar, pero no sabía cómo luchar con su miedo e inseguridad.

Falló en esta visita, porque él quería sincerarse frente a Eunwoo y simplemente no pudo.

Llegaron al estacionamiento, Jungkook se acercó al basurero para depositar lo que limpió en la tumba de Eunwoo mientras que Seulgi sacaba las laves de su Camaro rojo el cual estaba a pocos metros y quitaba el seguro para luego caminar hacia él.

Jungkook le siguió al poco tiempo, abriendo la puerta del copiloto y entrando al poco tiempo y cerrar, se puso el cinturón de seguridad y Seulgi encendió el auto, pero antes de arrancar suspiró y miró al castaño.

-¿Seguro que estás bien?-preguntó.-Te veo... Estresado, tristón.

Jungkook hizo una mueca y se cruzó de brazos.

-Estoy bien.-murmuró.-Solo un poco confundido.

Seulgi hizo un leve puchero y asintió

-No es malo estar confundido con tus sentimientos Jungkook, eso significa que hay algo dentro de ti que quiere dar el paso y el otro tiene miedo de darlo, no te fuerces, ¿Bien? Deja que todo fluya con naturalidad y que pase lo que tiene que pasar, aunque se trate del azulito sin ningún respeto a nada.

Daiyō -Kookmin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora