Epilogue

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Jimin acomodó adecuadamente aquel marco sobre la mesita, para luego encender las velas alrededor.

-Bienvenido a tu nuevo hogar, Eunwoo.-murmuró Jimin con una pequeña Sonrisa.

Un año entero había pasado, él y Jungkook se habian casado al poco tiempo en el que se concretó la unión en la antigua casa del alfa, se tardaron un poco en mudarse puesto que estuvieron realmente ocupados, Jungkook en el lanzamiento del grupo femenino y el omega ayudando a su padre con la imagen de su empresa.

Ahora que estaban en un nuevo hogar un poco apartado de todo, pero siempre en Seúl, Jimin pensó que sería adecuado dejar una marca del omega que le permitió de alguna forma conocer a Jungkook puesto que dudaba que lo hubieran conocido en otras circunstancias, era incómodo ir al cementerio, algunos periodistas todavia llegaban a tomar fotos y molestar luego de que se supiera que aquella noticia de su cuñada, era sobre su familia.

Como ahora se le ablandaba más fácil el corazón por su alfa, no podía con la carita triste que ponía al no poder visitar a Eunwoo para dejarle sus rosas, asi que ahí estaba él, haciéndole un mini altar al final del pasillo cerca del Jardín.

Su cuerpo fue empujado repentinamente a la izquierda y bufó mientras veía hacia abajo.

-¡Navi! ¡Ya te he dicho que no me empujes, vas a botarme!-se quejó hacia la bola de pelos de color café y ojos celestes que trataba de apoyarse con sus patitas delanteras.

-Ya, mi amor, no la regañes que solo busca tu atención.

Jungkook habló apareciendo tras él, la perrita no tardó en corretear hacia él, agitando su colita hasta que fue alzada.

De alguna forma pasó, a Jimin le daba vergüenza recordar como le había propuesto tener una mascota al alfa.

En un par de veces, Namjoon los tomó como niñeros ya que Jaemin y Minho parecian fascinados con su alfa, inclusive cuando Chanyeol y Kyungsoo tuvieron a su pequeña Sooyoung, les pidieron algunas pocas veces que la cuidaran y Jungkook fue feliz, porque parecía querer mucho a los niños.

Jimin sabia que tenían opciones, como el de adoptar uno ellos, pero simplemente él no estaba listo para algo como eso, no podía imaginarse a si mismo criando algún cachorro, apenas aguantaba a sus sobrinos, Jungkook por su parte, nunca hizo algún comentario, no parecía querer presionarlo de ninguna forma.

Asi que Jimin consideró tener una mascota, no era lo mismo, pero al menos los soportaba y los perros le parecían lindos, aunque claro, no tuvo las palabras adecuadas para pedirlo.

Recuerda que ambos estaban besándose en el sillón de su penthouse, Jungkook siempre lanzando palabras llenas de amor que endulzaban el oído del omega, lo derretía tanto que terminaba soltando balbuceos o demostrando su amor con más besos o caricias.

Entonces, en medio de su nubla de amor, él habia preguntado,

-¿Quisieras tener un cachorro conmigo?

Jungkook le había dado una mirada perpleja ¿Y cómo no? Si era común llamarle asi a los bebés. Al darse cuenta de su error, el pánico le invadió tratando de explicarse adecuadamente y Jungkook solo rió.

-¿Quieres que tengamos un perrito?-le  abía preguntado.-¿En este edificio dejan tener?

-Ouh, n-no sé...

-Tranquilo, amor, lo tendremos una vez nos mudemos, lo prometo.

Y así como así, habia suavizado el ambiente, tomándolo con calma y hasta preguntando que raza querría y de hecho llegó un poco antes de lo esperado, Jungkook encontró a una perrita Coker en la calles la pobre había estado en cinta y la mantuvo en su anterior casa. Sus padres se enamoraron por completo de ella y se la quedaron apenas tuvo sus cachorros, tres en total de los cuales también se quedaron con dos de ellos.

Daiyō -Kookmin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora