Thirty two

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Las manos de Jimin descendieron por su pecho hasta legar a su abdomen, sus labios estaban curvados juguetonamente

-¿Qué? ¿Te comió la lengua el ratón? ¿O estás sorprendido por ser atrapado besándome?-cuestionó divertido Jimin.

Jungkook rió nervioso y tomó las manos del omega.

-Lo lamento, rechazarle besos a Jiminie es un tanto... Difícil.

La sonrisa de Jimin se borró y le miró mal.

-¿Jiminie?-preguntó como si el apodo le hubiera ofendido en grande.

Jungkook asintió soltando una de sus manos para luego colocarla sobre la cabeza del omega y empezar a despeinar un poco las hebras azuladas.

-Sip, tu eres Jimin y tu lobo es Jiminie.-murmuró con una media sonrisa.-Me parece tierno cuando se refiere a él mismo de esa forma iO se referirá a ti?

-iNo es tierno!-refunfuñó alejando la mano de Jungkook y luego peinando como pudo su cabello.

-Si tu lo dices.-dijo divertido Jungkook y cuando Jimin le miró mal de nuevo, simplemente se encogió de hombros.-Siéntate, los demás están trayendo el desayuno

Jimin refunfuñó mientras caminaba hacia el sillón frente a la pared izquierda, parecía que alguien había dormido ahí, la mesita larga enfrente estaba lena de papeles y en la esquina habia una laptop hp.

Se sentó cruzando una pierna sobre la otra y observó al alfa quien caminó hacia el ventanal tras su oficina para retirar la gran cortina color vino, aunque la oficina estaba luminosa aquello casi le cegó.

-¿Vino Seokjin de nuevo?-preguntó sin perder de vista a Jungkook quien parecía no saber ni donde meterse.

-Hmm no, vino tu hermana Jihyo.-respondió mirando el desorden que tenía en su escritorio el cual empezó a recoger.

Jimin suspiró aliviado, Jihyo tenía mayor complicidad que su hermano quien no dudaba en ir en busca de mamá para contarle lo que hacía, era un chismoso al igual que Chanyeol.

No sabía cómo había terminado el día anterior, si ahora había regresado recibiendo un beso, ya se suponía como le fue a su lobo, aunque tampoco podría asegurarlo.

-Te vi con ojeras ¿No has dormido?-preguntó Jimin observando la almohada en el sillón y un saco gris en el apoya brazo que ante el olor, podía confirmar que era de Jungkook

-Eh, no realmente, tuve mucho papeleo.-murmuró.

-¿Quieres dormir un poco?-preguntó de forma sugestiva sentándose correctamente.-Puedo prestarte mis muslos como almohada.

Jungkook le vio sorprendido y al cabo de segundos empezó a sonrojarse y verse nervioso.

-O-Oh no es necesario.-murmuró mientras rascaba su nuca.-Luego del papeleo espero ir a casa y descansar.

Jungkook se sentó en su silla y la hizo girar para ver por su ventanal, su edificio no era tan alto y además estaba en un piso bajo, pero a su alrededor los demás edificios eran más pequeños y él podía ver a lo lejos el pequeño rio artificial del parque central, la nieve resultaba darle un toque bastante relajante aunque desde hace unos días no nevaba, ese día si que lo hacía y demasiado.

Se sentía ridículo, no podía darle la cara a Jimin porque sus sentimientos eran diferentes cuando estaba con él, le intimidaba y ponía nervioso, era como si necesitara estar en alerta ante cualquiera de sus movimientos.

Seguía sin saber si lo que le dijo aquella mañana era verdad, pero el hecho de que el omega pensara y considerara en morder su cuello hasta dejar una marca le daba escalofríos, tal vez se sentía de esa forma porque no sabía en qué página
estaba con Jimin, aunque le hubiera dicho que queria que fueran amigos, él no dejaba de coquetearle de vez en cuando.

Escuchó sus pasos y se tensó, pronto Jimin llegó a su lado con su postura elegante e inquebrantable, sus ojos no eran tan fáciles de leer como los de Jiminie, así que no estaba seguro de cual movimiento podría hacer.

-¿Te escondes de mi?-preguntó burlón.-¿Estás siendo un ratón escurridizo?

Jungkook rió con nerviosismo y negó.

-Claro que no.-murmuró.-Solo estoy algo cansado...

Jimin alzó una ceja y observó hacia la ventana.

-No puedo entender como bajo la nieve aún hay personas en el parque, para alguien chismoso le encantaría estas vistas.-murmuró divertido.

No es que pudieran ver claramente a las personas, solo sus figuras, como en ese momento que lograban ver a dos hombre y un perro, probablemente era un husky, uno de ellos parecía tomarles fotos al otro hombre y al perro.

De repente sintió algo cálido en su mejilla, no se tardó en darse cuenta que se trataba de Jimin, al alzar la mirada le vio como si estuviera debatiendo consigo mismo antes de inclinarse hasta que sus rostros estuvieron a pocos centímetros.

-¿Por qué estabas besando a mi lobo?-preguntó en voz baja.

Jungkook le vio nervioso.

-Y-Yo bueno, es que es algo dificil negarse a Jiminie, ya te lo había dicho.-respondió en un balbuceo.

-¿Ah si? cY es justo?-preguntó ahora ladeando la cabeza.

-¿Jus-to?-repitió el alfa.

-¿Qué a él lo beses y a mi no?-completó.

Jungkook sintió su corazón latir desenfrenado y sus manos se cerraron con fuerza en el apoya brazos de la silla.

-Y-Yo n-no sabía que..

Jungkook fue interrumpido por los gruesos labios de Jimin que tomaron entre ellos a su labio inferior para luego  empujarse en un beso.

Le tomó de la nuca para profundizar el beso y llevar el ritmo que desde un principio fue desenfrenado, Jimin invadió su cavidad bucal, acariciando su lengua con la suya y al liberarlo por unos pocos segundos mordisqueaba sus labios finos hasta volver con la invasión.

El omega subió a sus muslos y ya perdido ante lo que sucedía, Jungkook le abrazó por la espalda, pegándolo por completo a su pecho y entonces fueron un revoltijo de jadeos por unos largos segundos hasta que sus pulmones dolieron ante la falta de oxígeno.

Aun así Jimin no se despegó por completo, dio cortos besos sin querer alejarse, para ese punto estaba que se arrancaba la ropa del calor que empezaba a sentir, sus manos picaban por quitarle la ropa al alfa también.

Jimin luchó por conseguir aire una vez le dejó ir, pero para su sorpresa mientras trataba de recuperar el aliento Jungkook se dirigió a su cuello destapado, gimió y cerró los ojos al sentirlo besar su delicada piel la cual se erizó ante el contacto cálido.

Tenía una decisión por tomar, controlaba sus hormonas de colegiala o se encuera ahí mismo para follar.

Jungkook lamió su piel en esos momentos robándole otro gemido.

Bien, vamos a follar.

-Jungkook..-le llamó aunque su voz salió como un gemido.

El alfa gruñó apretando levemente su cintura, su olor se volvía cada vez más atractivo para Jimin y..

-¡Oigan! ¿Por qué la puerta tiene llave?

Jimin saltó y tropezó hasta caer al suelo y su cabeza chocó levemente con el cristal tras él al escuchar la voz de Hoseok observó con horror a Jungkook quien se veía igual.

-iY-Ya va!-exclamó Jimin aun sin mover un músculo.

-Y-Yo voy a poner ambientador.-murmuró

Jungkook levantándose con prisa de la silla, Jimin suspiró con molestia, habían regresado muy rápido.

-Yo quería follar..-murmuró para él mismo.

-¿Di-Dijiste algo?-preguntó Jungkook quien estaba un poco lejos con el ambientador en la mano mientras rociaba alrededor.

-No...-respondió desganado.

Apuntado, follar en la oficina sería algo difícil.

Daiyō -Kookmin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora