Daiyō -Kookmin-

Sixty five

Jungkook ordenó correctamente los papeles dentro del último folder en sus manos, luego observó a las dos personas frente a él y sonrió.

-Aquí está el contrato oficial, me alegra que decidieras quedarte,-dijo el alfa observando al omega mientras que éste tomaba la carpeta.

-No pensé que tendria la oportunidad, pero gracias.-murmuró Taehyung para luego mirar a Yoongi quien estaba emocionado ante la nueva contratación,-Espero ser de ayuda a Yoongi.

Jungkook asintió, ya que todo estaba ahora bajo control, con Jinhee en la cárcel ubicada al otro extremo del país donde pasará treinta años ante intento de homicidio, Yoongi demandó su reingreso al trabajo.

El alfa no dudó en aceptarlo, la verdad era que lo extrañó ahí, además, ahora pasaba la mayor parte del tiempo con Hoseok.

Asi que, para mantener igual a Taehyungg decidió dividir el trabajo; dejando al omega encargado con todo lo relacionado a la comunicación tanto con otras áreas como con clientes.

Yoongi se ocuparia en todo lo relacionado
al papeleo, contratos y proyectos, entre  ambos podrían ayudarse cuando lo necesitaran.

-Y este otro.-dijo Jungkook girándose un poco hacia Su escritorio para tomar el otro folder.-Es para mi primer chófer.

El alfa recostado sobre el sofá bufó levantándose.

-Sigo sin creerte que no has tenido chófer antes.-dijo Seokjin tomando el folder.

-No lo necesité, pero, desde que tengo uno veo sus ventajas y prefiero mantenerlo ahora. declaró con una media sonrisa.

-Suelo dejar maravillado con mi trabajo.-dijo guiñando un ojo.

Jungkook rodó los suyos y soltó una risa,

-Mejor firma antes de que me arrepiente.-dijo entredientes.

Seokjin se encogió de hombros y fue a sentarse junto a Taehyung en el sillón para leer sus respectivos contratos, Yoongi entonces se acercó a él y lo abrazó.

-Está listo lo de los anillos.-informó en voz baja.-Las han hmm.. Pegado, justo bajo el nombre de Eunwoo

Jungkook suavizó su sonrisa y suspiró, el recuerdo de la visita que le dio a Eunwoo junto a Jimin apareciendo, aquello fue como quitarse el gran peso que siempre tuvo sobre los hombros y ahora se sentia extrañamente tranquilos libre.

Desde entonces, también se siente diferente con Jimin, sentia que cada toque y palabra que salia de su boca hacia él, iban llenos de cariño, más que antes, ahora simplemente no podia quitarle las manos de encima y decirle lo hermoso que era mientras lo llenaba de besos.

Cuando Jiminie está presente, se derritia y le regresaba cada muestra de cariño, sus ojos celeste brillantes y llorosos siempre sobre él y entre los dos se aferraba para no separarses en cambio Jimin se quejaba de lo cursi que podía ser y cualquier acción inocente de su parte terminaba de alguna forma transformándose en una atmósfera sexual en donde terminaban arrancándose la ropa y muertos de cansancio, aún así aferrados al otro.

Ya no habían dudas con sus acciones, pensamientos y sentimientos, Jimin lo era todo para él y... Ya no podía negarlo, lo amaba, lo amaba demasiado.

Solo necesitaba tomar valor y confesarlo, porque cada vez que lo intenta, se pone rojo como un tomate y tartamudeaba como loco.

Y Jimin tampoco ayudaba, ni él ni Jiminie, porque al verlo en ese estado, uno se burlaba y lo atacaba con besos, el otro se ponia igual de rojo y trataba de distraerlo con cualquier otro tema o exigiendo mimos.