Fifty three

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Seulgi ladeó la cabeza tratando de entender la imágen frente a ella, tenía muchas dudas en su cabeza de las cuales sabía que no tendría respuesta, al menos no ahora.

Jungkook fue claro y directo, no podía molestar, no podía ir y despertar a su pequeño bebé para saber que hacía dormido acurrucado incómodamente sobre el beta del cual conocía muy poco.

Alzó la barbilla y su mirada penetrante se pegó al rostro del beta quien seguía igual de dormido, con un brazo rodeando la cintura de su bebé como si de esa forma le estuviera protegiendo de todo mal.

-Ya déjalos en paz, tu mirada siniestra no logrará nada

La voz gruesa y casi molesta de Jungkook habló tras de ella, arrugó su nariz, el aroma que Jungkook desprendía se sentía diferente y su instinto de alfa le hacía ponerse en modo alerta.

Se giró para verle, el castaño se veia de muy mal humor.

O simplemente debía estar demasiado cansado, cuando Seulgi llegó para ver a Yoongi, pasó toda una hora esperando a que le abrieran, Jungkook le recibió mirándole como si le fuera a matar y la alfa simplemente se encogió de hombros para luego entrar cómodamente, después de todo les habia dado suficiente tiempo eran las diez de la mañana cuando llegó al lugar.

-Cálmate un poco, amargura.-se quejó.-Además, estoy en mi derecho, no confio al cien por ciento en ese beta, mira como tiene a mí bebé ¿De dónde salió tanta confianza?

-Solo... Déjalos ¿De acuerdo? Yoongi se siente seguro con él, además, sé que Hoseok no lo lastimaría, hay una conexión especial entre ambos que por mucho que no estuviéramos de acuerdo, no cambiará, no desaparecerá.

Seulgi hizo una mueca mientras se encogía de hombros, bien, tendría vigilado al tal Hoseok, de todas formas él no era importante ahora.

-Estuve buscando a Jinhee y no lo encontré en ninguna parte.-declaró seriamente.

Jungkook miró tras ella, hacia Yoongi y suspiró al ver que seguía durmiendo, en el cuarto dejó igual a Jimin quien segua acurrucado y descansando.

-Vamos a la cocina, no es correcto hablar así aquí, los despertaremos.

Seulgi asintió y ambos caminaron hacia la primera planta, al llegar a la cocina Jungkook fue directamente al refrigerador para sacar algo que preparar y desayunar.

-Se supone...-habló Jungkook sacando el jamón, se haría unos sándwiches.-Que no debemos intervenir con eso, ya el hermano de Jimin se está encargando

Seulgi bufó sentándose pesadamente en la silla de madera.

-¿De verdad piensas que me quedaré de brazos cruzados? Desde que trató de matar a Yoongi le quiero romper el pescuezo asqueroso, ugh, lo odio tanto.- dijo con rabia la alfa.

Jungkook suspiró, no era que no se sintiera igual de molesto, pero sabía bien que lo que menos deseaba Yoongi era que estuvieran involucrados con Jinhee.

-No hagas algo que lastime a Yoonie por favor.-le pidió sacando un plato de la alacena.

Seulgi hizo una mueca y justo en ese momento apareció el omega con sus ojos brillando en un tono celeste

-¡Alfa!-exclamó corriendo hacia el castaño, ignorando la presencia de Seulgi.

Jungkook se sorprendió un poco al ver que se trataba del pequeño lobo, pero rápidamente lo recibió en sus brazos, sus cejas se fruncieron al ver un destello de miedo combinado con alivio.

-Jiminie.-murmuró apegandolo a su pecho.- ¿Estás bien mi pequeño?

El omega asintió y sonrió un poco.

Daiyō -Kookmin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora