11. Bosque y madera

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Ho Seok está terminando su turno en la clínica veterinaria, hoy no acaba bien la jornada, este trabajo trae consigo días amargos como tantos otros.

Aunque a Ho Seok los días amargos parece que se le alargan, ¿cuánto tiempo lleva sin verle? Es cierto que hablan por teléfono, se mandan mensajes, ¿pero cuánto lleva sin verle? No puede negar que esto le tiene apagado, le cuesta ser el de siempre. Al menos da gracias de tener a Yoon Gi cerca, sino, muy probablemente se acabaría volviendo loco.

—¿Ho Seok estás bien? —le saca de su trance Nam Joon.

—Sí, perdona... —responde volviendo en sí—. ¿También terminas turno?

—Sí, —confirma su amigo—. ¿Te hace que vayamos a tomar algo? —propone, Ho Seok nota la intención de animarle—. Hace mucho que no salimos los dos, así nos ponemos al día.

Ho Seok termina aceptando, la verdad, cree que le puede venir bien distraerse un rato, hablar con Nam Joon siempre es reconfortante, es como hablar con la serenidad personificada y quizás... le falte un poco de eso a Ho Seok en estos días.

Se cambian el uniforme por su ropa de calle y se van a un bar cercano a la clínica. Cuando se sientan en la mesa y piden dos jarras de cerveza, un sentimiento extraño llena a Ho Seok.

—Por un segundo me he sentido como si estuviéramos en la universidad, —se ríe haciendo reír también a Nam Joon.

—Teníamos menos preocupaciones, —le guiña un ojo con una sonrisa.

—Puede ser, pero no cambio mi ahora por volver a entonces.

Se hacen unos segundos de silencio, Ho Seok se pregunta si debería contarle o no a Nam Joon lo que está pasando.

—No tienes que contarme nada que no quieras, —acaba diciendo su amigo, Ho Seok se carcajea, siempre conociéndoles a todos tan bien—. Te he dicho de salir para distraerte, no quiero que te sientas obligado a nada.

—Realmente, si esto tira hacia delante, os acabareis enterando tarde o temprano, —dice con algo de pesadez.

—Bueno, puedo esperar a enterarme, no pasa nada.

Ho Seok se queda mirando su jarra de cerveza medio llena. ¿Por qué Nam Joon tiene esa facilidad para hacer que quieras hablar con él?

—Digamos que están pasando cosas con Jung Kook...

—Me imagino que las cosas que tarde o temprano pasarían, —deduce Nam Joon con un tono cálido que hacen que Ho Seok se avergüence un poco—. Hay un pero.

A veces Ho Seok cree que debe tener súperpoderes o algo así, no es normal ni que les conozca tanto, ni que tenga tal nivel de deducción.

—No es un pero exactamente, —aclara Ho Seok—, es que también están pasando cosas con Yoon Gi...

La cara de Nam Joon se vuelve un poema, parece que esto no entra tanto dentro de su razocinio.

—Pero estás eng-

—No, espera, es que también están pasando cosas entre Jung Kook y Yoon Gi, —le corta antes de que se haga una idea errónea.

—Perdona, ¿qué?

Nam Joon está flipando claramente. Ho Seok se ve obligado a contar toda la historia, desde el principio, haciendo flipar a su amigo, mucho además.

Algo bueno que tiene Nam Joon, entre la infinidad de cosas buenas que engloban a su persona, es que le encanta escuchar para entender a los demás. En todo este tiempo Ho Seok jamás se había sentido tan cómodo exteriorizando esto como ahora.

Su amigo se interesa por cada detalle, la fascinación con la que le escucha es surrealista.

—Sinceramente... Yo no sé si podría tener algo así, pero creo... que me parecéis irreales.

Comenta Nam Joon una vez Ho Seok termina por concluir todo lo ocurrido. Para entonces las jarras ya están vacías y piden otras dos.

—Siempre he considerado que tú y Jung Kook estáis como predestinados, ya sabes, esas cosas que pasan una vez cada mil años. Jamás he podido encontrarle una... lógica, al lazo que tenéis, ¿pero ahora con esto de Yoon Gi? Creo que muchísimo menos.

—No quiero echarle la culpa a Jung Kook, pero siento que todo esto está manejado por él de alguna forma.

—Explícate, porque dicho así parece que dices que Jung Kook os... ¿manipula?, —interviene Nam Joon con el ceño fruncido haciendo reír a Ho Seok.

—No, me refiero a que él a veces tiene unos sueños... que siento que no son normales, es como que... Aunque el sueño no tenga ni pies ni cabeza, luego la realidad le da forma a ese sueño, es muy raro, más bien diría que es como... mágico. Yoon Gi y yo somos mucho más básicos que eso.

Ambos se ríen con el último comentario.

—¿Quién sabe? —deja caer Nam Joon—. De todos modos, creo que no sois tan normales. No sé, me parecéis como rompecabezas que encajan a la perfección. Sois... peculiares.

Ho Seok sonríe ante esto. Realmente no concibe su vida si le falta uno de los dos. No puede...

Tras un largo trago de cerveza, Nam Joon decide poner a su amigo al día de su vida. Ho Seok no es que flipe menos con lo que le cuenta... ¿Qué es esto de que tiene una relación en secreto? Ho Seok pide muchas explicaciones, pero desgraciadamente no recibe ninguna. Finge indignarse muy fuertemente, pero en el fondo se alegra por su amigo aunque no le quiera contar nada.

—¿Y estás bien con esto?

—Sí, —se apresura a decir Nam Joon—, de momento estamos bien así, si nos decidimos a formalizar igual ahí ya, lo hacemos público.

—Bueno, guardaré el secreto impaciente, —se ríe Ho Seok.

—Así los dos tenemos algo que guardar, —dice con cierta malicia Nam Joon.

Se toman un par de cervezas más cada uno, deberían hacer esto más continuadamente, es maravilloso.

Cuando se despiden y me ponen fin a la buena charla, Ho Seok se acuerda de las cervezas en el momento en el que tiene que coger el coche. Suspira y, aunque es tarde, se anima a llamar a Yoon Gi.

—¿Ho Seok? —oye al otro lado.

—Yoon Gi, no pasa nada malo, —dice rápidamente—, es que me fui con Nam Joon a tomar unas cervezas y aunque estoy bien, te quería preguntar si te importaría venir a por mí.

—Anda que invitáis, —se queja Yoon Gi—, ¿dónde estás?

—¿Te mando ubicación?

Así quedan, a Yoon Gi no le queda de otra que coger un taxi, este hombre, vaya tela... no podía tomarse un refresco. Cuando llega a la ubicación que le manda Ho Seok está esperándole apoyado en el coche.

—¿Te parece bonito tenerme de chófer? —dice mientras pasa frente a Ho Seok para cogerle las llaves.

—Me parece bonito tenerte, —responde cogiéndole de la cintura para darle un beso en la mejilla mientras le entrega las llaves.

Yoon Gi cree deshacerse por dentro, ¿a qué ha venido eso? No lo sabe, pero necesita tomarse su tiempo para recuperarse del gesto.

—Hueles a madera, —dice una vez le suelta reconociendo el aroma de Nam Joon. Ho Seok se limita a sonreír.

Se suben al coche y se ponen de camino a casa. Yoon Gi le cuenta que Jung Kook le ha llamado, ya queda menos para que termine el proceso de estudio, quedará hacer los exámenes y listo, por fin podrán recuperar un poco la normalidad.

Ho Seok ansía esa normalidad, además de la normalidad que quiere tener con él y con Yoon Gi. Está empezando a ser consciente de cuánto los necesita, a ambos. Algo en él se crispa instantáneamente. Tiene que respirar profundamente para controlarlo, ¿qué ha sido eso?

☘️TARDE DE OTOÑO☘️ -SOPEKOOK-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora