10. Vainilla y tinta

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Podría ser una mañana como la de otro día cualquiera, pero no, no lo es, se nota en la euforia que se carga Jung Kook. En cuanto llega al descanso y se encuentra con Tae Hyung y Ji Min, ninguno de los dos chicos entiende la enorme sonrisa de Jung Kook y por más que le preguntan, no suelta prenda. Los otros dos no es que se molesten, pero la verdad es que Jung Kook no está preocupado por como se puedan tomar esto sus amigos.

En todo casi, si algo le preocupa, es el tiempo que lleva sin ver a Ho Seok y a Yoon Gi, ahora echa de menos a los dos extrañamente. Bueno, puede que no sea tan extraño, pero realmente tiene muchísimas ganas de verlos.

En cuanto termina la universidad, sale como alma que lleva el diablo hacia el estudio de su querida Ji Soo noona, hoy es el gran día.

Llega al estudio escupiendo un pulmón, Ji Soo no puede evitar reírse al verle llegar en tiempo récord.

—No me iba a ir a ninguna parte, —dice irónicamente ella, Jung Kook quiere reírse pero se ahoga, aún necesita recuperar el aliento.

—Estoy bien, —dice mientras tose.

—Anda, siéntate un rato mientras preparo las cosas.

Así hace, se sienta en su silla mientras ve a Ji Soo preparar los colores y las agujas. El corazón le va a mil, no sabe si por la carrera, por la emoción o por ambas. Pero quiere tumbarse ya en la camilla, lo necesita.

—A ver, quítate la camiseta que te voy a poner el calco.

Jung Kook casi se la arranca del ansia que tiene. Ji Soo hace por no reírse y así poder colocarle el calco del tatuaje. Jung Kook siente cómo le limpia la zona, le aplica una crema, le pega el papel y cómo lo levanta despacio.

—Creo que te voy a sacar uno más grande, tienes unas espaldas demasiado enormes niño, —puntualiza Ji Soo.

La chica le ayuda a que se lo vea con otro espejo, sí que es cierto que sería mejor uno más grande, pero se pierde en lo bonito que es aún sin estar hecho.

—¿Cómo lo ves tú? —pregunta haciendo que Jung Kook vuelva al mundo del común de los mortales.

—Sí, mejor un poquito más grande.

El proceso de sacar el nuevo calco, de que le borre el que le ha puesto y hacer todo el proceso para ponerlo otra vez, a Jung Kook se le hace eterno, pero una vez vuelve a verlo perfectamente centrado, por fin se puede tumbar en la camilla, gracias al cielo.

—¿Estás preparado? —pregunta ella haciéndole de rabiar.

—Noona empiece ya, —lloriquea impaciente.

El corazón le da un vuelco cuando escucha el zumbido de la máquina, aguanta la respiración, se muerde el labio inferior... ahí está. Cualquiera pensaría que es un loco por disfrutar cuando siente la aguja cortar su piel, pero es que de verdad le gusta.

El olor a tinta se empieza a mezclar con el de vainilla de Jung Kook, entiende que a Ho Seok no le guste, pero a él le encanta.

Los minutos empiezan a pasar y Jung Kook se relaja en la camilla.

—¿Entonces vas a esperar a que esté completamente curado para enseñárselo a Ho Seok? —pregunta Ji Soo.

—No sé si aguante hasta que esté completamente curado, pero al menos hasta que el olor de tinta desaparezca, sí.

—No quise preguntar en su día, ¿pero el girasol es por él?

—Sí, puede ser raro, pero sí.

—¿Puedo preguntar por qué?

☘️TARDE DE OTOÑO☘️ -SOPEKOOK-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora