34. Canela y chocolate

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Ho Seok está apoyado en su coche esperando a que salga Jung Kook del estudio de tatuajes. Mira el lugar con recelo, ¿se tatuará o no? Desde luego por lo que va a hacer hoy está más cerca del sí que del no, pero no las tiene todas consigo. No tardan en salir Jung Kook y Ji Soo. En esta ocasión es Ji Soo quien ve primero a Ho Seok y avisa a Jung Kook de que está ahí. Se dan un abrazo de despedida y Jung Kook corre hacia Ho Seok quien lo recibe con los brazos abiertos.

—¿Cómo es que estás aquí? —pregunta dándole un beso rápido—. ¿Y Yoon Gi?

—¿Me acoges esta noche en tu cuarto? —pregunta pícaro Ho Seok, pero Jung Kook pone cara de horror.

—¿Te has peleado con Yoon Gi? —pregunta con una cara de susto que hace que Ho Seok se empiece a reír escandalosamente—. ¡Oye no te rías!

—No nos hemos peleado, —alcanza a decir el alfa—. Vamos a tu casa y te explico por el camino.

A Jung Kook no le queda de otra que aceptar y se ponen en marcha.

—Yoon Gi está en proceso de preparar algo porque no sé quien cumple años en los próximos días, —dice Ho Seok mirándole con una sonrisa que hace que se le ponga una bola de nervios a Jung Kook en el estómago—. Y bueno, muy probablemente yo le tenga que ayudar esta semana por lo que, después de hoy, ya no creo que podamos vernos hasta la noche de tu cumple.

—¿Por qué tanto tiempo? —pregunta Jung Kook con tristeza. Le hace ilusión que quieran organizarle algo, pero por qué tiene que estar tanto tiempo sin verlos.

—Bueno, ya lo verás, —dice Ho Seok, no tiene intención de soltar ni media palabra al respecto.

—¿Y Yoon Gi está bien con que vengas a casa? —pregunta Jung Kook igual de preocupado—. Quiero decir... Se va a quedar solo.

—Créeme que Yoon Gi es el que me ha insistido con esto, por lo que si se siente solo que se lo hubiese pensado dos veces.

Jung Kook no entiende nada de nada, pero si así lo han organizado ellos, supone que estará todo bien.

—Si no quieres que me quede contigo puedes decírmelo y me voy a casa después de dejarte en la tuya, —comenta Ho Seok por si el otro no se siente bien con la situación.

—No, ya estás aquí, ya te quedas conmigo, —dice firme Jung Kook.

Llegan a casa de Jung Kook y como siempre Ho Seok es recibido con los brazos abiertos, es curioso y se siente muy bien cuando Ji Ho, el padre de Jung Kook, pregunta por Yoon Gi, que normalicen que es también parte de ellos ahora es simplemente maravilloso.

Tanto Ji Ho como Chae Rin insisten en que cenen juntos, Jung Kook hubiese preferido pedir algo de comida y cenar en su cuarto, pero bueno, la cena tampoco está tan mal. Jung Kook cuenta un poco todo lo sucedido con Je No, desde que estuvo en el hospital hasta que ha ido a boxeo con Jung Kook. Ho Seok también habla un poco de su trabajo. Resulta tan cotidiano todo que el sentimiento es como si llevasen años juntos, pero en verdad es así. Es curioso como sólo se sonrojan cuando mencionan a Yoon Gi. Es como si fuese el novio de verdad, ese que tiene que caer bien a la familia y que de vez en cuando hacen alguna pregunta extraña para conocer algún dato de él. Lo bueno de esta noche, es que esas preguntas recaen sobre dos personas.

Ho Seok siente que Chae Rin está más contenta de lo que debería, puede imaginarse que el que se vaya a quedar esta noche con su hijo le dé tranquilidad. Le va a costar entender que Yoon Gi y Jung Kook son lo mismo para él, pero bueno, mientras siga respetando la figura de Yoon Gi y no le haga de menos, todo está bien.

Cuando termina la cena, tienen intención de ayudar a recoger todo, pero la madre de Jung Kook asegura que no necesitan ayuda, que pueden irse tranquilamente a la cama. La mirada de desidia que se dedican Jung Kook y Ho Seok lo dice todo sin necesidad de palabras, por lo que prefieren no insistir e irse a la habitación como bien quiere la alfa de la casa.

☘️TARDE DE OTOÑO☘️ -SOPEKOOK-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora